Cada vez más instituciones públicas y privadas investigan los beneficios de las prácticas taoístas desde una visión científico-occidental, principalmente las relacionadas con el movimiento consciente. Entre otras, destaca la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, siendo uno de sus máximos exponentes el Dr. Peter Wayne, médico, docente e investigador, además de profesor de taichi y qigong (o chikung) desde hace más de 30 años. Su investigación se centra, principalmente, en la interacción mente-cuerpo a través de los mecanismos fisiológicos y psicológicos de algunas técnicas complementarias, como la acupuntura, y diferentes prácticas psicocorporales.
Basándose en sus años de investigación y docencia, ha desarrollado una propuesta de mecanismos de acción de estas prácticas taoístas en movimiento, a los que denomina “los ocho ingredientes activos del taichi y el qigong". Realiza así cierto símil con los fármacos, formados por diferentes ingredientes activos, cada uno de los cuales tiene cierta acción sobre el organismo y cuya combinación supone un verdadero efecto terapéutico para el paciente. A pesar de que cada ingrediente o principio tiene una acción por sí mismo, todos se entrelazan, interactúan e influyen entre sí de forma continua. Los ocho ingredientes propuestos son: • Conciencia, mindfulness y atención focalizada. • Intención, creencias y expectativas. • Integración estructural dinámica. • Relajación activa de mente y cuerpo. • Ejercicio aeróbico, fortalecimiento musculoesquelético y flexibilidad. • Respiración natural y más libre. • Interacción social y comunidad. • Espiritualidad encarnada, filosofía y ritual. Estos “ocho ingredientes activos” suponen un marco teórico-práctico perfectamente desarrollado, a partir del cual continuar investigando con el fin de comprender cómo actúan el taichi y el qigong y cuáles son sus beneficios sobre la salud física y mental de las personas. Manuel Rodríguez Salvador. Texto adaptado de mi tesina: "Quietud y movimiento: una revisión teórica sobre mindfulness, qigong y técnicas contemplativas daoístas" (2022). Todos los derechos reservados.
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No digas que partiré mañana
porque todavía estoy llegando. Mira profundamente: llego a cada instante para ser el brote de una rama de primavera, para ser un pequeño pájaro de alas aún frágiles que aprende a cantar en su nuevo nido, para ser oruga en el corazón de una flor, para ser una piedra preciosa escondida en una roca. Todavía estoy llegando para reír y llorar, para temer y esperar, pues el ritmo de mi corazón es el nacimiento y la muerte de todo lo que vive. Soy el efímero insecto en metamorfosis sobre la superficie del río, y soy el pájaro que cuando llega la primavera llega a tiempo para devorar este insecto. Soy una rana que nada feliz en el agua clara de un estanque, y soy la culebra que se acerca sigilosa para alimentarse de la rana. Soy el niño de Uganda, todo piel y huesos, con piernas delgadas como cañas de bambú, y soy el comerciante de armas que vende armas mortales a Uganda. Soy la niña de 12 años refugiada en un pequeño bote, que se arroja al mar tras haber sido violada por un pirata, y soy el pirata cuyo corazón es incapaz de amar. Soy el miembro del Politburó con todo el poder en mis manos, y soy el hombre que ha de pagar su deuda de sangre a mi pueblo, muriendo lentamente en un campo de concentración. Mi alegría es como la primavera, tan cálida que abre las flores de toda la Tierra. Mi dolor es como un río de lágrimas, tan desbordante que llena todos los océanos. Llámame por mis verdaderos nombres para poder oír al mismo tiempo mis llantos y mis risas, para poder ver que mi dolor y mi alegría son la misma cosa. Por favor, llámame por mis verdaderos nombres para que pueda despertar y quede abierta la puerta de mi corazón, la puerta de la compasión. (Thich Nhat Hahn) Hay un tipo de meditación que invita a visualizar un espacio, imaginado o real, donde te sientas feliz y tú mismo; un lugar seguro y agradable al que poder "regresar" en aquellos momentos que lo necesites. Desde el primer instante en que realicé esta meditación, mi "lugar seguro" ha sido una finca que tenían mis abuelos, desde años antes de que yo naciese, a la que llamaban "La Barrumba" (supongo que será el nombre del terreno