(Cuento Zen) Dos monjes viajeros, el maestro y su joven discípulo, estaban de viaje hasta que llegaron a un río donde encontraron a una joven mujer. La mujer estaba preocupada porque tenía que cruzar el río, pero no lo hacía porque temía la afluencia de agua que en ese momento estaba bajando. Llevaba en su mano una pequeña bolsa, con hierbas medicinales. Preocupada por la corriente y por retrasarse en la vuelta a casa, se dirigió a los dos monjes y les preguntó si la podían llevar al otro lado. El joven monje dudó, pero el otro la levantó rápidamente sobre sus hombros, la llevó al otro lado del río, y la dejó en la orilla. Ella le dio las gracias y se alejó. El maestro la saludó inclinándose, uniendo las palmas de sus manos sobre su pecho, como es costumbre en esas tierras.
Siguieron durante 5 horas viajando, y el joven monje estaba removido y cabizbajo. Como indican sus enseñanzas, los monjes no pueden tocar a las mujeres. Incapaz de mantenerse en silencio, finalmente habló: - «¡Maestro, siempre nos has enseñado a evitar cualquier contacto con mujeres, pero tu levantaste a aquella y la llevaste!» Respondió el maestro, con una mirada llena de compasión: - «Hermano, hace cinco horas que la dejé al otro lado del río, mientras que tú todavía la estás cargando».
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«Un viaje de mil millas comienza con el primer paso» (Lao Tzu) Una de las primeras dudas que pueden surgir cuando alguien se decide a practicar un arte marcial es elegir un profesor o un centro donde se imparta. En el caso del Taichi Chuan y el Chikung existen muchos centros en los que se ofertan estas actividades y muy buenos instructores de estas disciplinas. Sin embargo, como en cualquier otra profesión, existe también gente que dice saber lo que no sabe, mucho "intrusismo laboral" y algún que otro farsante. Por ello, me gustaría dar unas pequeñas pinceladas sobre algunas características que, siempre desde mi humilde opinión, deberías tener en cuenta a la hora de elegir una escuela y un instructor de Taichi Chuan y Chikung. Escuela, estilo y linaje: En primer lugar creo que es imprescindible que el instructor pertenezca a un linaje (o siga una línea concreta), forme parte de alguna escuela o haya sido formado por un maestro especializado en Taichi y Chikung. La existencia de una escuela o linaje ya nos dice que: 1. Se sigue a un maestro o una línea de trabajo, con unas enseñanzas transmitidas durante siglos de maestro a discípulo. 2. Existe un compromiso fuerte y claro de transmitir el arte. 3. Existe un programa de enseñanza y una metodología. Es importante conocer el estilo que practica el instructor. Cada estilo difiere en determinados aspectos o técnicas, pero los principios básicos, los objetivos y los beneficios son los mismos. Conocer la línea de la escuela o de nuestro instructor nos dará muchas pistas sobre su seriedad y profesionalidad. Podría hablarse de cinco estilos familiares de Taichi Chuan: Chen, Yang, Wu, Wu/Hao y Sun. Otros estilos también reconocidos son Zhaobao, Hulei, Hunyuan o Wudang Sanfeng, entre otros. Casi siempre el nombre del estilo corresponde al apellido del creador/fundador (Chen Wangting, Yang Luchan, Sun Lutang, ...), característica del estilo (Hulei) o procedencia (Wudang), por poner algunos ejemplos. Si alguien te dice que practica y/o enseña Taichi "del Mono, la Grulla o el Oso", en realidad no es Taichi; quizá Chikung, pero a veces ni eso, sino algo inventado... Lo mismo ocurre con el Chikung, en el que hablamos de cinco escuelas: terapéutica, taoísta, budista (a veces estas dos últimas se consideran una misma escuela, a la que llaman "espiritual o meditativa"), confucionista y marcial. Por tanto, si alguien os habla del "Fitness Chikung", "Hot Chikung" o cosas así, sabed que no es Chikung. Menos aún si en los ejercicios que se trabajan se ven principios contrarios a este arte. Si la escuela o el instructor no quiere decir qué estilo se practica o no lo sabe es muy mala señal... Si un instructor de Taichi te dice algo así como «en China los maestros no dicen a sus alumnos qué estilo se practica», afirma que en Taichi no hay estilos o no sabe de qué le hablas, desconfía... Si afirma que él no hace Chikung, sino Qigong..., o que Taoyin y Chikung son disciplinas diferentes, más de lo mismo. Asimismo, cada vez surgen más "gurús" e "iluminados" que inventan estilos de la nada, sin maestros ni linaje, que se autoproclaman practicantes de "el verdadero Taichi" y/o "el verdadero Chikung" o que enfocan la práctica hacia unos tintes muy New Age... o justo lo contrario, a una práctica demasiado física y superficial. También se ve, y tristemente cada vez más, personas que hacen cursos de todo un poco y luego mezclan (que es muy diferente a especializarte en un arte y nutrirte de otras disciplinas, ojo) e incluso inventan estilos nuevos basados en las mezclas de los cursos que han hecho... Por ello es importante que te informes bien, preguntes y busques información sobre el estilo, la escuela y el instructor. Maestro, instructor y sus clases: La pertenencia de un instructor a una escuela o línea es una muy buena primera referencia. Que un instructor esté comprometido con un linaje y/o un maestro dice mucho de él. Por el contrario, personalmente suelo desconfiar de aquellos que dicen seguir a muchos maestros (que no es lo mismo que haberse nutrido de muchos maestros, ojo), enseñan muchas disciplinas distintas y/o enseñan muchos estilos de artes marciales diferentes sin especializarse en uno en concreto; mi experiencia me dice que muchas veces terminan haciendo mezclas raras... Como me dijo un profesor cuando estaba haciendo la carrera, «es importante saber un poquito de todo, pero hay que especializarse en algo concreto». En mi opinión, un buen instructor debe ser una persona bien formada con un maestro, en una escuela y supervisado por un buen profesional. No te cortes a la hora de pedir información sobre el currículum del instructor para comprobar su bagaje. Existen muchas personas que, tras hacer algún que otro curso se ponen a dar clases; como ya he comentado eso no sólo es intrusismo laboral sino también un auténtico ejercicio de irresponsabilidad. Un profesional debe conocer prácticamente todos los aspectos del Taichi y el Chikung y... son muchos; memorizar una secuencia de movimientos no es saber Taichi/Chikung ni te capacita para enseñarlo. La formación como profesional de estas disciplinas requiere una inversión importante de tiempo, esfuerzo y dedicación (y dinero), a veces muchísimo más que muchas carreras universitarias y, del mismo modo que en otras profesiones es importante seguir estudiando, aquí también nos encontramos con una disciplina en la que estarás aprendiendo durante toda la vida. Creo que es esencial valorar esto al elegir un buen instructor con quien aprender. Relacionado con lo anterior están también los conocimientos teóricos de la disciplina. Un instructor debe conocer las características del estilo que practica, los nombres de las posturas básicas y los movimientos, fundamentos de anatomía, medicina china, filosofía taoísta... Un instructor bien formado no puede hablar de Taichi "estilo Chuan" o "estilo Chikung", de "Taichikung", no saber las diferencias/similitudes entre Taichi y Chikung, no diferenciar entre flexión y extensión o incluso afirmar que el Taichi viene de la India..., entre otras perlas que a veces se escuchan... También pienso que un buen instructor debe ser una persona humilde. Personalmente huyo de los que se autoproclaman a sí mismos "maestro". Tradicionalmente el título de "maestro" nunca se lo daba uno a sí mismo; por una parte lo otorgaban sus pares (otros maestros e instructores) tras años de práctica, entrenamiento y compromiso con una escuela determinada y, por otra parte, eran los propios alumnos los que le llamaban de esta forma. Por la misma razón huyo también de los profesores empeñados en demostrar tener más nivel que otros, practicar mejor estilo o tener mejores alumnos. En este mundo, tristemente, hay mucha lucha de egos y es fácil encontrarnos con profesores que, en vez de hablar de sus fortalezas, arremeten contra otros. Resumiendo: no me convencen los maestros competitivos, sino los maestros competentes. Igualmente, valoro positivamente a aquellos maestros e instructores que no siempre lo saben todo y, a su vez, tienen la capacidad y los recursos para informarse y poder responderte con posterioridad. La respuesta «no lo sé» me ha parecido siempre un signo de sabiduría, y si además viene acompañada de un «pero se lo puedo preguntar a mi maestro» me enamorará. Un buen profesor no esconde su humanidad. El maestro que siempre dice estar bien... es un mentiroso. Los maestros son seres humanos que, como el resto de los mortales, necesitan comer, ir al baño, llorar, se enfadan, tienen que llegar a fin de mes, tienen familia... Esto es algo que se ve mucho en determinados ambientes en los que se sigue a algún tipo de gurú que parece salido de alguna clase de nave espacial intentando demostrar una especie de superioridad cósmica... Como me dijo una vez alguien a quien considero un maestro: «¿cómo saber lo que es la luz si nunca has conocido la oscuridad?». Es importante que el instructor de Taichi sea una persona comprometida con el arte y el estilo que practica, con su enseñanza y transmisión y con el aprendizaje, el desarrollo y la evolución de sus alumnos. Es interesante, además, que fomente la independencia de sus alumnos: no se trata de seguir al profesor "y ya está", sino de hacer que el alumno sea capaz de ir memorizando las formas y ejercicios, interiorizarlos y hacerlos "suyos". Asimismo, me gustan los instructores que son capaces de valorar positivamente los progresos de sus alumnos y, en la medida de las posibilidades de la clase, prestan atención a cada uno de forma individual. Valoro también que el profesor tenga una visión holística del Taichi y el Chikung, que lo vea como algo que está en continua evolución y nutra el arte dando importancia a la investigación, la ciencia, los conocimientos occidentales, avances técnicos, beneficios de otras disciplinas, etc... Del mismo modo, creo que es imprescindible (tanto que creo estar repitiéndolo) que esté en continua formación y que, además de enseñar, tenga a su vez un maestro que le enseñe y de quien también él se pueda nutrir. Por otra parte, es importante evaluar la capacidad pedagógica del profesor y si realmente, en las clases, se nota una progresión. Ojo: los avances en el Taichi y el Chikung no pueden valorarse en 2 ó 3 sesiones; para darse cuenta de sus beneficios debes practicar de forma regular durante un tiempo. Finalmente, me parece importantísimo que el instructor de Taichi y Chikung trabaje no tanto el número de movimientos (que es importante también en la progresión), sino sobre todo la calidad de los mismos; que enfatice mucho en los principios básicos y fomente, en el alumnado, la visión espiritual del Taichi y la capacidad de llevar los principios prácticos y filosóficos de este arte a nuestra vida cotidiana. En definitiva, alguien para quien el Taichi no es un deporte, sino un estilo de vida. Lugar de enseñanza: Aunque por distintos motivos no siempre se puede dar el caso, la existencia de un centro donde impartir las clases es un elemento a favor. Para evaluarlo puedes observar los siguientes aspectos: - El feng shui: debe ser un sitio acogedor, arreglado, limpio, bien cuidado y con una estética mínimamente acorde con la disciplina que quieres estudiar. - El sonido: