Cada vez más instituciones públicas y privadas investigan los beneficios de las prácticas taoístas desde una visión científico-occidental, principalmente las relacionadas con el movimiento consciente. Entre otras, destaca la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, siendo uno de sus máximos exponentes el Dr. Peter Wayne, médico, docente e investigador, además de profesor de taichi y qigong (o chikung) desde hace más de 30 años. Su investigación se centra, principalmente, en la interacción mente-cuerpo a través de los mecanismos fisiológicos y psicológicos de algunas técnicas complementarias, como la acupuntura, y diferentes prácticas psicocorporales.
Basándose en sus años de investigación y docencia, ha desarrollado una propuesta de mecanismos de acción de estas prácticas taoístas en movimiento, a los que denomina “los ocho ingredientes activos del taichi y el qigong". Realiza así cierto símil con los fármacos, formados por diferentes ingredientes activos, cada uno de los cuales tiene cierta acción sobre el organismo y cuya combinación supone un verdadero efecto terapéutico para el paciente. A pesar de que cada ingrediente o principio tiene una acción por sí mismo, todos se entrelazan, interactúan e influyen entre sí de forma continua. Los ocho ingredientes propuestos son: • Conciencia, mindfulness y atención focalizada. • Intención, creencias y expectativas. • Integración estructural dinámica. • Relajación activa de mente y cuerpo. • Ejercicio aeróbico, fortalecimiento musculoesquelético y flexibilidad. • Respiración natural y más libre. • Interacción social y comunidad. • Espiritualidad encarnada, filosofía y ritual. Estos “ocho ingredientes activos” suponen un marco teórico-práctico perfectamente desarrollado, a partir del cual continuar investigando con el fin de comprender cómo actúan el taichi y el qigong y cuáles son sus beneficios sobre la salud física y mental de las personas. Manuel Rodríguez Salvador. Texto adaptado de mi tesina: "Quietud y movimiento: una revisión teórica sobre mindfulness, qigong y técnicas contemplativas daoístas" (2022). Todos los derechos reservados.
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FORMACIÓN DE PROFESORES DE CHIKUNG 2016 – 2018
Comienzo en Octubre de 2016. Toda la información aquí. REUNIÓN INFORMATIVA Jueves 28 de Abril de 20:30 a 21:30 ¡Plazas limitadas! «Un viaje de 1000 Km comienza con el primer paso» (Lao Tzu) A partir del lunes 11 de Enero de 2016 comenzará un grupo de Iniciación al Taichi en la Escuela Tantien, C/ Beniopa, 1 (Valencia). Las clases tendrán lugar todos los lunes y miércoles de 20:05 a 21:20 horas.
El Taichi es un antiguo arte marcial interno de origen chino que se ejercita mediante movimientos suaves y armoniosos en combinación con la respiración y la intención, lo que permite el desarrollo de la relajación activa, la concentración mental, la coordinación y el desarrollo de una respiración consciente y profunda. Está vinculado directamente con algunos conceptos de la filosofía taoísta, como el Yin y Yang y, por sus aplicaciones terapéuticas, con aspectos de la Medicina Tradicional China. El Taichi es también un método de autoconocimiento de nuestro cuerpo, emociones y pensamientos: una técnica de meditación en movimiento. Las clases de iniciación al Taichi servirán como introducción a este maravilloso arte centenario comenzando desde la base a través de una rutina de movimientos corta y sencilla en la que moveremos gran parte de las cadenas musculares, profundizando en la respiración, la intención y la meditación en movimiento. Si deseas más información e inscribirte pincha aquí. Un estudio publicado en la revista Biological Psychiatry indica que el tratamiento del insomnio con Taichi o CBT reduce la inflamación en el organismo. El ensayo fue realizado en 123 adultos mayores de 55 años con insomnio, los cuales fueron aleatorizados a recibir tratamiento con CBT, Taichi o seminarios sobre la higiene del sueño. La CBT redujo los niveles circulantes de proteína C-reactiva, un marcador sistémico de inflamación, mientras que el Taichi, un estilo de vida dirigido al estrés causante de insomnio, redujo la inflamación a nivel celular. Cualquiera de los dos tratamientos revirtió la activación de vías de señalización pro-inflamatorias, manteniéndose el beneficio a lo largo de los 18 meses del período de seguimiento. En los pacientes que atendieron los seminarios no se apreció ningún cambio.