o la montaña), cerca de Duesaigües (Tarragona); este terreno estaba en mitad del monte, y muchos veranos y períodos de vacaciones nos juntábamos toda la familia. Muchas veces pienso que gran parte de mi pasión por la práctica contemplativa y la mística, así como de mi inquietud por la vida en la montaña, vienen de mis experiencias en este lugar... Alrededor del año 2001-2003 (no recuerdo exactamente), y a punto de fallecer mi abuelo, el terreno se vendió; desde entonces, una de mis ilusiones es volver a visitarlo. Muchas veces me acuerdo de él, y aparece a menudo en mis sueños. Hace un rato, casualidades de la vida, he encontrado el artículo de un senderista que citaba la montaña donde se situaba la casa y en el que, sorprendentemente, estaba colgada la foto que comparto al final de esta entrada. Decenas de recuerdos circulan ahora mismo por mi mente: jugué infinidad de veces en esos columpios; en el porche, casi todas las noches, me quedaba dormido mirando las estrellas y dándome cuenta de lo pequeños que somos y lo grande que es el Universo... Parece que fue ayer cuando me perdía en mis paseos por los montes, o cuando bajábamos al pueblo para comprar en la tienda de Jordi, o cuando nos bañábamos en la piscina... Veo nítidamente a Bu y Nala (unos perros que tenía el vecino de abajo) subir a visitar a mi abuelo; y qué curioso, porque yo entonces no tendría más que 3 ó 4 años. Me acuerdo también de los vecinos de abajo, de su hija, Tania, y de sus perros ladrando cuando nos acercábamos a la valla. Y de los terrenos del vecino de arriba, al que llamaban "el maestro" (creo que la casa ahora pertenece a Proyecto Hombre). Y de cuando precisamente su hijo bajó para avisarnos que había incendios cerca y tuvimos que irnos corriendo.... Aún siento en mis frágiles piernas de niño el cansancio tras subir a la torre de enfrente y volver cargados (unos más que otros) de leña que, posteriormente, usábamos para encender la chimenea los días de frío... Me río (ahora) de los sustos que me dieron, alguna vez, algunos animales que se metieron dentro de la casa a investigar si había comida. Y de cuando la familia era ya tan numerosa, que nos llevábamos la tiendas de campaña y dormíamos fuera de la casa. Me acuerdo de Tod (mi perro) corriendo, libre, por la montaña. Me pregunto, también, si seguirán ahí los "tesoros" que escondí en ciertos "lugares secretos" de la finca... Revivo imágenes, sonidos, olores... Hoy me acuesto con sentimientos encontrados. Siento una gran pena al ver, aparentemente, este lugar tan dejado, tan descuidado, tan abandonado... Y, sin embargo, también me siento inmensamente agradecido por las experiencias vividas en él e infinitamente maravillado por comprobar cómo la vida se abre camino... ............................................................ Mirando detenidamente la foto me viene a la memoria parte del 'Cántico de las Criaturas' de San Francisco de Asís: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas» Abro también, al azar, el Tao Te Ching al azar; aparece el capítulo 52, que no puede ser más revelador: «En el principio era el Tao. Todo surge de él; a él todo retorna» Actualización (Junio 2019): Aprovechando que a finales de Junio estábamos relativamente cerca del lugar, nos acercamos a hacer una visita. ![]() Este breve artículo va dirigido, sobre todo, a aquellas personas cristianas (católicas, protestantes, ortodoxas, ...) que, por desconocimiento, creen que no es compatible la práctica de la meditación y la oración. Intentaré dar unas pequeñas pinceladas sobre qué es la meditación, esperando poder acercar esta magnífica y liberadora práctica a quienes ya experimentan la oración, sin intención de cambiar una práctica con la otra, sino más bien de complementarla y mejorarla. Por tanto, no esperes en él una crítica a la Iglesia, la religión o cualquier otra cuestión similar. ¿Qué es y en qué consiste la meditación? La palabra «meditación», en el contexto al que nos referimos en el artículo, suele utilizarse para englobar a cualquiera de las prácticas de crecimiento interior que utilizan las distintas religiones y tradiciones espirituales. La meditación es una herramienta clave para ayudarnos a obtener paz y felicidad. Contrariamente a lo que muchas personas piensan, no es necesario pertenecer a una determinada religión ni estar en