en la medida de lo posible debe ser un lugar silencioso o, al menos, poco ruidoso; el silencio ayuda a la meditación, la relajación y a crear un clima de paz y armonía propicio para la práctica. - La ventilación: una buena ventilación es indispensable. - Servicios mínimos: cuarto de baño (si es posible con duchas), vestuario, recepción, ... - Material: apuntes, armas, ropa y calzado, ... - Horarios: que haya variedad de horarios tanto para poder informarse como para poder asistir a clase. - Atención al alumno: una buena atención al alumno o posible futuro alumno, al que se le pueda dar información precisa y solucionar cualquier duda o conflicto. Es importante también que exista la posibilidad de visitar el centro antes de matricularse para poder evaluar mejor las instalaciones. Lo mismo sucede con la posibilidad de ver o asistir a una primera clase gratuita. Si no se te permite, algo huele mal... Es cierto que también hay muy buenos instructores que, por la razón que sea, no pueden disponer de un local donde dar clases y las imparten en un parque. En ese caso habrá que valorar los servicios que dejamos de percibir o las incomodidades propias de estos lugares, como puede ser el mal tiempo, el ruido, los viandantes, etc..., pero siempre teniendo en cuenta, y quiero remarcar esto, que el hecho de que la clase sea en un parque no implica necesariamente que el instructor no sea profesional; hay grandes maestros en los parques. La práctica al aire libre y en contacto con la naturaleza es también importante y enriquecedora, y no está reñida con la existencia de un local. Precio: El precio se debe evaluar siempre desde una perspectiva de "calidad-precio", de satisfacción y de evolución personal. En todo lo relacionado con salud creo que nunca hay que escatimar en gastos. Resumiendo: cuando uno decide practicar Taichi Chuan y Chikung, como cualquier otro arte marcial, es recomendable que busque un buen instructor y una buena escuela hasta encontrarlos. A veces no es un camino fácil, pero sí necesario. Al final merece la pena encontrar un maestro con un gran nivel técnico de Taichi y Chikung que sea, a su vez, sincero, humilde y con gran corazón que haga que te enamores, cada día más, de este maravilloso arte. «Un profesor es el que te enseña, un maestro es del que aprendes» (Séneca) «Los maestros pueden abrir puertas, pero solo tú puedes entrar» (Proverbio chino) «El maestro deja una huella para la eternidad; nunca puede decir cuando se detiene su influencia» (Henry Adams) Manuel Rodríguez Salvador
Cuentan que cierto día un joven se acercó al maestro Tang Lung y le dijo: - «Abuelo, el arte marcial que usted enseña es sólo para ancianos y no sirve para nada». El maestro contestó: - «Verás, hijo mío, hay dos clases de escuelas de artes marciales: las externas y las internas. Las escuelas externas enseñan a pegar fuertes patadas; pero un burro será capaz de dar patadas más poderosas y un hombre, por mucho que entrene, nunca será tan fuerte como un elefante o un toro. Sin embargo, los maestros internos enseñamos a combatir enemigos invisibles que, además, son los más poderosos, como la vejez, la enfermedad, la ira, la maledicencia y la muerte... El practicante de Taichi que ha logrado encontrar un verdadero maestro interno sabe esquivar la enfermedad y la ira; la vejez y la maledicencia también llegarán sin pasarle factura y, cuando la muerte quiera sorprenderle, estará preparado. Así que ya ves que no es que sólo los viejos practiquemos Taichi, sino que los que practicamos Taichi... llegamos a viejos». "DEL TAI-CHI AL TAO: ESPIRITUALIDAD Y MÍSTICA EN LAS ARTES MARCIALES", de MANUEL I. FERNÁNDEZ MUÑOZ "Muertos de hambre" es un vídeo de Elio González y Rubén Tejerina que cuenta ya con más de 700.000 mil reproducciones en apenas 4 meses. Este título esconde una grabación cargada de sentimiento y que saca a la luz esa eterna lucha entre lo que se considera o no útil para la sociedad y la economía. «¿Todo sería igual sin artistas? Piénselo y, si después de pensarlo, su cabeza no le da ninguna conclusión, acuda al corazón y a ver qué pasa... En estos tiempos que vivimos, más que nunca necesitamos la belleza, el arte. Ahora que cada vez estamos mas deshumanizados, que la economía asfixia, que el tiempo se cuenta por las horas de oficina, que es más fácil escribir un mensaje por el móvil que mirarnos a los ojos... Ahora son imprescindibles esos Muertos de Hambre». Cuerpo, respiración y mente están íntimamente relacionados. Los procesos físicos, respiratorios, mentales y emocionales se superponen e imbrican unos con otros sin que sea posible la separación. La práctica del Taichi y el Chikung se compone de tres procesos de regulación (三调 - Sān Tiáo) en los que cuerpo, respiración y mente interaccionan entre sí buscando una armonía entre ellos. Estas disciplinas, por tanto, tienen una enorme capacidad de expresión a través de las cuales comunicamos estados físicos y emocionales. El Taichi Chuan es un ARTE marcial interno. Quienes lo practicamos somos llamados "artistas marciales". Y, como ARTISTAS, expresamos y generamos emociones. Quienes nos dedicamos a esta profesión buscamos acompañar, facilitar y posibilitar un cambio significativo en la persona atendiendo a su propio proceso personal. En el Taichi y el Chikung utilizamos la regulación del cuerpo, la respiración y la mente como herramienta para facilitar, además, la expresión y resolución de emociones, beneficiando nuestra salud en general y descubriendo nuevas vías de crecimiento personal y, por qué no, espiritual. Somos artistas y, como artistas, el mundo también nos necesita. Del 20 al 23 de Noviembre visitarán Valencia el Dr. Cui Yongsheng, vicepresidente del Departamento de Investigaciones Científicas y director del Departamento de Publicaciones de la Asociación China de Chikung de Salud (CHQA) y la profesora Wang Meijuan de la Universidad de Deportes de Shandong (China).
¡No te pierdas los cursos y conferencias que impartirán! Toda la información aquí. El pasado jueves 23 de Octubre impartí una charla de introducción al Taichi y el Chikung en un aula del Colegio Oficial de Enfermería de Valencia, dirigida sobre todo a la Asociación de Jubilados de Enfermería que depende de dicho colegio profesional. La hora y media que duró cada conferencia la dediqué, en resumen, a responder a las siguientes cuestiones:
Todos los instructores sabemos de la importancia de entender ciertos conceptos para poder llevar a cabo la práctica del Taichi y que, cuando dedicamos un tiempo de la clase a explicarlos, algunos de nuestros alumnos comienzan a inquietarse, ponerse nerviosos, desconectan y alguno incluso puede llegar a echarte en cara que estés "perdiendo" esos minutos; la famosa expresión «come y calla» se convierte, en este contexto, en un «muévete y calla». Por tanto, esta conferencia fue una excelente oportunidad de poder explicar determinados conceptos, de forma clara y concisa, que ayuden a profundizar en este arte. Como todos sabemos, con el progreso de las civilizaciones y el rápido desarrollo de las modernas técnicas científicas la vida se hace cada vez más cómoda y próspera, lo que se ve reflejado en la extraordinaria abundancia de la vida material: medios de transporte rápidos, mecanización de las fábricas y automatización de las condiciones del trabajo. Por otro lado, los seres humanos también se enfrentan cada vez más a las angustias y ansiedades causadas por el rápido ritmo de vida laboral y cotidiana, intensas competencias y la expansión de las necesidades materiales; además con el actual estilo de vida sedentaria, la dieta rica en grasas y calorías, la costumbre de hacer deporte sin un seguimiento especializado y la grave contaminación del medio ambiente han aumentado bruscamente el número de enfermedades de la civilización moderna. Cada día hay más gente que sufre de hipertensión, hiperlipidemia, enfermedades coronarias, diabetes, gota, insomnio, psicosis, etc., dolencias que han afectado perniciosamente a la salud y a la calidad de vida de los seres humanos y que también han provocado enormes pérdidas económicas a las naciones. Al mismo tiempo, sea en Oriente o en Occidente, a medida que se prolonga la esperanza de vida, la conciencia sobre la buena salud está creciendo. Además, el alto grado de interés y la preocupación por estar sanos han promovido la profundización sobre los conocimientos sanitarios, los pensamientos y multifacéticas exploraciones de las soluciones y los métodos para resolver el problema de la sanidad. Considerando la gran influencia de los deportes sobre la sanidad fisiológica y psicológica y la capacidad de adaptación social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 1992 la Declaración de Victoria en la Conferencia Internacional sobre la Sanidad Cardíaca en Victoria (Canadá) y planteó el famoso concepto de “las cuatro piedras angulares” que promueven la sanidad humana, es decir “una dieta equilibrada, unos ejercicios físicos adecuados, dejar de fumar y beber poco, y mantener un equilibrio psicológico”. En ese encuentro los expertos señalaron que para prevenir todo tipo de enfermedades las personas debían llevar un estilo de vida saludable, por ello realizar ejercicios físicos adecuados forma una parte muy importante a la hora de mantenerse saludable, lo cual confirma la necesidad de realizar algún deporte. Los expertos en teorías deportivas de todo el mundo reconocen que el desarrollo de cualquier deporte no puede desligarse ni de la filosofía ni de la medicina. Los deportes en Oriente y en Occidente, debido a las desigualdades de los conceptos filosóficos y médicos, cuentan con características bien diferenciadas que van desde la teoría hasta la práctica. Debido a la influencia de la ideología sobre la separación física y psicológica de René Descartes y de otras teorías filosóficas de Charles Darwin que pregona que la especie que ha supervivido no es necesariamente la más fuerte sino la que ha sabido adaptarse mejor al entorno de científicos de la naturaleza, el deporte moderno occidental ha adquirido la idea del “más rápido, más alto y más fuerte”, lo cual se refleja en la preconización de la competencia y de los desafíos extremos. Al mismo tiempo, bajo la orientación de la medicina moderna, se ha formado un independiente método de entrenamiento cuyo objetivo principal trata de desarrollar cualidades físicas (velocidad, fuerza, resistencia, agilidad y flexibilidad) y psicológicas. Debido a la influencia de los pensamientos filosóficos del taoísmo, confucianismo y de la Medicina China, los deportes clásicos chinos como el tàijíquán[1] y el qìgōng[2] han desarrollado sus propias características. Dichos deportes gozan cada vez de un mayor número de seguidores debido a su seguridad física y a que pueden ser practicados sin riesgos por todo tipo de personas independientemente de su edad. Durante los más de cinco mil años de historia del desarrollo de las teorías sobre la armonía entre el hombre y la naturaleza y la unión física y mental del taoísmo, el taijiquan y el qigong enfatizan en la integración de los movimientos físicos, la correcta respiración y la orientación ideológica. Por lo tanto, ambas disciplinas deportivas poseen algunos puntos comunes como son movimientos suaves, lentos, ágiles y ligeros. Ambas prestan más atención al fortalecimiento de los órganos, de los canales energéticos principales y colaterales[3] y a la energía vital a través de los movimientos físicos, la respiración abdominal y la filosofía, a fin de lograr el efecto de la longevidad.