El Dr. John Krystal, editor de la citada revista, considera estos resultados una demostración de que los enfoques basados en el comportamiento y en el estilo de vida pueden mejorar la calidad del sueño, reducir el estrés y tener un impacto positivo en la salud global. Michael Irwin, científico del centro Cousins de Psiconeuroinmunología en Los Angeles y director del estudio, considera asimismo que estos enfoques representan el tercer pilar que sustenta la salud, junto con la dieta y la actividad física. El pasado 3 de Agosto tuve el placer de poder participar en la recepción de Taichi que nos hicieron a los alumnos de la Escuela Tantien de Valencia los miembros de la Asociación de Taijiquan estilo Chen de Pekín. El evento tuvo lugar en uno de los pulmones verdes de la ciudad de Pekín: el Parque del Templo del Cielo. La Asociación de Taijiquan estilo Chen de Pekín fue creada en el año 1982 por varias personas, encabezadas por el maestro Tian Xiuchen (1917-1984) con la finalidad de preservar la memoria del maestro Chen Fake (1887-1957), así como la investigación y el desarrollo del estilo que él creó. Durante la mañana los miembros de la asociación realizaron, ante la atenta mirada de practicantes y viandantes, exhibiciones de Taichi Chuan (mano vacía), Taichi Jian (espada) y Taichi Dao (sable), así como coreografías con movimientos y aplicaciones de las formas; el grupo de españoles, dirigidos por los maestros Wang Xiaojun y Félix Castellanos, realizamos una exhibición de la forma de 36 movimientos estilo Chen. Los participantes intercambiamos habilidades y buen hacer en un ambiente fraterno y nada competitivo en el que no faltaron las sonrisas, las felicitaciones y, cómo no, las fotos. El idioma y las diferentes costumbres no fueron un problema, pues todos teníamos un lenguaje común: el Taichi. Fue hermoso ver a tantas personas tan distintas practicando Taichi, desde los niños pequeños hasta personas de más de 80 años, con quienes no pude evitar recordar la famosa frase del Dr. Hua To: «bisagra que se mueve no se oxida». También me emocionó especialmente la sencillez, humildad y cercanía no sólo de los practicantes, sino sobre todo de los maestros. El encuentro estuvo dirigido, en todo momento, por las maestras Bai Shuping, Pan Ying y el maestro Wang Xiaojun, descendientes directos del linaje del estilo Chen, 4ª generación de la línea de Pekín y discípulos del maestro Tian Qiutian (3ª generación) quien, por problemas de salud, no pudo asistir, pero a quien tuve el honor de conocer días más tarde. El evento finalizó con una práctica de Taichi conjunta, un intercambio de regalos y la típica foto de familia. Texto extraído y adaptado por Paco Caracuel de la transcripción del primer curso del ciclo Tao de la Armonía, impartido por Alain Baudet y titulado El Hombre entre el Cielo y la Tierra, y publicado en la Revista de Medicinas Complementarias nº 79 Tao de la Armonía Alain Baudet Vamos a comenzar por hacer un descubrimiento del concepto, aunque no me gusta el término concepto porque, de hecho, es un anticoncepto. Cuando hable de concepto debéis pensar en anticoncepto y descubrir la finalidad de esta práctica para vosotros mismos.
El Hombre entre la Tierra y el Cielo. Podéis pensar que esto quiere decir todo y no quiera decir nada. Pero, en relación a la tradición taoísta, al concepto energético, es todo un proceso de despertar de la conciencia, de trabajar sobre la estructura, de situarse, de ponernos en relación con la Tierra y el Cielo, de organizar las energías psíquicas del Hombre… ¿Por qué Tao de la Armonía? TAO (Dào): «El Tao del que se puede hablar no es el Tao verdadero». A nivel de nuestra vida, de nuestro paso sobre la Tierra, el Tao representa el camino de la vida. Un día decidimos hacer una práctica, seguir una enseñanza, tomamos una forma de conducta, una ética, dar un sentido a nuestra vida. Cuando vivimos una situación que nos afecta, que nos ha herido, cuando hemos tocado fondo…eso nos hace comenzar de nuevo, nos pone en camino y nos hace dar un sentido más profundo y útil a nuestra vida. La traducción de Tao es sentido o dirección; dar un sentido, dirección o meta a la vida, en la vida. Esto ocurre sólo en el momento en que ya estamos preparados. Y, de hecho, nos damos cuenta de que el camino (Tao) no tiene meta, porque la meta es caminar. Y si uno piensa que ya ha llegado a algún lado, debe escapar, porque la situación es grave. Corre el riesgo de agarrarse a una práctica, a un despertar, a cualquier cosa…y ahí estamos en peligro. De hecho, en el budismo, hay una pequeña historia que cuenta que si estás en el camino y llegas a un lugar en el que no ves a Buda, debes continuar. Pero si llegas a un lugar y ves a Buda, debes escapar rápido, porque puedes estar en peligro. Realmente no es peligroso, simplemente corremos el riesgo de creernos alguien perfecto, que ha llegado a la perfección, que es un iluminado, que ya no tiene preguntas que hacerse. Es un hinchamiento del ego. Muchas veces lo que ocurre en el arte marcial o en el