un templo o un lugar especial para meditar: puedes hacerlo en cualquier lugar del mundo, desde un rincón de tu casa en el que te sientas cómodo hasta dando un paseo o, por supuesto, en un templo de cualquier religión. La meditación es una práctica a través de la cual se intenta ir más allá del pensamiento condicionado para alcanzar un estado profundo de conciencia. Su objetivo principal es concentrarte y, poco a poco, relajar tu mente hasta liberar tu conciencia. Según vas progresando, vas sintiendo que puedes meditar en cualquier sitio y en cualquier momento, logrando la paz interior a pesar de lo que esté pasando a tu alrededor. Puedes notar, además, que comienzas a reaccionar mejor ante las cosas a medida que te vuelves más consciente de tus pensamientos y emociones. Podría decirse que la meditación es, por tanto, el arte de vivir; a medida que mejora nuestro mundo interior, mejora también nuestro mundo exterior (nuestras relaciones, nuestra vida cotidiana, ...). ¿Qué beneficios tiene la meditación? Los estudios realizados mediante el método científico demuestran los beneficios de la meditación, que van desde la mejora de la salud física, hasta el verdadero conocimiento de uno mismo. Los siguientes son sólo algunos de los beneficios de la meditación: A nivel físico:
A nivel mental:
A nivel espiritual:
Una vez teniendo un poco más claro qué es esto de la meditación, quizá sea el momento de responder, de forma breve, a varias preguntas: ¿Qué diferencia hay, exactamente, entre meditación y oración? La más destacada quizá sea la actitud: cuando rezas, "hablas" a Dios, es decir, haces peticiones o realizas acciones de gracias; cuando meditas, se presenta una actitud más bien de escucha, sintiendo de algún modo dentro de ti la presencia de Dios. ¿Qué beneficios puede tener la meditación enfocada a una mejor oración? Podría decirse que la meditación puede preparar el terreno para hacernos más abiertos a Dios. Cuando se medita, es posible sentir que Dios está profundamente dentro ti. Y desde esta experiencia de un Dios que no está fuera, sino dentro, la experiencia de oración puede ser más enriquecedora. La meditación es una práctica con la que se puede llegar a un crecimiento espiritual. Y este crecimiento espiritual implica, en muchas ocasiones, que la actitud se dirija hacia la contemplación, práctica meditativa común en todas las religiones y tradiciones espirituales y que es, también, un tipo de oración cristiana. Meditación como oración contemplativa En la oración contemplativa, el orante no habla, no razona, no pide..., sino que trata de silenciar su cuerpo y su mente, con una respiración profunda y tranquila, para permanecer en silencio con Dios y sentirse en comunión con Él y con la Creación. La oración contemplativa (o de silencio) ha sido descrita detalladamente en la obra de dos místicos cristianos: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, a los que recomiendo leer. Esta oración se fundamenta en la búsqueda de Dios en nuestro interior (Dios nos habita, somos "templos del Dios") y la contemplación la belleza de la creación sintiéndonos parte de la misma. Por tanto, la práctica de la meditación es, en cierto modo, una forma de "interiorización" en la que el meditador (y orante) se entrega a Dios, que habita en su interior, en su exterior y en todo lo que le rodea. Su mente no habla, no piensa; sólo se queda a solas con Dios en el silencio, con atención plena y escucha atenta. Manuel Rodríguez
Instructor de Taichi, Chikung y Meditación. Más de 15 años de experiencia como catequista de jóvenes y adultos. Entonces apareció el zorro: - ¡Buenos días! -dijo el zorro. - ¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada. - Estoy aquí, bajo el manzano -dijo la voz. - ¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres! - Soy un zorro -dijo el zorro. - Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste! - No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado. - ¡Ah, perdón! -dijo el principito. Pero después de una breve reflexión, añadió: - ¿Qué significa "domesticar"? - Tú no eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas? - Busco a los hombres -le respondió el principito-. ¿Qué significa "domesticar"? - Los hombres -dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas? - No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito. - Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear vínculos". - ¿Crear vínculos? - Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo... - Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado... - Es posible -concedió el zorro-, en la Tierra se ven todo tipo de cosas. - ¡Oh, no es en la Tierra! -exclamó el principito. El zorro pareció intrigado: - ¿En otro planeta? - Sí. - ¿Hay cazadores en ese planeta? - No. - ¡Qué interesante! ¿Y gallinas? - No. - Nada es perfecto -suspiró el zorro. Y después volviendo a su idea: - Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de Sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo. El zorro se calló y miró un buen rato al principito: - Por favor... domestícame -le dijo. - Bien quisiera -le respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas. - Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame! - ¿Qué debo hacer? -preguntó el principito. - Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca... El principito volvió al día siguiente. - Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios. - ¿Qué es un rito? -inquirió el principito. - Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones. De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida: - ¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré. - Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique... - Ciertamente -dijo el zorro. - ¡Y vas a llorar!, -dijo él principito. - ¡Seguro! - No ganas nada. - Gano -dijo el zorro- he ganado a causa del color del trigo. Y luego añadió: - Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto. El principito se fue a ver las rosas, a las que dijo: - No sois en absoluto parecidas a mi rosa. Nadie os ha domesticado ni habéis domesticado a nadie. Sois como era antes mi zorro, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo. Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles: - Sois muy bellas, pero estáis vacías y nadie daría la vida por vosotras. Cualquiera que os vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de vosotras. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y, algunas veces, hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin. Y volvió con el zorro: - Adiós -le dijo. - Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos. - Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito para acordarse. - Lo que hace más importante a tu rosa es el tiempo que tú has perdido por ella. - Es el tiempo que yo he perdido por ella... -repitió el principito para recordarlo. - Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa... - Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse. Capítulo XXI de “El Principito” (Antoine de Saint-Exupery)
«Los sabios perfectos de la antigüedad
eran tan sutiles, agudos y profundos que no podían ser conocidos. No conociéndolos, apenas sabemos describir su apariencia: eran tardos, como quien cruza un río en invierno; prudentes, como quien no quiere ofender a sus vecinos; discretos, como un invitado; pasajeros, como el hielo que se funde; sencillos, como un tronco de madera; disponibles, como un amplio valle; y opacos, como el agua turbia. ¿Quién puede, como ellos, a través de la quietud, aclarar lentamente lo turbulento? ¿Quién puede, como ellos, en el movimiento, permanecer en la calma hasta el momento de actuar? Quien sigue este Tao no anhela la abundancia. Por no estar colmado puede ser humilde, eludir lo vulgar y alcanzar la plenitud.» (Tao Te Ching, cap. XV) ¡Cuán maravilloso es el Taichi Chuan, cuyos movimientos siguen las leyes de la naturaleza! Continuo como una pulsera de jade, cada movimiento expresa el símbolo del Taichi. El cuerpo entero se llena de un continuo Qì, no hay desequilibrio entre lo superior y lo inferior. Apoya los pies con pasos de gato, moviendo el Qì como se enrolla la seda. En el movimiento, todo se mueve; en la quietud, todo está en calma. Arriba, el vértice de la cabeza está suspendido, y abajo el Qì se hunde en el Dantian. Relaja los hombros y baja los codos; estira la espalda y relaja el pecho. Cuando el weilu (sacro) está vertical de forma natural, el cuerpo se siente relajado y el Qì vivo. Utiliza la mente y no la fuerza, girando el cuerpo sobre la cintura. Todo sube desde la raíz, en los pies, mientras piernas y cintura se alinean perfectamente. La