Pero esto no quiere decir que una vez se practica taijiquan o qigong se obtiene un resultado inmediato. Aunque los médicos ya se ha planteado la receta deportiva, es decir, para diferentes grupos de personas y diferentes síntomas se les receta diferentes tipos de deportes, cualquier actividad física necesita experimentar un proceso desde la acumulación cuantitativa hasta el salto cualitativo final. Por eso es imposible conseguir un resultado inmediato, además se necesita de un seguimiento continuo, una práctica constante y una adaptación gradual a las maneras técnicas de los movimientos, aspiraciones y conciencias. En estos aspectos, el taijiquan y el qigong presentan diferencias notables en comparación con otros deportes modernos. Estas se reflejan principalmente en tres aspectos. En primer lugar, se trata de las técnicas deportivas. La mayoría de los deportes modernos realizan movimientos rápidos por medio de la contracción de los músculos centrípetos, mientras que en el taijiquan y el qigong se practican más los movimientos centrífugos y estáticos de una manera suave y lenta. Lo cual no solo permite fortalecer la estimulación de las articulaciones, los ligamentos y los músculos, y aumentar la intensidad de los huesos, sino que también evita al máximo las lesiones causadas en los deportes modernos. Por último, el taijiquan y el qigong son deportes con movimientos menos fuertes, por lo tanto son adecuados para todas las edades. En segundo lugar, se trata del método de dominación de la respiración. Los deportes modernos por sus intensos y rápidos movimientos emplean la respiración torácica y se ajusta el ritmo y la frecuencia de la inspiración de acuerdo con los cambios de movimiento. Este método de respiración menos profunda presenta una frecuencia alta. Además, provoca la acumulación de ácido láctico y la generación de oxígeno reactivo. Por eso, después de hacer ejercicio es especialmente necesario realizar estiramientos que eliminen el ácido láctico y así evitar la acumulación de radicales libres en el cuerpo. En consecuencia los ancianos deben actuar según su capacidad a la hora de realizar deportes intensos. Por el contrario, para practicar taijiquan y qigong se emplea la respiración abdominal, que es una respiración fina, estable, lenta y duradera, con lo que se permite la plena expansión y contracción de los capilares en el tórax y en la cavidad abdominal, estimulando la capacidad de la circulación de la sangre y del oxígeno en el tórax y la absorción de metabolitos. Así se reduce la carga cardíaca. En tercer lugar, se trata del aspecto de la conciencia. La mayoría de los deportes modernos presentan movimientos automatizados, por lo que se realizan de forma inconsciente. Por su parte, el taijiquan y el qigong son todo lo contrario, pues prestan más atención a la orientación de la conciencia hacia los movimientos. Además gracias a su suavidad y lentitud, ofrecen la posibilidad de ser conscientes en cada momento de los movimientos realizados. Los movimientos “grulla blanca desplegando las alas”, “mono encogido”, “serpiente peristálticas”, “gallo dorado sobre una pata”, etc. emplean en todo momento la consciencia para su perfecta realización. La práctica de esta disciplina hace que uno se sumerja en un estado físico y psicológico natural gracias a una relajación mental y al placer físico y psicológico, que les hace situarse entre el cielo y la tierra. Después de practicarlos uno se siente ligero y sus pasos se hacen más alegres y relajados. La ciencia moderna confirma este fenómeno y su valor sanador. Así, según un estudio, cuando el cuerpo humano está relajado su cerebro segrega una gran cantidad de ß-endorfinas, neurotransmisores opioides producidos en el sistema nervioso central. Este tipo de hormona no solo tiene el efecto de dar placer sino que también puede mejorar el sistema inmunológico, prevenir el envejecimiento, mantener la salud y prolongar la longevidad. Del mismo modo, actividades como la pintura china, la caligrafía, tocar el piano y jugar al ajedrez también cuentan con el mismo efecto placentero. Además, estos ejercicios también pueden promover la relación entre el sistema nervioso y el sistema motriz, fortalecer el dominio del nervio central a las terminaciones nerviosas y prolongar el proceso de envejecimiento del cuerpo humano. En los últimos años, a medida que crece el interés por la cultura y la lengua chinas, un gran número de occidentales eligen el taijiquan y el qigong como deportes saludables. A los europeos en general y a los españoles en particular les gusta mucho realizar todo tipo de actividades deportivas, gracias a ello disfrutan de los beneficios, de las alegrías y las pasiones que los deportes suscitan. El intercambio deportivo entre China y España no solo se limita a deportes específicos como el fútbol, el baloncesto o el tenis, sino que también se coopera en aspectos como la filosofía y el espíritu deportivos. Desde 2003, Wang Xiaojun, escritor de este artículo, acude a Valencia (España) cada año a impartir conferencias y cursos de taijiquan, qigong y artes marciales, además de dar algunos consejos sobre cómo mantener la salud. Su sabiduría le ha llevado a dar clases también en Alemania, Italia, Rusia y Japón entre otros países. Esto demuestra que el taijiquan y el qigong, como representantesde las artes marciales, han despertado mucho interés en la sociedad y en el pueblo occidental. 1. El tàijíquán (太极拳) es un tipo de boxeo chino tradicional inspirado en el diagrama de la Polaridad Suprema que se caracteriza por su lentitud y movimientos suaves y ligeros. 2. El qìgōng (气功) es un sistema especial de ejercicios gimnásticos de concentración mental y control respiratorio cuyo objetivo es fomentar la calidad de la energía de la persona y fortalecer la salud 3. En medicina china los canales colaterales están considerados como una red de pasajes por donde circula la energía vital y en donde se distribuyen los puntos de acupuntura. [El artículo "Taijiquan, qigong y la vida sana de los ciudadanos contemporáneos" del Dr. Wang fue publicado en la Revista Instituto Confucio nº14] 1. Lo natural no es la barbarie ni dejarse llevar por los instintos más primarios y por la violencia más gratuita. Lo natural es el respeto y la delicadeza, aunque la ley de la selva todavía anide en nosotros. Disfrutar o vanagloriarse por dejarse llevar por la naturaleza "primaria" del individuo solo expresa la incapacidad para progresar y no el éxito del trabajo interior con uno mismo.
2. Nadie está en la verdad pero todos -aunque a veces nos asuste y a veces nos cueste- caminamos hacia ella. 3. Si no te quieren -con o sin motivo- sigue tu camino porque, hagas lo que hagas, no conseguirás que te quieran. Si te quieren, no te quedes mucho tiempo porque es muy fácil acomodarse y dejarse estar, olvidando el motivo vital que nos guía. Así que continúa pronto tu camino. 4. Experiencia y secreto son contradictorios y contrarios. Una experiencia que no se transmite es una experiencia inútil que no beneficia a nadie. 5. La religiosidad y la religión no son necesarias, ni siquiera obligatorias para ser taoísta. Creer, sin embargo, es la base de cualquier camino que se emprende. Seguir es el alimento del creer. Y finalmente todo deviene en fe. Y como todo el mundo sabe: la fe mueve montañas. 6. Sentir y pensar son, desde el punto de vista de la conciencia, antónimos. Si pensamos, no sentimos; si sentimos, no pensamos. Sin embargo, son dos potencialidades que habitan en nosotros. Disfrutarlas nos ayuda a madurar. Denostarlas nos hace minusválidos. 7. El silencio y la conciencia van de la mano, se ayudan y potencian entre ellos. La conciencia se amplía y fortalece en el silencio; el silencio encuentra firme apoyo cuando la conciencia está activa y centrada. Buscar el silencio sin huir de la realidad y concienciar cualquier momento, sean cuales sean las circunstancias, es ir avanzando en el camino. 8. El Taichi, la meditación, la respiración, el Chikung, etc... son técnicas y prácticas que ayudan a despertar la conciencia, a mantener la atención, a disciplinar la voluntad y a desperezar el cuerpo. Por sí mismas no son más que técnicas, sin embargo con su ayuda podemos potenciar nuestro caminar y hacerlo más seguro, más firme, más enérgico y más tranquilo. 9. Más de una vez, en nuestro cotidiano caminar, nos encontramos abrumados o sembrados de dudas o simplemente decepcionados con nuestra forma de actuar o con la de los demás. Sentarse a lamerse las heridas es habitual. Sentir autolástima también lo es. Pero lo que más despeja el camino es seguir, seguir y dejarse guiar por el corazón, por la intuición, por la VIDA que siempre nos cuida y alienta. Vivir es seguir y seguir es avanzar pase lo que pase. El corazón nunca pierde el camino verdadero. La razón y la tristeza suelen enturbiarlo hasta confundirlo. 10. La humildad y la generosidad son los dos bienes más preciados del caminante. Gracias a la humildad se puede cumplir el texto del Tao Te King que dice: "El buen caminante no deja huella". La humildad es la levedad que permite que caminemos borrando las huellas de nuestro paso y dejando un suave regusto del encuentro. La generosidad nos permite desprendernos de todo cuanto llevamos y también nos permite nutrir los corazones de aquellos con quienes nos encontramos en el camino. La generosidad no es obsequiosidad, sino simple desprendimiento y humanidad. Humildad y generosidad son nuestras mejores zapatillas: se hacen más y más cómodas a medida que se usan más. [Extraído del blog 20 lecciones de taoísmo (y toda una vida para practicarlas) de Andrés Guerrero] El próximo sábado día 27 de Septiembre profesores y alumnos de Escuela Tantien estaremos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias celebrando el Día del Instituto Confucio, donde podrás disfrutar de talleres de caligrafía, ajedrez chino, degustación de té, exhibiciones de wushu, taichi, el baile del león y el dragón... ¡y mucho más!
