Se dice del poste erguido que es una de las prácticas taoístas donde más evidente se hace el movimiento en la quietud: la postura es estática, sin movimiento corporal alguno, aunque internamente fluye el movimiento del qi, la sangre, la respiración e incluso el propio diálogo interno (Yu, 2012). En un curso que realicé sobre esta práctica, dirigido por Bhikkhu Analayo (2021), explicaba las tres dimensiones de la postura: • Dimensión corporal. Darse cuenta de los detalles y realizar los ajustes necesarios para, más adelante, simplemente descansar en la postura. • Dimensión energética. Observando el libre fluir de la respiración, sin tratar de cambiarlo, y permitiendo así que el qi fluya de forma totalmente natural. • Dimensión mental. Observar cómo aparecen pensamientos, impulsos, emociones, etc. Con el tiempo, la mente se va liberando de todo tipo de contenidos mentales para que poco a poco no se procese la experiencia, sino que sólo exista la experiencia en sí misma. Manuel Rodríguez Salvador. Todos los derechos reservados.
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