energía asciende por columna vertebral, y llega hasta los brazos y la punta de los dedos, porque, donde quiera que el Qì vaya, se manifiesta en el cuerpo. Todo esto depende de la mente, y nada tiene que ver con la fuerza bruta. Cuando lo lleno y lo vacío se distinguen claramente, lo duro y lo suave se adaptan a los cambios. Ying y Yang deben complementarse mutuamente, cuando al movernos de un lado a otro, giramos y cambiamos de postura. El Qì se despierta al variar la relación entre energías, y el espíritu permanece adentro. El movimiento surge de la quietud, pero incluso en el movimiento hay quietud. El espíritu dirige al Qì en su movimiento, y la palma y la muñeca están conectadas a la cintura. Nuestros pasos se adaptan a los cambios de situación, y las manos y los ojos se acomodan a las condiciones. Rapidez o lentitud siguen los movimientos del oponente; con el peso a un lado, nuestros movimientos no se retrasarán. Sin perder el contacto o sin dejar de agarrar, cada postura debe anticiparse al adversario. Después de atraer al oponente y neutralizar su energía, emitimos energía como un pozo burbujeante. Dejemos que el más fuerte agresor nos ataque, mientras cien gramos desvían mil kilos. Clásicos perdidos del Taichi
de finales de la dinastía Ching Los caballos de un campesino huyeron. Aquella tarde, los vecinos se reunieron para compadecerse de él, puesto que había tenido tan mala suerte. Él dijo: «Puede ser». Al día siguiente los caballos regresaron, trayendo consigo seis caballos salvajes, y los vecinos lo felicitaron por su buena suerte. Él dijo: «Puede ser». Entonces, al día siguiente, su hijo intentó ensillar y montar uno de los caballos salvajes, fue derribado, se cayó y se fracturó un brazo. Nuevamente, los vecinos fueron a expresar su compasión por la desgracia. Él dijo: «Puede ser». Un día mas tarde, los oficiales del ejército vinieron para reclutar y llevarse a los hombres jóvenes, pero como tenía un brazo roto, el hijo del campesino fue excluido. Cuando los vecinos le expresaron cuán afortunado había sido, él dijo: «Puede ser». Relato taoista
Texto extraído y adaptado por Paco Caracuel de la transcripción del primer curso del ciclo Tao de la Armonía, impartido por Alain Baudet y titulado El Hombre entre el Cielo y la Tierra, y publicado en la Revista de Medicinas Complementarias nº 79 Tao de la Armonía Alain Baudet Vamos a comenzar por hacer un descubrimiento del concepto, aunque no me gusta el término concepto porque, de hecho, es un anticoncepto. Cuando hable de concepto debéis pensar en anticoncepto y descubrir la finalidad de esta práctica para vosotros mismos.
El Hombre entre la Tierra y el Cielo. Podéis pensar que esto quiere decir todo y no quiera decir nada. Pero, en relación a la tradición taoísta, al concepto energético, es todo un proceso de despertar de la conciencia, de trabajar sobre la estructura, de situarse, de ponernos en relación con la Tierra y el Cielo, de organizar las energías psíquicas del Hombre… ¿Por qué Tao de la Armonía? TAO (Dào): «El Tao del que se puede hablar no es el Tao verdadero». A nivel de nuestra vida, de nuestro paso sobre la Tierra, el Tao representa el camino de la vida. Un día decidimos hacer una práctica, seguir una enseñanza, tomamos una forma de conducta, una ética, dar un sentido a nuestra vida. Cuando vivimos una situación que nos afecta, que nos ha herido, cuando hemos tocado fondo…eso nos hace comenzar de nuevo, nos pone en camino y nos hace dar un sentido más profundo y útil a nuestra vida. La traducción de Tao es sentido o dirección; dar un sentido, dirección o meta a la vida, en la vida. Esto ocurre sólo en el momento en que ya estamos preparados. Y, de hecho, nos damos cuenta de que el camino (Tao) no tiene meta, porque la meta es caminar. Y si uno piensa que ya ha llegado a algún lado, debe escapar, porque la situación es grave. Corre el riesgo de agarrarse a una práctica, a un despertar, a cualquier cosa…y ahí estamos en peligro. De hecho, en el budismo, hay una pequeña historia que cuenta que si estás en el camino y llegas a un lugar en el que no ves a Buda, debes continuar. Pero si llegas a un lugar y ves a Buda, debes escapar rápido, porque puedes estar en peligro. Realmente no es peligroso, simplemente corremos el riesgo de creernos alguien perfecto, que ha llegado a la perfección, que