«CHI RUNNING: una nueva forma de correr basada en los principios del Taichi Chuan y el Chikung» Puedes encontrar más información sobre esta técnica en la web Chi Running (está en inglés) o en el libro "El Correr Chi: una aproximación revolucionaria a la carrera sin esfuerzo y sin lesiones", de Danny Dreyer y publicado por la editorial PAIDOTRIBO. El Chi Running es una nueva técnica que ofrece un planteamiento que promueve una técnica consciente y un Running más eficiente a través de los principios del Taichi y el Chikung. El Chi Running se centra en la integración de los músculos centrales del cuerpo y la mente para mejorar la satisfacción al correr. Antes de empezar, se necesita incidir en la técnica de carrera, marcar la respiración, una buena postura y un poco de forma física. «El Chi Running combina la concentración interna y el movimiento fluido del Taichi con la potencia y la energía del Running para dar como resultado una forma de correr más eficiente energéticamente», asegura Rebecca Smith, entrenadora de Chi Running. De esta forma, la combinación del Taichi y el Running, dos disciplinas aparentemente diferentes, tiene como objetivo hacer la carrera más consciente, disfrutando del proceso. Así, tomas consciencia de tu cuerpo y de todos tus movimientos, para canalizar mejor la energía y evitar lesiones. Correr con la técnica del Chi Running genera una mayor cercanía con el mundo de la meditación en movimiento, permitiendo ganar una mayor fortaleza mental; correr sin dolor puede ser posible, pero lo que está fuera de toda duda es que la mente es lo que termina marcando la diferencia. Esta técnica no creo que descubra nada nuevo, al menos a los practicantes de artes marciales: erguidos, centrados, alineamiento de la estructura corporal, apertura articular, relajación activa, respiración diafragmática, atención al dantian inferior, cambio de peso, equilibrio, adaptabilidad, eficiencia del movimiento, etc... Realmente porque los practicantes de artes marciales intentamos, de mejor o peor forma, (todo requiere entrenamiento, tiempo y constancia), llevar estos principios a cualquier actividad que realicemos en nuestra vida cotidiana. Sin embargo nunca está de más que se nos recuerden y se nos enseñe a aplicarlos. A muchos corredores les parecerá todo muy obvio; eso es buena señal. A otros me consta que no: salen a correr, muchas veces motivados únicamente por mejorar tiempos y con ánimo de competir y ser más rápidos que los demás, y sin tener presente su estructura corporal o su respiración cuando lo hacen. Mucha gente se centra más en la meta, cuando quizá lo realmente importante y placentero de correr sea observarse a sí mismo y disfrutar del recorrido. El Taichi y Chikung, por ejemplo, tiene también mucho de esto: disfrutar del movimiento, observarlo, ver qué sucede en cada instante, no querer llegar rápidamente a una postura sino gozar en el recorrido... A veces las lesiones, en cualquier deporte, vienen dadas a causa de estar más atentos a lo externo que a lo interno, a no observarse y escucharse a uno mismo. El cuerpo es sabio y, aunque no lo creamos, nos habla continuamente. Sobre el Chi Running se han realizado también investigaciones. Quizá el más significativo sea un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), titulado «A Comparison of Lower Extremity Joint Work and Initial Loading Rates among Four Different Running Styles». La investigación, que compara cuatro técnicas parar correr, refleja que el estilo de correr que menos impacto causa en las extremidades inferiores, que menos “fuerza de frenado” desarrolla en la ejecución del ejercicio y en el que el trabajo excéntrico de la rodilla es menor, favoreciendo una disminución del impacto de aterrizaje y una reducción natural de las fuerzas de carga corporales, es el de Chi Running. Personalmente, como practicante de Taichi Chuan y Chikung que de vez cuando sale a correr, he de decir que aplicando y poniendo en práctica los principios del Chi Running se nota una notable diferencia. Altamente recomendable para quienes creen que deporte y salud deben ir cogidos siempre de la mano. El siguiente vídeo explica (en inglés) algunos de los principios de la técnica del Chi Running: Manuel Rodríguez Salvador
Esta mañana, tras levantarme, me ha sorprendido que el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, haya escrito en El País el siguiente artículo: Elogio del Qigong. Tras leerlo tengo sentimientos encontrados; no me terminan de gustar algunas de las cosas que dice... Cada uno que juzgue... En primer lugar, me da la sensación de que Vargas Llosa se queda con una parte muy física del Chikung, descartando todas las demás y dejando entrever que es, simplemente, un tipo de gimnasia que a él le gusta y le viene bien. Que diga cosas como «no lo he estudiado y, la verdad, no tengo mucho interés en averiguar su tradición y su filosofía pues me temo que, si me aventuro a rastrear ese aspecto teórico del qi gong, me encontraré con una de esas mucilaginosas retóricas bobaliconas y seudorreligiosas con que suelen autodignificarse las artes marciales» me dan que pensar... El aspecto histórico y filosófico (y religioso, si se diese el caso) en la práctica de cualquier disciplina es fundamental. Curiosamente el señor Vargas Llosa luego se contradirá en cierto modo, pues hará una afirmación bastante cercana a la parte filosófica del Chikung... En segundo lugar, parece como si quisiera ensalzar el Chikung con respecto al Taichi, dejando en mal lugar al segundo y demostrando, de paso, una ignorancia absoluta sobre ambas técnicas. Frases como «(el Chikung) es una práctica china milenaria, que en algún momento remoto se independizó del tronco común del Taichi» o «las artes marciales no son inocentes: quieren aprovechar lo que hay de primitivo y bestial en el ser humano para convertirlo en una máquina de matar, (...) El Chikung, en cambio, quiere liberarlo de esa agresividad congénita y hacerlo descubrir que la vida podría ser mejor si, a la vez que descargamos la ferocidad que nos habita, cada una de nuestras acciones es realizada con la delicadeza y la calma con que ejecutamos los movimientos que conforman su práctica» me demuestran que, aunque en su campo es, por supuesto, un genio..., en este no tiene ni idea... Sus palabras ponen de manifiesto algunos prejuicios demasiado alejados del verdadero espíritu de las artes marciales y el Chikung. Pese a mis críticas en estos aspectos, he de decir me gusta que lo recomiende y me encanta que lo practique, aunque también se confunda afirmando que «una sesión completa de Chikung no dura más de media hora». Y estoy totalmente de acuerdo en que «si los miles de millones de bípedos de este planeta dedicaran cada mañana media hora a hacer Chikung habría acaso menos guerras, miseria y sufrimientos y colectividades». Sin embargo debo añadir que, aunque no esté de acuerdo el señor Vargas Llosa, todos los beneficios de los que habla se consiguen, también, practicando Taichi. Finalizo diciendo que, por supuesto, lo que más me gusta del artículo es el hecho de que, desde un medio como es El País, se haga buena publicidad del Chikung. Hay que agradecerlo: a quienes somos instructores de Taichi y Chikung y nos dedicamos a este mundillo... nos viene muy bien. Manuel Rodríguez Salvador
La práctica correcta del Taichi y el Chikung puede fortalecer el corazón e incrementar la cantidad de sangre bombeada por minuto, de modo que se pueda enviar más oxígeno a los tejidos y eliminar más productos de deshecho. También puede hacer descender el ritmo cardíaco en reposo, regular la presión arterial, aumentar la eficacia cardíaca, disminuir el colesterol LDL (el "malo") y aumentar la circulación capilar. Uno de los estudios que documentan el efecto del Chikung sobre la hipertensión y sus estados relacionados fue conducido por el Instituto de la Hipertensión de Shanghai. Los sujetos se dividieron aleatoriamente en un grupo de Chikung formado por 122 pacientes y un grupo de control con 120 no-practicantes. Ambos grupos tomaban medicamentos comunes para la hipertensión. Se hizo un seguimiento de los sujetos durante 30 años. Al final de dicho período, el 47,76% del grupo control había fallecido, mientras que sólo un 25,41% del grupo de Chikung murió durante ese tiempo. La incidencia de ataque cerebral del grupo control fue de un 40,83% y en el grupo de Chikung de un 20,49%. La incidencia de fallecimiento debida a un accidente vascular cerebral fue de un 0,50% en el grupo control, mientras que en el grupo de Chikung fue de un 15,57%. Estos datos son muy significativos: menos de una posibilidad entre cien. Finalmente se llegó a la conclusión de que el Chikung juega un papel importante en la mejora de la auto-regulación y disminución de los factores de riesgo cerebro-vascular. El protocolo básico y los resultados del estudio de Shanghai se repitieron, 6 años después, en la Universidad Xiamen de la provincia de Fujian, con 204 pacientes hipertensos. En estas investigaciones se observó que la combinación de Chikung y de medicinas para la hipertensión era un 19% más eficaz que tomar únicamente las medicinas hipotensoras. En esta investigación el grupo de Chikung también aprendió a reaccionar menos intensamente ante factores estresantes, manteniendo una presión sanguínea más estable; tras 6 meses de práctica, la sangre en el grupo de Chikung mostraba menos tendencia a formar coágulos sanguíneos anormales y contenía niveles altos de colesterol HDL (el "bueno"), lo que generalmente reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. Igualmente el Instituto de Investigación de la Medicina Tradicional China en Tianjin publicó en 1988 un informe referente a 639 casos de hipertensión primaria tratados con una combinación de Chikung y aparatos de biofeedback; la terapia combinada demostró ser eficaz en un 85,13% de los casos, la mayor parte de los pacientes redujeron su presión sanguínea de forma significativa y mejoró su salud en general, su salud mental y el sueño. Beneficios cardiovasculares similares se han descrito respecto al Taichi Chuan. Desde la Universidad de Medicina de Pekín se observó que los estudiantes de Taichi tienen una tensión sanguínea más baja, una mayor eficacia cardíaca y menos registros anormales en el electrocardiograma que el resto de grupos de control. Según un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, el Taichi es útil para proteger el corazón y fortalecer los músculos e los adultos mayores. Los responsables de este estudio observaron que quienes habían practicado Taichi tenían una circulación 44% mejor, lo que ayudaría reducir el riesgo de hipertensión, arteriosclerosis, infarto y ataque cerebral. Otro estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Harvard (EEUU), demuestra que la combinación de los movimientos circulares, la respiración, el equilibrio y la distribución del peso de los ejercicios de Taichi son beneficiosos para las personas con insuficiencia cardíaca. Asimismo, en este estudio los investigadores encontraron que las personas que practicaron Taichi mostraron también una mejoría en la calidad de vida, el humor y la capacidad de respuesta al ejercicio.
En una revisión de 26 estudios publicados en Preventive Cardiology (Spring 2008), el Dr. Yeh informó que en el 85% de los ensayos, el Taichi regula la presión sanguínea. Según un estudio publicado por el Periódico de la Sociedad Americana de Geriatría, la práctica del Taichi ayuda a reducir la tensión alta. Un estudio publicado en Archives of Physical Medicine and Rehabilitation revela que este el Taichi mejora la circulación sanguínea. En un estudio de la Universidad Nacional de Taiwán, en un año de práctica de Taichi mejoró significativamente la salud: disminución de la presión arterial, mejora de los niveles de colesterol HDL, triglicéridos, insulina y proteína C reactiva en personas con alto riesgo de enfermedad cardíaca. El estudio, que se publicó en 2008 en el Diario de Medicina Alternativa y Complementaria, no encontró mejoría en un grupo control que no llegó a practicar Taichi. Ya en 1968 algunos médicos occidentales, como el cardiólogo Louis Brinberg, recomendaban practicar Taichi Chuan como método de ejercicio suave y diario aconsejable para pacientes cardíacos. Muchos hospitales del planeta están demostrado una lentitud vergonzosa a la hora de seguir el consejo de éste y otros muchos científicos.... Referencia bibliográfica: COHEN, KENNETH S. (2004). “El Camino del Qigong: el arte y la ciencia de la curación energética china” (cap. 9). Ed. La Liebre de Marzo. «El sabio siempre gana porque no compite». «Un viaje de mil millas comienza con el primer paso». (Lao Tsé) Muchas veces la visión inexperta de una persona que está iniciándose en el mundo del Taichi Chuan no ve mas allá de la defensa personal, la aplicación de la técnica o la visión de que se trata de una simple danza, entre otras. Otras veces ciega su estudio con el deseo de reconocimiento por cinturones, rangos y diplomas. Esto no hace mas que desviarlo del verdadero sentido de las Artes Marciales en general. Uno de los aspectos más importantes en la mentalidad de un practicante de Taichi Chuan es que debe basar sus objetivos acorde con las leyes naturales, intentando no desviarse del camino natural y buscando siempre un sentido y propósito elevado en su entrenamiento diario, uno que se base en desarrollar un buen corazón, sentimiento de creación y desarrollo interior. En el Taichi Chuan podríamos realizar, entre muchísimas más, la siguiente clasificación de pasos o niveles 1. El practicante. Basa su entrenamiento en el aprendizaje de la estructura, el movimiento y la repetición. En esta etapa el aprendiz a practicante se dedica, sobre todo, a imitar y copiar al instructor. Es una etapa muy gratificante, ya que todo es un descubrimiento fascinante para él. Esta etapa es crucial, ya que el practicante puede o entusiasmarse y seguir su entrenamiento intuyendo el camino que tiene por delante o, por el contrario, aparecer la frustración, desesperarse y darse por vencido, dejando la práctica. Por ello uno de los conceptos clave en esta etapa será la de desarrollar coraje y paciencia, así como el optimismo y el compañerismo. 2. El estudiante. Quienes están en esta etapa basan su entrenamiento tanto en la práctica como también en la teoría y los conceptos. El aprendiz a estudiante comienza a comprender, poco a poco, que sin un estudio y reflexión de lo que hace jamas podrá aspirar a comprender el arte que practica. En esta etapa pueden surgir inquietudes, deseos de superación, ganas de aprender nuevas técnicas y movimientos sin dejar de perfeccionar los ya aprendidos. También es clave el desarrollo de lazos entre estudiantes de una misma escuela, que lleva a la cooperación y la ayuda entre ellos. Su devoción es hacia el conocimiento y su concepto clave a desarrollar será la concentración, la resistencia y la paciencia. 3. El discípulo. El discípulo, además de la práctica, la teoría y los conceptos, basará también su estudio en la disciplina y lealtad a la escuela y al maestro, así como al linaje del que éste procede. El aprendiz a discípulo debe caracterizarse por una constante intención de ayudar a su escuela y sus estudiantes, apoyando en todo momento al maestro. Comprende que aún no tiene la habilidad de ver claramente el camino y, por tanto, se deja guiar. Su devoción será hacia la disciplina y el respeto al maestro, a la escuela, al linaje y al resto de estudiantes, clave para desarrollar una importante característica de cualquier artista marcial: la humildad. 4. El artista marcial. Tras años y años de correcta práctica y estudio de la teoría y los conceptos, estudiantes y discípulos comenzarán a basar su estudio, además de en todo lo anterior, en la aplicación del conocimiento en cada técnica, buscando la perfección de la misma y la mayor suavidad y relajación del movimiento. Además, se interesarán por aspectos más filosóficos y espirituales del Taichi Chuan y su interrelación con la parte técnica. El aprendiz a artista marcial refuerza su conexión a través del linaje marcial, comprendiendo que la evolución solo es posible a través de la armonía de ciertos valores (historia, tradición, filosofía, disciplina/respeto y técnica) y su conexión con la fuente primigenia (el maestro y el linaje). Por tanto, el artista marcial comienza a comprender que el verdadero sentido del Taichi Chuan es la lealtad al arte y su filosofía, desarrollando la benevolencia y la compasión. Su devoción será a la naturaleza de los opuestos complementarios del Yin y Yang y su concepto clave sera la honestidad. 5. El maestro. Basa su estudio en la filosofía del Taichi Chuan y su propio desarrollo de credo marcial. El aprendiz a maestro volverá sobre sus antiguos pasos en revisión y fortalecimientos de sus estructuras mas básicas, comprendiendo que la naturaleza del experto es el espíritu del principiante. Buscará, además, transportar cada enseñanza a su vida personal como una nueva cultura, forjando su personalidad y transformando sus códigos morales, y desarrollando un sentido especial por la perfección en los detalles mas ínfimos. En esta etapa pensamiento y acción pueden volverse uno, el sosiego se adueñará de su espíritu y el silencio será una nueva forma de comunicación con el mundo. El maestro ya no pensará en victorias o derrotas, y pronto dejará de existir como individuo y se volverá uno con el Arte. Su devoción será hacia el Wu Wei (hacer sin hacer) y sentirá la necesidad de compartir con otras personas todo lo vivido, teniendo de este modo alumnos y estudiantes, comenzando así nuevamente el ciclo. Como he comentado, podrían hacerse decenas de clasificaciones, sobre todo a un nivel mucho más técnico. Aquí me he centrado, sobre todo, en cuestiones quizá de carácter más emocional y de evolución de cualquier artista marcial.
El Taichi Chuan es un arte que, como todo, requiere disciplina, paciencia y tiempo. Si se dan estas características y se trabaja con amor, pasión y respeto, se va avanzando sin darse uno cuenta, reportando multitud de beneficios y maravillosas experiencias. (Adaptación libre de "Los 5 Estados de Evoluciòn Moo Do") Anoche encontré varios vídeos de una conferencia con motivo del 20º Aniversario del Centro de Taichi "Tres Armonías" de Oviedo, y me llamó poderosamente la atención la intervención de Luis Soldevila hablando, en mi opinión de forma acertada, sobre los tópicos del Taichi Chuan.
Algunos de los tópicos de los que habla me parecen muy interesantes:
- El Taichi tal y como lo conocemos, dejando aparte las leyendas (Zhang Sanfeng) y tomando sólo datos históricos (Chen Wangting), nace en China aproximadamente en el s. XVII, es decir, NO es milenario. No obstante, que algo sea o no milenario no quiere decir que sea mejor o peor. De hecho Luis Soldevila comenta que una de las cosas más importantes del Taichi es EL CAMBIO: algo que no cambia y se renueva en 1000 años no puede ser muy bueno; el cambio es bueno y es importante. - En el Taichi, a diferencia de otros muchos artes marciales, ha habido intelectuales casi desde el principio: no sólo eran luchadores, sino también eruditos que escribían, estudiaban, publicaban libros y tratados y, generación tras generación, se dedicaban a mejorar el arte. De hecho este arte marcial se halla en continua evolución gracias a que hay gente que, además de practicarlo, piensa y lo plasma por escrito. - En el Taichi, como en el resto de Artes Marciales, hay grandes maestros... y grandes farsantes; los más grandes maestros son aquellos que "no se sienten cómodos" siendo llamados de esta forma. Maestro no te nombras tú, te nombran los demás. Mucho cuidado con aquellos profesores que se autodenominen a sí mismos "maestro" o quieran que se les hable usando esta coletilla. - Un buen profesor/instructor es el que reconoce que no lo sabe todo y, cuando le preguntan algo que desconoce, es capaz de decir «no lo sé, pero le puedo preguntar a alguien que sí». Los que "saben todo" no saben tanto como quieren hacer creer. - Los chinos sí enseñan, más bien somos nosotros los que, muchas veces, no sabemos observar y aprender. Asimismo, según la tradición china, eres tú el que debe demostrar al profesor que quieres que te enseñe, no al contrario. - Otro tópico es que el Taichi, cuanto más despacio se realice, mejor. Realmente puede hacerse más lento o más rápido, pero lo importante es que haya fluidez y se vea la intención, energía, calidad del movimiento, etc... La lentitud a lo que ayuda es a poder respirar más profundamente y mejor, a entrar en estados meditativos y es necesaria para poder dar tiempo a la mente a conectarse al cuerpo, que se vayan creando conexiones neuronales. - El Taichi puede hacerse en grupo, pero también debe poder hacerse solo. De hecho, Luis Soldevila cita a un maestro al que entrevistaron que decía que ir a clase de Taichi no es practicar, en el sentido de que después de ir a clase hay que hacer los deberes. Un practicante de Taichi debe ser capaz de realizar las formas y movimientos sin la presencia del profesor o de más compañeros. Habla de lo frustrante que es para un profesor de Taichi que un alumno suyo le "necesite" para poder hacer algo. - Hace años la gente pensaba que el Taichi era una especie de disciplina relacionada con el New Age, el Cosmos, el Universo... Ahora está surgiendo una corriente «cargada de testosterona» que se dirige hacia el polo opuesto, hace un Taichi muy físico y afirma que si no haces combate ni eres muy bueno con la aplicaciones marciales, no haces " verdadero Taichi". Luis Soldevila afirma acertadamente que la marcialidad debe estar presente en el Taichi, por supuesto, pero eso no quiere decir que debas ser capaz de pelearte con alguien en la calle; no por ser "más o mejor luchador" tienes mayor nivel o sabes más de Taichi. Luis Soldevila es profesor de Taichi Chuan estilo Chen en la Asociación del Círculo del Retiro de Madrid y uno de los responsables de la Revista Tai Chi Chuan. El próximo domingo 13 de Julio, de 10:30 a 12:00h, impartiré un pequeño taller de Introducción al Taichi Chuan estilo Chen.
Tendrá lugar en el Instituto Valenciano de Terapias Naturales, situado en C/Xátiva 4, Esc Izq 1-1 (Valencia). El precio lo pones tú: puedes hacer una aportación voluntaria pagando lo que te parece que vale o lo que honestamente puedas. Veremos algunos de los principios básicos del Taichi Chuan del estilo Chen y realizaremos varios ejercicios sencillos de Chan Si Gong (desenrollar seda) para introducir al alumno en esta disciplina. Del 1 al 7 de Agosto de 2014 Lezuza (Albacete) Por: Félix Castellanos Olivares (5ª generación del estilo Chen de Pekín) Un interesante retiro de verano donde podrás iniciarte o profundizar en la práctica del Taichi Chuan (Taiji Quan) del estilo Chen de Pekín (Xinjia) y Chikung (Qigong) terapéutico.
La Escuela Tantien de Valencia sigue el programa del Instituto Chino de Medicina Tradicional y Wushu, cuyo presidente es el Dr. Wang Xiaojun de la Universidad de Deportes de Pekín. La tradición, el arte y la ciencia son la base fundamental del sistema. Podrás encontrar toda la información aquí. Este verano... ¡¡anímate y concédete una pausa para darle años a la vida y vida a los años!! La semana pasada visitó El Hormiguero el neurólogo y fisiólogo valenciano Álvaro Pascual-Leone, profesor de neurología en la Harvard Medical School y una de las figuras más destacadas del panorama internacional en la investigación acerca de cómo funciona la plasticidad neuronal y cómo se puede aplicar la estimulación magnética transcraneal con finalidades terapéuticas. En el programa el Dr. Pascual-Leone habló de la Reserva Cerebral o Funcional, un concepto ligado a la Reserva Cognitiva que se refiere a la capacidad del cerebro de dedicar recursos a diferentes cosas a la vez de forma flexible. Entre otras cosas, afirmó que «la Reserva Cerebral o Funcional se puede mejorar haciendo Taichi». El próximo viernes 27 de junio Escuela Tantien de Valencia da la Bienvenida al Verano con un encuentro de Chikung y Taichi en la Playa de Las Arenas (junto al Hotel Las Arenas).