es un iluminado, que ya no tiene preguntas que hacerse. Es un hinchamiento del ego. Muchas veces lo que ocurre en el arte marcial o en el arte en general, es que hay personas que se creen un poco particulares. Lo que ocurre es que el ego se ha hinchado. Y eso es peligroso. La Vía a lo que lleva es a la simplicidad. Vamos a lo esencial, hacia otra visión del mundo. Y nunca hay que pararse, porque la visión corre el riesgo de hacerse pequeña. El camino es la meta, nunca se llega. ARMONÍA: A lo mejor es bueno dejar de estar siempre en conflicto, en la dualidad. Muchas enfermedades actuales están ligadas a ese sentimiento de autodestrucción. La vida, nuestras memorias, nuestra conciencia de vida han falseado la visión justa de la realidad. Vivimos en el conflicto, en la dualidad, en cierta ignorancia, que es una ignorancia sabia porque sabemos muchas cosas, pero que no las comprendemos con nuestra profundidad. Necesitamos encontrar un equilibrio, una armonía, unirnos a la Tierra. La Tierra es la fuerza de la armonía, del equilibrio; es el humus, la raíz de la humildad. Necesitamos encontrar esas fuerzas en nosotros, desarrollarlas, potenciarlas, aceptar vivir de manera armoniosa, en paz con nosotros mismos, aunque no sea perfecto, pero por lo menos tendremos esta paz interior y no necesitaremos pedir o buscar la paz exterior. Tao de la Armonía es el concepto que no es concepto. Es poder crear el ejercicio querido en el momento deseado… hacer lo que tenía que hacer en el momento que tenía que hacerlo, estar presente en el momento presente. Hacer lo que tenía que hacer cuando tenía que hacerlo y olvidarlo después. Es todo el ser que se va a despertar y va a desarrollar su sensibilidad. Vamos a utilizar el Chikung (Qigong), la respiración, la meditación….Nos vamos a situar en este contexto, intentaremos ver la idea de la estructura psíquica del Hombre en relación con la energética china y también desde el punto de vista occidental. Nuestro gran problema es que sabemos demasiadas cosas o no sabemos bastantes; o que no tenemos confianza en nosotros mismos. Cuando uno crece en energía vital, nuestra confianza aumenta y se afianza. A la vez dudamos, pero en la profundidad tenemos confianza y somos capaces de hacer cosas extraordinarias. Utilizamos una parte muy pequeña de nuestras capacidades cerebrales, entre un 3 y un 15%. Las demás, duermen. Cuando uno tiene confianza en sí mismo, se da cuenta de que es capaz de hacerlo. Esta exigencia requiere práctica. Aprender y olvidar. Somos mucho menos ignorantes de lo que pensamos….Y si tenemos técnica detrás y sabemos olvidarla, es genial. Toda la meta de los ejercicios que se realicen es volver a encontrar nuestra potencialidad, reencontrar nuestras capacidades y concentrarse, estar en la atención de la presencia de lo que hay, tener confianza, estar unido a la Tierra, centrados en nuestro eje. De hecho, son cosas muy concretas, son técnicas precisas. La práctica normal de Chikung es algo muy exigente. El Chikung no es un producto de consumo, no es algo sólo lúdico, un divertimento, una moda. Es un camino de evolución personal. Poco a poco vamos a trabajar sobre nuestra alquimia interna y nos transformaremos. Y transformándonos, uno se vuelve otra persona. No alguien extraordinario y perfecto, sino uno mismo, el que es realmente, con las imperfecciones, los defectos…No se trata de hacer superhombres o superhumanos, sino gente que se conoce a sí misma. No es algo egocéntrico. Si uno quiere abrirse verdaderamente a los demás de una manera no neurótica, sino de una manera completamente nueva y gratuita, debe conocerse y amarse a sí mismo; tener la fuerza de dar… Y practicar. No necesariamente Chikung, hay otras vías. Pero para nosotros, ya que practicamos Chikung, ésta es nuestra herramienta, el útil adaptado a este tipo de búsqueda. Aunque tampoco debemos aferrarnos demasiado a las herramientas. El artesano respeta sus útiles porque la obra de arte va a salir a través de ellas. Pero es importante no aferrarse a ellas: mi técnica, mi tai chi, mi dios…..¡es de todos! «Un viaje de 1000 Km comienza con el primer paso» (Lao Tzu) Los lunes y miércoles del 1 al 27 de Julio, de 10:00 a 11:30 horas, impartiré un curso de Iniciación al Taichi en el Antiguo Cauce del Río Turia de Valencia, a 100 m. del Puente del Real (ver mapa).