El evento comenzará a las 20:00h. Después, sobre las 21:30h, cena de sobaquillo Animo a participar a todo aquel que lo desee y a invitar a amigos y familiares. Más información aquí. «Las sonrisas tienen una ventaja por encima de todas las otras expresiones emocionales: el cerebro humano prefiere rostros felices, los reconoce más presta y rápidamente que aquellos con expresiones negativas, un efecto conocido como 'la ventaja del rostro feliz'» (Daniel Goleman) Una de mis mejores amigas me dijo una vez que «las sonrisas, los abrazos y los besos son gratis». Reír y sonreír tiene un efecto positivo en nuestra vida y nuestro bienestar; sin embargo, a medida que nos vamos haciendo adultos, tendemos a ir perdiendo esta maravillosa costumbre. Desde el punto de vista físico-emocional (que se trabaja también desde el Taichi y el Chikung) sonreír es mucho más que un simple placer o una manera de mostrar un estado de ánimo. De hecho hay bastantes investigaciones que resaltan los beneficios, también para la salud, de este maravilloso hábito: sonreír ayuda a liberar tensiones, a alargar la vida y, al reírnos, generamos una importante oxigenación de los pulmones que ayuda a desarrollar la actividad cardiovascular. Otros estudios demuestran que reír puede utilizarse, también, para minimizar el dolor: reír ante una situación que nos causa daño (sobre todo emocional, pero también muchas dolencias físicas) nos ayuda a recuperarnos del mismo. Para explicarlo existe la Teoría de la Retroalimentación Facial, que señala que el movimiento facial puede influir en la experiencia emocional, de forma que si el cerebro percibe una sonrisa en nuestro rostro, es como si sintiese que todo anda mejor y, a su vez, emite señales de recuperación liberando endorfinas. Las endorfinas son responsables de hacernos sentir felices y de ayudarnos a bajar los niveles de estrés; cuanto más se estimula el cerebro para liberar esta sustancia química, más felices y relajados nos sentimos. Por tanto, las endorfinas también actúan como analgésicos naturales del cuerpo. Con el incremento de las endorfinas se reduce el cortisol, conocida como hormona del estrés. El cortisol es más activo cuando nos sentimos estresados o ansiosos y contribuye a los sentimientos desagradables que experimentamos. Bajando los niveles de cortisol podemos reducir estos sentimientos negativos. Reír expande también los pulmones, estira y relaja los músculos del cuerpo y estimula la homeostasis. Esto ejercita el cuerpo, repone el oxígeno de las células y nos permite obtener todos los beneficios de ejercitar el cuerpo. Por otra parte, reír ayuda a liberar emociones: una buena carcajada puede ayudar a desbloquear emociones, especialmente las que tendemos a mantener reprimidas en nuestro interior. Todo se ve desde otra perspectiva mucho más positiva después de una buena risa. Esto también es beneficioso en nuestras profesiones, en la construcción de relaciones saludables con nuestros compañeros y amigos, en el trabajo, con la familia..., de modo que reír y sonreír tiene, también, implicaciones sociales positivas. Además, sonreír nos hace más atractivos y nos hace parecer más accesibles. También esto está relacionado con el aumento de la confianza: una persona alegre es constantemente vista como una persona más segura y con la autoestima alta, según los expertos. En el ámbito social, la risa es una poderosa fórmula ante el miedo al ridículo y la timidez. Asimismo, una sonrisa pone en movimiento cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago. Diversas investigaciones revelan que 20 segundos de risa equivalen a 3 minutos de ejercicio físico y 5 minutos de carcajadas equivalen a 45 minutos de ejercicio, lo que beneficia considerablemente el sistema cerebral, digestivo, nervioso, cardíaco y muscular. Además, la risa reduce el colesterol en la sangre. Es también destacable el hecho de que las personas que ríen suelen vivir más años y, de hecho, son más felices. Un estudio publicado el 2010 en la revista Psychological Science reveló que la sonrisa alarga la vida. Según este estudio, las personas que no sonríen viven un promedio de 75 años, mientras que las que lo hacen plenamente viven una media de 80 años. Con la sonrisa también liberamos adrenalina (componente que incrementa la creatividad y la imaginación), dopamina (que favorece la agilidad mental) y serotonina (que posee efectos calmantes y disminuye el hambre y la ansiedad). Sabiendo todo esto..., ¿por qué no sonreír a la vida? Reír más a menudo no sólo nos hará sentir mejor, sino que también nos hará más propensos a sonreír y reír de manera más espontánea. :D La risa tiene un valor terapéutico muy importante. En el Chikung, por ejemplo, se realizan trabajos y meditaciones de sonreír y de llevar, también, la sonrisa a zonas determinadas de nuestro cuerpo y/o a nuestros órganos internos. Este trabajo es conocido como la Sonrisa Interior, del que hablaré más adelante en otra publicación. Relacionado con todo lo que he contado contaré una anécdota: hace varios meses me ocurrió algo relacionado con esta magnífica filosofía de vida. Paseando hacia Alboraya (Valencia) me percaté de una bella estampa sobre mí (fotografía de la izquierda) y me planteé si quizá el cielo me estaba "invitando" a ir en esa dirección. A los pocos minutos de desviarme de mi camino previsto y seguir a ese conjunto de nubes que parecían señalar un punto perdido en el horizonte, me crucé con un simpático hombre, pequeñito y de unos 80 años aproximadamente que, con una enorme sonrisa en su rostro y saludándome con la mano extendida, me dijo: «Eyyyy, adéuuuu!!». No nos conocíamos de nada. Ninguno de los dos sabíamos de la existencia del otro. Él no me recordará. Sin embargo, este peculiar hombre me regaló uno de los mayores tesoros que cada uno de nosotros poseemos y que podemos, como él, regalar gratuitamente: una sonrisa. Una antigua conocida, con la que afortunadamente ya no mantengo la relación, solía repetir la frase «sonríe, esto confunde a la gente». Por supuesto que no me refiero a este tipo de sonrisas: no hablo de sonrisas falsas e hipócritas, sonrisas de fachada, de esas que algunos ponen por obligación o incluso, a veces, con segundas intenciones o intereses ocultos... Estoy hablando de sonrisas que nacen del alma, que se dan con el corazón y que se contagian con facilidad; sonrisas gratuitas que hacen de este mundo un lugar mejor, que alegran a la gente y abren la puerta a una felicidad verdadera. Un gesto tan simple y sencillo como una sonrisa puede ser clave en la vida de una persona. ¡No lo dudes ni por un instante! Cada mañana, cuando amanezcas, sonríe. Incluso antes de levantarte de la cama. No hagas nada en tu día sin haberte regalado antes una sonrisa. ¡Simplemente sonríe! Volviendo a mi historia, ese día hice el resto del camino sonriendo. Durante mucho tiempo me pregunté -y aún sigo haciéndolo- a cuántas personas habría contagiado la sonrisa del señor, a cuántas lo habría hecho la mía y, a su vez, de todos ellos, cuántos habrían contagiado también la suya. Como un efecto dominó. Y tú..., ¿a cuántas personas puedes contagiar con tu sonrisa? No lo olvides. ¡¡Simplemente sonríe cada día!! Manuel Rodríguez Salvador «Cuando le sonríes a la vida,
la mitad de la sonrisa es para tu rostro y la otra mitad para el rostro de otra persona» (Proverbio tibetano) La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es un trastorno pulmonar que se caracteriza por la existencia de una obstrucción de las vías aéreas generalmente progresiva e irreversible. Se encuentra una mayor incidencia en personas expuestas al humo del tabaco y produce como síntoma principal una disminución de la capacidad respiratoria, que avanza lentamente con el paso de los años y ocasiona un deterioro considerable en la calidad de vida de las personas afectadas, pudiendo ocasionar una muerte prematura La prevalencia mundial de la EPOC oscila entre el 5 y el 10%. Ha aumentado en las últimas décadas y es más frecuente en hombres que en mujeres dada la mayor prevalencia de tabaquismo en los hombres, aunque esto se espera que cambie en las próximas décadas. En España se han realizado varios estudios epidemiológicos con base poblacional, obteniendo una prevalencia global de 9,1% (el 14,3% en hombres y el 3,9 %en mujeres). Según un estudio piloto realizado en 2010 y publicado en la revista Respiratory Care, la práctica del Taichi puede ser beneficiosa en pacientes con EPOC con intensidad de moderada a grave. Para esta investigación, se llamó aleatoriamente a 10 pacientes con EPOC, divdiéndolos en dos grupos: el primero recibió dos clases semanales de Taichi de una hora de duración durante 12 semanas, haciendo hincapié en el movimiento suave y relajado, la meditación y las técnicas de respiración; el segundo siguió el tratamiento habitual. También se llevaron a cabo entrevistas cualitativas a estos pacientes con respecto a su experiencia realizando Taichi. A las 12 semanas se observó en los pacientes que habían practicado Taichi una mejoría significativa en la puntuación del cuestionario respiratorio con respecto al grupo que no realizó Taichi. El estudio completo puede verse aquí. Asimismo, según una investigación del Hospital General Concord Repatriation junto con la Universidad de Sydney (Australia), practicar Taichi puede mejorar la capacidad y la calidad respiratoria en personas con EPOC. El estudio ha sido publicado en European Respiratory Journal.
Los investigadores dividieron para sus investigaciones a un grupo de 42 personas con EPOC: medio grupo recibió clases de Taichi dos veces por semana, así como práctica en su casa; la otra mitad del grupo realizó un seguimiento médico que no incluía ejercicio. Antes de esto, los investigadores probaron la capacidad de ejercicio de todos los participantes a través de un test de caminar y se les realizó el Chronic Respiratory Disease Questionnaire, que da una indicación de cómo la enfermedad afecta a su calidad de vida. Comparado con el grupo que había completado el tratamiento médico sin ejercicio, los participantes que practicaron Taichi caminaban mucho más que aquellos que no habían realizado ejercicio, además de mejorar su calidad de vida en general según el cuestionario, que se les realizó de nuevo posteriormente. La autora del estudio asegura que «en un tiempo en el que sólo aumentan las personas diagnosticadas con EPOC, es importante proporcionar otras opciones para practicar ejercicio a la medida de cada paciente. El Taichi puede ser una alternativa a los programas habituales de ejercicio para la rehabilitación pulmonar». Los resultados proporcionan evidencia convincente de que el Taichi es un programa de capacitación eficaz para los pacientes con EPOC, y se podría llegar a considerar como una alternativa a los programas de formación habituales de ejercicio que están disponibles en la rehabilitación pulmonar. La investigación está disponible en el European Respiratory Journal. Formación de Profesores de Taichi Chuan 2014 - 2016, impartida por Félix Castellanos Olivares, 5ª generación del estilo Chen de Pekín (Xinjia). La reunión informativa tendrá lugar: - el 20 de Junio de 2014 de 18:30 a 19:30 horas - el 26 de Septiembre de 19:00 a 20:00 horas. Toda la información la puedes encontrar entrando en la web de Escuela Tantien. Los días 5 y 6 de Julio de 2014 tendrá lugar el XII Encuentro de Taichi Chuan de Madrid, organizado por la Asociación Cultural y Deportiva del Círculo del Retiro.
A lo largo del sábado 5 habrá talleres gratuitos a cargo de distintos profesores y expertos. Durante la mañana del domingo 6 se realizarán exhibiciones a cargo de distintos grupos y escuelas. Más información en: Círculo del Retiro La práctica correcta del Taichi y el Chikung aumenta el número y la capacidad de linfocitos T, aumenta los anticuerpos y el número y actividad de los glóbulos blancos. Asimismo, estimula y equilibra las secreciones endocrinas en todo el organismo, sobre todo en el eje pituitaria-suprarrenales, aumentando así la respuesta inmunitaria e incrementa la actividad de la médula ósea, que produce glóbulos blancos. Alguno podría pensar que esto no es más que palabrería barata o ciencia-ficción; sin embargo, cada vez hay más estudios e investigaciones que van demostrando los efectos beneficiosos del Taichi y el Chikung en la salud. Por ejemplo los estudios realizados por Wang J.M. y Xu H.F. (1984) y Hu Hai Chang (1989), demuestran que practicar Chikung aumentan las defensas de su organismo, potenciando el Sistema Inmunitario estimulando la producción de linfocitos T y B, tan necesarios para defendernos de las agresiones externas y de las enfermedades. También en una investigación del 2007 sobre los efectos del Taichi en el adulto mayor, investigadores de la Universidad de California descubrieron que practicar Taichi fortalecía al Sistema Inmunitario de sus practicantes a niveles comparables a los de haberse vacunado contra el virus de Varicela-Zoster. «Estos hallazgos son emocionantes porque los resultados positivos del estudio también tienen implicaciones para otras enfermedades infecciosas, como la gripe y la neumonía. Como los adultos mayores con frecuencia muestran respuestas protectoras reducidas a las vacunas, este estudio sugiere que el Taichi es un método que podría complementar y aumentar la eficacia de otras vacunas, como la de la gripe» (Dr. Michael Irwin, profesor de Psiquiatría e investigador del Instituto Semel de Neurociencia y Conducta Humana en la Facultad de Medicina de la Universidad de California) Me apetece compartir también un extracto del libro "El Camino del Qigong", KENNETH S. COHEN, bastante relacionado con lo anterior:
«El Qigong (Chikung) siempre ha sido considerado como un sistema de curación psicofísico que mejora el Sistema Inmunitario. Aunque el concepto "sistema inmunitario" es moderno, el término chino clásico "bu qi, bu xue" ("tonificar el qi y la sangre") tiene unas connotaciones muy similares. De acuerdo a la Medicina China, cuando el qi y la sangre son fuertes tenemos más capacidad para luchar contra las infecciones y las enfermedades. La prueba más incontestable del efecto potenciador de la inmunidad que tiene el Chikung se encuentra en la investigación del cáncer. En China, el Chikung se receta normalmente como adjunto a la quimioterapia y a la radiación. Se sabe que atenúa los efectos secundarios de estas terapias. El Chikung es recomendado con frecuencia como terapia primaria en casos de cáncer avanzado, inoperable y sin tratamiento médico. En estos casos, el Chikung puede aliviar el dolor y otros síntomas, así como hacer más lento el progreso de la enfermedad. En casos muy raros, la práctica del Chikung puede resultar en una remisión a largo plazo. (...) Un estudio clínico, dirigido por Sun Qizhi y Zhao Li en el Hospital Guang'an Men de Pekín comparó la eficacia de dos formas de terapia del cáncer: el tratamiento con medicamentos comunes comparado con las medicinas combinadas con la práctica del Chikung. (...) Observando los cambios en los síntomas, peso corporal e índices inmunológicos comunes, los investigadores hallaron resultados reveladores...». La "respiración de los dos mil días", conocida también como "respiración fresquito-calorcito", es la base del método de Peter Yang. Es un método natural que se practica cada día a la misma hora y en el mismo sitio durante dos mil días. La posición es sentado en una silla, o en el suelo sobre un cojín. A partir de la respiración fresquito-calorcito se sigue un camino que consta de seis etapas y que nos guiará de vuelta al origen. Al principio se cuentan las respiraciones: inspirar-espirar 1, inspirar-espirar 2, inspirar-espirar 3, y así sucesivamente, lo que permite darse cuenta que cada respiración es diferente de la anterior y de la siguiente, la atención se focaliza y no se pierde en cosas mundanas. La segunda etapa consiste en seguir y acompañar el aire de forma fina y sutil, la tercera en parar y controlar el aire, la cuarta en expandir y contemplar, la quinta volver a uno mismo con la respiración, y finalmente la última etapa consigue alcanzar el estado fetal para volver al punto de origen. Cuando el practicante experimenta las seis etapas, entonces está preparado para seguir el método de respiración de los dos mil días, que requiere un protocolo que se desarrolla durante siete ciclos. Cuando se ha completado el proceso, donde va la mente llega el aire, y donde llega el aire, llega la mente. Primer Ciclo − 100 días. 100 respiraciones diarias de fresquito-calorcito. − 100 días. 100 respiraciones diarias igualando la inspiración con la espiración. − 100 días. 100 respiraciones diarias tomando consciencia de la circulación y continuidad del aire. Segundo Ciclo − Dirigir la atención al Dan Tian o Centro Vital, para formar una bola de energía. − 100 días. 100 respiraciones diarias de fresquito-calorcito. − 100 días. 100 respiraciones diarias igualando la inspiración con la espiración. − 100 días. 100 respiraciones diarias tomando consciencia de la circulación y continuidad del aire. Tercer Ciclo − 300 días. Expandir la bola como si fuera un globo por todo el tronco (en tres fases). Cuarto Ciclo − 300 días. Expandir la bola como si fuera un globo a la cabeza y extremidades (en tres fases). Quinto Ciclo − 300 días. Expandir la bola hasta los poros de la piel. A partir de los 1500 días de práctica la bola empieza a dominar la respiración. La mente solo acompaña el aire puro y entonces se confunde con el espíritu. Sexto Ciclo − 100 días. Circulo Menor en la columna. − 100 días. Circulo Mayor de la cabeza a los pies. − 100 días. Circulo transversal en la cintura. Séptimo Ciclo − 100 días. Expandir el círculo a toda la habitación. − 100 días. Expandir el círculo a 5 kilómetros. La práctica incrementa la energía vital y reduce el número de respiraciones completas. Lo importante del método es sentir, disfrutar, estar atento, nunca forzar o insistir para conseguir. No es un llegar sino un disfrutar del camino. La vida depende del movimiento del corazón y es a través de la respiración que se puede controlar el corazón. No se puede retener lo que no es tuyo. Cuando consigues distanciarte de la respiración, disfrutas al observar lo que sucede en el cuerpo, los movimientos, la respiración, las sensaciones de calor o frío, los bloqueos, los puntos donde se acumula más energía vital. Te dejas llevar por el ciclo respiratorio, su vaivén y las sensaciones de libertad que genera. El espacio entre la inspiración y la espiración es donde triunfa la no acción y las sensaciones son más plenas y extensas. La libertad de no acción aporta plenitud y claridad. «La clave está en tomar consciencia del aire que se respira. Es muy fácil, solo hay que sentir el aire fresco, “fresquito”, que se inspira y el aire cálido, “calentito”, que se espira por la nariz. Es como una ventana abierta, siempre hay un contraste entre la temperatura del cuerpo y la del medio ambiente. Al principio cuesta sentirla porque la mente está dispersa. Hay que prestar atención a la respiración, especialmente en la zona del entrecejo, pero sin tensión, hay que absorber pero sin distraerse, contemplar con los cincos sentidos y realizar el movimiento respiratorio sin esfuerzo. Habitualmente se practica durante media hora al día. Al cabo de varias semanas se puede observar que hay un número de respiraciones que se repite o se asemeja, por lo que se convierte en la graduación de un termómetro que mide el estado de tranquilidad, si la cantidad aumenta hay ansiedad y si disminuye indica que se está en calma. La práctica constante de la respiración fresquito-calorcito produce cambios en el practicante. Se consiguen estados de conciencia alterada que nadie ha imaginado.» (Peter Yang) «El aliento ha de adentrarse en nosotros como si de piedras preciosas se tratase, sin que quede un sólo rincón a donde no puede llegar» (Proverbio chino) La práctica correcta del Taichi Chuan y el Chikung se compone de tres procesos de regulación (三调 - Sān Tiáo), en los que cuerpo, respiración y mente interaccionan entre sí buscando una armonía entre ellos. Este artículo se centrará en la Regulación de la Respiración (调吸 - Tiáo Xī). El proceso de la respiración es uno de los grandes milagros de la existencia. Respirar es vivir. La respiración es una cadena que une y conecta todos los acontecimientos de nuestra vida, desde el principio (el nacimiento) hasta el final (la muerte). La mayor parte del tiempo no estamos en contacto con ella pero, aunque olvidada, la respiración está siempre ahí, fluyendo de forma continua como el agua de un río. Una buena respiración es necesaria para gozar de buena salud física y emocional. El aire es una de las fuentes fundamentales de Qì[1] del cuerpo; mejorar nuestra respiración nos lleva a mejorar nuestro Qì. Los altos niveles de estrés en nuestra sociedad, determinados tipos de vida, el ritmo acelerado o la falta de ejercicio crean una tendencia a respirar rápidamente y de forma superficial, llevando cada vez más a un tipo de respiración incompleta, principalmente torácica, que al concentrar la energía únicamente en la parte alta del cuerpo facilita el aumento del estrés y las tensiones musculares y provoca que el oxígeno se distribuya de manera desigual por las distintas partes del organismo. Cuando el cuerpo se relaja, el corazón late con más lentitud y regularidad, la mente se aquieta y el ritmo respiratorio desciende; siendo éste de unas 16 respiraciones por minuto (rpm) de media en los adultos, se sabe que aquellas personas que habitualmente realizan algún trabajo relacionado con conciencia respiratoria y corporal suelen tener unas 10 rpm aproximadamente, llegando en muchos casos, y si la persona respira correctamente y está mental y físicamente relajada, a las 5 rpm. Esto garantiza una aportación adecuada de oxígeno a cada rincón de nuestro cuerpo y puede ayudar a alargar y mejorar la calidad de vida. Dicen los chinos que «con cada ciclo respiratorio se va un poco de vida». Desde el punto de vista de la Filosofía Taoísta y la Medicina Tradicional China (ambas íntimamente relacionadas con el Taichi y el Chikung), la respiración representa un elemento nutritivo más importante aún que el obtenido de los alimentos. De hecho podemos vivir más de un mes sin alimento, alrededor de una o dos semanas sin agua, pero sin aire moriríamos en pocos minutos. Muy poca gente hoy en día presta la debida atención a la respiración como un medio para mantener la energía y la buena salud. Existen multitud de disciplinas milenarias que enseñan a tomar conciencia de nuestra respiración y regularla. En Taichi y Chikung, excelentes instrumentos para aprender a hacerlo correctamente, los movimientos corporales siguen el ritmo respiratorio, haciendo que, con la práctica, los pulmones adquieran mayor capacidad y la respiración se vuelva más profunda y lenta, descendiendo