El Taichi es un antiguo arte marcial interno de origen chino que se ejercita mediante movimientos suaves y armoniosos en combinación con la respiración y la intención, lo que permite el desarrollo de la relajación activa, la concentración mental, la coordinación y el desarrollo de una respiración consciente y profunda. Está vinculado directamente con algunos conceptos de la filosofía taoísta, como el Yin y el Yang y, por sus aplicaciones terapéuticas, con aspectos de la Medicina Tradicional China. El Taichi es también un método de autoconocimiento y control de nuestro cuerpo, emociones y pensamientos: una técnica de meditación en movimiento. El curso de iniciación al Taichi costará 40€, tendrá una duración total de 12 horas y servirá como introducción a este arte centenario a través de una rutina de movimientos corta y sencilla en la que moveremos gran parte de las cadenas musculares, profundizando en la respiración, la intención y la meditación en movimiento. «"The Potter" (el Alfarero) es una criatura antigua que da vida a la arcilla. En su cuidado está un aprendiz que desea aprender el secreto. Ésta es su historia...» (Josh Burton)
Mantén las Trece Posturas; no las olvides. Cuando desees moverte, empieza desde la cintura. Sé sensible a los cambios, al más ligero cambio de lo lleno a lo vacío. Así dejaras que el Qì circule como un fluido por todo tu cuerpo, sin cesar. Invisible en el abrazo de la quietud yace el movimiento; y dentro del movimiento la quietud se oculta. Busca, por tanto, lo que está quieto dentro del movimiento. Si puedes abordarlo, los descubrimientos serán tuyos cuando te enfrentes al oponente. Que todo movimiento se llene de conciencia y significado. Si puedes hacerlo, el esfuerzo del no esfuerzo aparecerá. Nunca abandones la atención a la cintura. Cuando el abdomen esté ligero y libre, el Qì se estimulará. Cuando las vertebras inferiores estén erguidas, el espíritu se elevará a la parte superior de la cabeza. Todo el cuerpo debe ser flexible y suave, la cabeza suspendida como si colgara de arriba por un solo cabello. Permanece despierto, buscando el significado del propio Taiji. Si el cuerpo se dobla o estira, si se abre o se cierra, que el camino natural sea tu camino. Al principio, los estudiantes escuchan las palabras de su maestro, pero con cuidado y esfuerzo aprenden a aplicarse, y entonces la habilidad se desarrolla por sí sola. ¿Quién puede decirme cuál es el principal principio del Taiji? La mente despierta viene primero y el cuerpo le sigue. ¿Quién puede decirme cual es el significado y la filosofía del Taiji? Juventud eterna y una vida larga y saludable, que significan una primavera siempre presente. Cada una de las palabras de esta canción es valiosa y te importa; si no escuchas sus palabras, y no las sigues, seguramente desperdiciarás tu vida. Anónimo
«Coloca una carpa en un estanque en cuyo centro haya una piedra; coloca otra carpa en un segundo estanque, éste sin esa piedra. En el primero, la carpa nadará en torno a la piedra, la que le procurará un ejercicio constante sin que por ello se ponga en duda su resistencia. Esa carpa se hará grande antes que la del otro estanque: esto se debe a tener que repetir "constantemente" el mismo ejercicio». (Okada Torajido)
INTRODUCCIÓN Como comentaba en el artículo "Diferencias entre Taichi y Chikung", «Chikung» y «Qigong» es exactamente lo mismo. Pese a que actualmente conocemos esta denominación, es común leer en algunos libros y páginas de Internet relacionadas con estas disciplinas el término «Daoyin» (a veces escrito «Taoyin», que es como se pronuncia) que lleva a muchos a pensar que es algo totalmente distinto. Precisamente ayer, paseando por una famosa feria en la que, entre otras cosas, se ofrecen servicios relacionados con la salud y el bienestar, me sorprendió gratamente encontrarme con un stand sobre el Taoísmo. Me acerqué a echar un vistazo y salió a mi encuentro un muchacho que, si bien al principio parecía majo, luego dio la sensación de que hablaba con cierto aire de superioridad. Con él inicié la (absurda) conversación que reproduzco a continuación: - Hola, ¿qué tal? Una pregunta, ¿sabes lo que es el Tao? - Sí, algo sé. - ¡Ah, vale! Tiene que ver con el Taoísmo y... - Sí, todo eso. Bueno, es que soy profesor de Taichi y Chikung. - ¡Ah vale, perfecto! Entonces... ¿conoces el "Daoyin"? - Sí, claro, es lo mismo que el Chikung. - No, hombre... el Chikung es de pie, pero el Daoyin es tumbado y... - Bueno.... el Chikung se practica de pie, sentado, tumbado, con posturas, movimientos, .... - No, no es así. El Daoyin es superior. (silencio incómodo...) - ¿Conoces a Mantak Chia? - Sí, un maestro de Chikung. - Primero apareció el Taichi, luego el Chikung y ahora está llegando el Daoyin. (nuevamente silencio...) - ¿Entonces no te interesa? - No, lo siento, no me interesa... ¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS ENTRE CHIKUNG Y «DAOYIN»? La diferencia principal es la siguiente: NINGUNA En ocasiones uno de los mayores errores entre algunos practicantes de estas disciplinas es diferenciar entre «Daoyin» y «Chikung» como si fuesen distintas. Como explico en la sección de Chikung, este arte ha sido conocido por muchos nombres a lo largo de la historia, y «Daoyin» (Dǎoyǐn - 導引), que se pronuncia «Taoyin» (así es como se ve escrito en algunas páginas españolas) y significa «conducir/guiar la energía», es uno de ellos. El término «Qìgōng», que se menciona por primera vez en la dinastía Ming (1368-1644), comienza a usarse en su sentido especializado actual («el arte del cultivo del Qi») a mediados del s. XX. Por otra parte, es necesario aclarar que, aunque se pronuncian de forma muy parecida, no es lo mismo el «dǎo» de Daoyin (導), que significa «guiar o conducir», que el «dào» del Taoísmo (道), que se suele traducir como «senda o camino». En muchas páginas de Internet se dice que el Daoyin es la estructura interna del Chikung y Taichi, afirmando que es la base de estas dos disciplinas. Sin embargo, algunas de las definiciones de «Daoyin» que encontramos son las siguientes:
Curiosamente, todas estas definiciones y los beneficios que se explican son idénticos al «Chikung». CONCLUSIÓN Existen aproximadamente 15.000 formas, posturas, meditaciones, etc.., de Chikung, de modo que llámalo como quieras, incluso ponle un nombre «raro» si lo que deseas es dar un toque de secretismo o un aura mística y misteriosa a algo que hace mucho dejó de serlo, o imagina que el dominio del qì (energía vital) te llevará a lanzar un Kame Hame Ha si eso te va a hacer feliz. Ahora bien, ten claro que ninguno es mejor que el otro y que, le pongas el nombre que le pongas, es Chikung. «CHIKUNG» Y «DAOYIN» ES LO MISMO. PD: Este artículo no es un ataque ni pretende desprestigiar a ningún estilo o escuela de Chikung. Se trata, simplemente, de una aclaración que viene a raíz de la conversación que mantuve, en la que se me dio información falsa y en la que se intentó desprestigiar al Chikung en favor de algo que, paradójicamente, es también Chikung.
Igualmente aclaro que esta confusa información se me dio desde un centro privado (que, por respeto, no voy a nombrar) y que nada tiene que ver con la "Asociación de Qigong de Salud", que utiliza bastante el término «daoyin» junto al de «qigong/chikung» sin diferenciarlos, y a la que recomiendo en la sección Sitios de Interés. EDITO 28/2/14: YA NO QUEDAN PLAZAS ¿Quieres viajar a China?
La Escuela Tantien de Valencia organiza, cada dos años, un viaje exclusivo, diseñado para la inmersión en la cultura, costumbres y tradiciones chinas, especialmente relacionadas con las filosofías tradicionales y el origen de las artes marciales, el Taichi y el Chikung. Este año el viaje está programado del 29 de Julio al 13 de Agosto. La reunión informativa será el próximo viernes 27 de febrero de 19:30 a 20:30 horas. El programa completo, precios y demás información la puedes consultar aquí. El iceberg, esa inmensa mole luminosa,
aparece solitario y separado..., pero todo -también él- es Agua: su ínfima parte emergida; la parte sumergida envuelta de mar; el océano entero. Todo es Agua que se manifiesta en formas diferentes... Como el iceberg, así nosotros: tenemos una pequeña parte consciente y otra extensa zona “sumergida” e inconsciente que, poco a poco, vamos descubriendo, con esfuerzo laborioso... Nos creemos separados, aislados incluso, y ésa es la causa de nuestro sufrimiento. Pero la realidad exacta es que estamos envueltos, entretejidos y, en último término, “hechos de Dios”. Por eso, en cuanto trascendemos el pensamiento, se muestra la No-dualidad de Lo Que Es... |
Manuel RodríguezEterno aprendiz... Archivos
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