así la velocidad de los movimientos, consiguiendo calma mental y recuperando energía. La propia palabra «Chikung» (氣功 - Qì Gōng), que significa «trabajo de la energía vital», se ha traducido muchas veces como «ejercicios respiratorios». Antiguamente en China este arte era también conocido como «exhalar lo viejo y absorber lo nuevo» (吐故纳新 - tǔ gù nà xīn), que parece una descripción del intercambio de gases que se da durante el proceso respiratorio. Para aprender a respirar correctamente, en un primer momento hemos de conocer y observar (观 - Guān) nuestro propio proceso respiratorio; la observación de la respiración es, en sí misma, un ejercicio de Chikung. El simple acto de observar la respiración la puede comenzar a cambiar. Para hacer este “autoexamen” podemos hacernos las siguientes preguntas: «¿cómo noto mi respiración? ¿Es suave o agitada, profunda o superficial, limpia o turbia, ligera o pesada, silenciosa o ruidosa, cómoda o difícil? ¿Dónde respiro? ¿Cómo entra y sale el aire? ¿Puedo sentir cómo pasa por las fosas nasales, tráquea, dentro y fuera de los bronquios y pulmones? ¿Respiro por la nariz, la boca o ambas? ¿Siento la respiración circulando por pecho, espalda, abdomen u otra parte del cuerpo? ¿Qué partes de mi cuerpo se mueven con la inspiración y con la espiración? ¿Qué ritmo respiratorio llevo? ¿Cuántas veces respiro por minuto?». Es importante llevar a cabo esta observación sin juzgar o criticar. Con la práctica, una respiración normal puede llegar a ser también una Respiración Natural (顺呼吸 - shùn hūxī). En el Taichi y el Chikung usamos normalmente la llamada Respiración Abdominal (腹式呼吸 - fùshì hūxī), en la que se moviliza el diafragma torácico, el abdomen, la zona lumbar y renal y las costillas bajas. Este método conserva la energía, fortalece y tonifica los músculos abdominales, masajea los órganos internos y crea condiciones más favorables para la absorción del oxígeno y la liberación del dióxido de carbono. Los rayos X han demostrado que los practicantes de estas disciplinas mueven su diafragma de manera tres o cuatro veces más amplia que la mayor parte de las personas, indicando que están respirando de forma más plena. Cuando en la I Conferencia Mundial para el Intercambio Académico de Chikung Médico (Pekín, 1988) se estudió a practicantes de Chikung experimentados mediante una pantalla fluoroscópica mientras practicaban Zhàn Zhuāng[2], se comprobó que el movimiento de su diafragma aumentó de manera significativa mientras que su frecuencia respiratoria disminuyó. Existen dos modalidades de respiración abdominal. En primer lugar tenemos la Respiración Abdominal Normal (顺腹式呼吸 - shùn fùshì hūxī), llamada también Respiración Natural. De hecho la palabra china «shùn» (顺) nos da una pista, pues significa «que fluye, que va a favor de la corriente de la naturaleza». Al inspirar, el diafragma se contrae y desciende, expandiendo el abdomen, la zona lumbar y la renal, lo que hace que el volumen de los pulmones aumente; durante la espiración el diafragma se relaja y asciende, mientras que el abdomen, la zona lumbar y renal se retraen de forma natural y el aire es empujado hacia el exterior. La mayor parte del movimiento de la respiración está en el abdomen pero se expande sutilmente por la cavidad pectoral; de hecho, respirando correctamente, sin bloqueos y trabajando la conciencia corporal y respiratoria, podríamos notar que la inspiración se expande por todo nuestro cuerpo, llegando al vértice de la cabeza (百会 - Bǎi Huì)[3] y a la planta de los pies (涌泉 - Yǒng Quán)[4]. Este tipo de respiración provoca la regulación del ritmo respiratorio y aumenta el volumen de ventilación pulmonar, lo que lleva, a su vez, a otros beneficios, como relajar toda la musculatura (tanto la superficial como la profunda), constituye una forma de masaje de los órganos internos, permite abrir los canales de Qì, reduce la ansiedad y el estrés, desarrolla la fuerza interna y hace que los vasos sanguíneos más finos, los capilares, se relajen y dilaten sutilmente con un mayor flujo de sangre, oxígeno y Qì. Por otra parte, en determinadas ocasiones se utiliza la Respiración Abdominal Invertida (逆腹式呼吸 - nì fùshì hūxī). Al inspirar el diafragma desciende lo máximo posible, el abdomen se contrae mientras la cavidad torácica se expande ligeramente y se contrae el periné, expandiéndose únicamente la zona lumbar y renal; durante la espiración el diafragma se relaja subiendo, el abdomen se distiende sutilmente, el pecho se cierra con naturalidad y la zona lumbar, renal y el periné se relajan y expanden de forma natural. Este tipo de respiración se usa en determinados ejercicios y movimientos como método para estimular el Qì y adquirir más control sobre los músculos respiratorios; en el estilo Chen de Taichi Chuan, por ejemplo, la Respiración Invertida se usa como método para desarrollar la potencia en puñetazos, patadas, sacudidas... Los pronunciados cambios de presión entre abdomen y pecho causados por este tipo de respiración aumentan notablemente el aflujo y el repliegue de la sangre y favorecen el efecto de bombeo del diafragma sobre la circulación venosa. Estos cambios de presión también dan masaje a los órganos internos y glándulas, aumentan la secreción de jugos gástricos y estimulan la peristalsis. No obstante, debe aclararse que una respiración sana implica que ésta se adapte y responda a las necesidades del cuerpo: no se respira igual estando tumbados en la cama que meditando, comiendo o corriendo. Por otra parte, muchas veces se relaciona erróneamente respiración profunda con respiración sana; no es lo mismo, ya que el aporte de oxígeno a cada célula de nuestro cuerpo depende más de la calidad de la respiración que de la cantidad de aire forzado a entrar en los pulmones en cada ciclo respiratorio. Por ello, debemos aprender a escucharnos y permitir que haya respuestas naturales de nuestro cuerpo a cada actividad. En Taichi y Chikung se dice que, salvo excepciones muy concretas, la respiración debe tener las siguientes cualidades:
Es destacable también, en estas disciplinas, la relación entre postura corporal, respiración y emociones. La respiración influye y se une a los procesos mentales, físicos y emocionales que se superponen e imbrican unos con otros sin que sea posible la separación. Cada emoción tiene un patrón respiratorio diferente: las emociones “negativas” (el miedo, la ansiedad, la depresión, la frustración, etc.) suelen tener un patrón respiratorio corto, entrecortado, es decir, respiramos poca cantidad de aire y sobre todo con la parte alta de los pulmones, nuestra espalda se encorva, nuestro pecho se hunde excesivamente, miramos hacia el suelo...; las emociones positivas (la alegría, el amor, la felicidad, etc.) tienen una respiración mucho más amplia, es decir, mayor aporte de oxígeno para nuestro cuerpo, lo que se ve también en una postura corporal más erguida, la mirada más viva, una sonrisa en el rostro… Existen numerosas pruebas experimentales que demuestran que la capacidad pulmonar de los practicantes de Taichi y Chikung suele ser mayor que la media, como los estudios del Hospital de la Amistad Sino-Japonesa de Pekín. Otros beneficios que aportan estas disciplinas a la respiración también fueron señalados en las observaciones clínicas que realizaron conjuntamente el Instituto de Investigación de Medicina Tradicional y el Hospital de Cirugía Torácica de Tianjin (China), en las que los investigadores midieron los efectos de un curso de Chikung de tres meses de duración combinado con una terapia con medicamentos comunes en pacientes que sufrían enfermedades respiratorias crónicas como bronquitis crónica, asma, enfisema y cor pulmonale; cuando se comparó con otro grupo que solamente había tomado medicamentos se comprobó que la terapia combinada era más eficaz en el alivio de los síntomas y en la mejora del estado general como, por ejemplo, apetito, sueño y energía. Hay muchas más investigaciones relacionadas con enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, en las que más del 80% de los pacientes mostraron claras mejorías, evidenciadas por una menor frecuencia, severidad y duración de los ataques (desapareciendo estos en muchos casos), menor utilización de medicamentos y una mayor capacidad para trabajos físicos. En el Hospital Nº6 de Shanghai, por ejemplo, se ha estado utilizando la práctica del Chikung desde 1956 como tratamiento primario en el asma bronquial con estupendos resultados. Otra investigación, en este caso del Departamento de Medicina del Hospital Ramathibodi de Tailandia, concluyó que los enfermos de asma pueden tener un mejor control de su respiración y mejorar su rendimiento deportivo gracias al Taichi. También hay estudios relacionados con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC): un estudio piloto realizado en 2010 y publicado en la revista Respiratory Care afirma que la práctica del Taichi puede ser beneficiosa en pacientes con EPOC con intensidad de moderada a grave; asimismo, según una investigación del Hospital General Concord Repatriation junto con la Universidad de Sydney (Australia) y publicada en European Respiratory Journal, practicar Taichi puede mejorar la capacidad y la calidad respiratoria en personas con EPOC. Con la práctica podemos hacernos cada vez más conscientes de nuestra respiración, experimentar las sensaciones que nos produce y usarla para afrontar distintos aspectos de nuestro día a día. Una vez que el cuerpo experimenta el placer de respirar de manera sana y relajada, ésta se va integrando poco a poco de forma natural. Gracias a la regulación de la respiración a través del Taichi y el Chikung podemos beneficiar nuestra salud en general, mejoraremos el funcionamiento y la eficiencia de nuestros órganos internos, seremos capaces de equilibrar nuestras emociones y podremos descubrir nuevas vías de crecimiento personal y espiritual. Decía Peter Yang (1921 - 2014), uno de los pioneros en la enseñanza del Taichi y el Chikung en nuestro país: «Debemos orar respirando y respirar orando. La vida es aire: si no notas el aire, no notarás la vida». Manuel Rodríguez Salvador [1] El Qì (pronunciado "chi”) es un principio activo que forma parte de todo ser vivo y que se podría traducir como "flujo vital de energía".
[2] “Poste Erguido”. Es una postura de Chikung estático consistente en permanecer en una postura fija durante un tiempo determinado para desarrollar cualidades como relajación activa, resistencia y fortaleza física, paciencia, respiración, control de los ejes corporales, etc. [3] Reunión de Cien (20VG). Punto de acupuntura fundamental en Chikung situado en el vértice de la cabeza. Calma el espíritu y abre la conexión con la energía del cielo (yang). [4] Manantial Burbujeante (1R). Punto de acupuntura fundamental en Chikung ubicado en la parte central y anterior de la planta del pie. Es una de las Cuatro Puertas y permite la conexión con la energía de la tierra (yin). Referencias bibliográficas - CASTELLANOS OLIVARES, FÉLIX. “Instrucciones tradicionales para Tàijí Quán y Qì Gōng”. Escuela Tantien (http://www.escuelatantien.com) - COHEN, KENNETH S. (2004). “El Camino del Qigong: el arte y la ciencia de la curación energética china” (cap. 9). Ed. La Liebre de Marzo. - LEWIS, DENNIS (1998). “El Tao de la Respiración Natural: el poder transformador de la respiración natural”. Ed. Gaia. |
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