arte en general, es que hay personas que se creen un poco particulares. Lo que ocurre es que el ego se ha hinchado. Y eso es peligroso. La Vía a lo que lleva es a la simplicidad. Vamos a lo esencial, hacia otra visión del mundo. Y nunca hay que pararse, porque la visión corre el riesgo de hacerse pequeña. El camino es la meta, nunca se llega. ARMONÍA: A lo mejor es bueno dejar de estar siempre en conflicto, en la dualidad. Muchas enfermedades actuales están ligadas a ese sentimiento de autodestrucción. La vida, nuestras memorias, nuestra conciencia de vida han falseado la visión justa de la realidad. Vivimos en el conflicto, en la dualidad, en cierta ignorancia, que es una ignorancia sabia porque sabemos muchas cosas, pero que no las comprendemos con nuestra profundidad. Necesitamos encontrar un equilibrio, una armonía, unirnos a la Tierra. La Tierra es la fuerza de la armonía, del equilibrio; es el humus, la raíz de la humildad. Necesitamos encontrar esas fuerzas en nosotros, desarrollarlas, potenciarlas, aceptar vivir de manera armoniosa, en paz con nosotros mismos, aunque no sea perfecto, pero por lo menos tendremos esta paz interior y no necesitaremos pedir o buscar la paz exterior. Tao de la Armonía es el concepto que no es concepto. Es poder crear el ejercicio querido en el momento deseado… hacer lo que tenía que hacer en el momento que tenía que hacerlo, estar presente en el momento presente. Hacer lo que tenía que hacer cuando tenía que hacerlo y olvidarlo después. Es todo el ser que se va a despertar y va a desarrollar su sensibilidad. Vamos a utilizar el Chikung (Qigong), la respiración, la meditación….Nos vamos a situar en este contexto, intentaremos ver la idea de la estructura psíquica del Hombre en relación con la energética china y también desde el punto de vista occidental. Nuestro gran problema es que sabemos demasiadas cosas o no sabemos bastantes; o que no tenemos confianza en nosotros mismos. Cuando uno crece en energía vital, nuestra confianza aumenta y se afianza. A la vez dudamos, pero en la profundidad tenemos confianza y somos capaces de hacer cosas extraordinarias. Utilizamos una parte muy pequeña de nuestras capacidades cerebrales, entre un 3 y un 15%. Las demás, duermen. Cuando uno tiene confianza en sí mismo, se da cuenta de que es capaz de hacerlo. Esta exigencia requiere práctica. Aprender y olvidar. Somos mucho menos ignorantes de lo que pensamos….Y si tenemos técnica detrás y sabemos olvidarla, es genial. Toda la meta de los ejercicios que se realicen es volver a encontrar nuestra potencialidad, reencontrar nuestras capacidades y concentrarse, estar en la atención de la presencia de lo que hay, tener confianza, estar unido a la Tierra, centrados en nuestro eje. De hecho, son cosas muy concretas, son técnicas precisas. La práctica normal de Chikung es algo muy exigente. El Chikung no es un producto de consumo, no es algo sólo lúdico, un divertimento, una moda. Es un camino de evolución personal. Poco a poco vamos a trabajar sobre nuestra alquimia interna y nos transformaremos. Y transformándonos, uno se vuelve otra persona. No alguien extraordinario y perfecto, sino uno mismo, el que es realmente, con las imperfecciones, los defectos…No se trata de hacer superhombres o superhumanos, sino gente que se conoce a sí misma. No es algo egocéntrico. Si uno quiere abrirse verdaderamente a los demás de una manera no neurótica, sino de una manera completamente nueva y gratuita, debe conocerse y amarse a sí mismo; tener la fuerza de dar… Y practicar. No necesariamente Chikung, hay otras vías. Pero para nosotros, ya que practicamos Chikung, ésta es nuestra herramienta, el útil adaptado a este tipo de búsqueda. Aunque tampoco debemos aferrarnos demasiado a las herramientas. El artesano respeta sus útiles porque la obra de arte va a salir a través de ellas. Pero es importante no aferrarse a ellas: mi técnica, mi tai chi, mi dios…..¡es de todos! «Un viaje de 1000 Km comienza con el primer paso» (Lao Tzu) Los lunes y miércoles del 1 al 27 de Julio, de 10:00 a 11:30 horas, impartiré un curso de Iniciación al Taichi en el Antiguo Cauce del Río Turia de Valencia, a 100 m. del Puente del Real (ver mapa).
El Taichi es un antiguo arte marcial interno de origen chino que se ejercita mediante movimientos suaves y armoniosos en combinación con la respiración y la intención, lo que permite el desarrollo de la relajación activa, la concentración mental, la coordinación y el desarrollo de una respiración consciente y profunda. Está vinculado directamente con algunos conceptos de la filosofía taoísta, como el Yin y el Yang y, por sus aplicaciones terapéuticas, con aspectos de la Medicina Tradicional China. El Taichi es también un método de autoconocimiento y control de nuestro cuerpo, emociones y pensamientos: una técnica de meditación en movimiento. El curso de iniciación al Taichi costará 40€, tendrá una duración total de 12 horas y servirá como introducción a este arte centenario a través de una rutina de movimientos corta y sencilla en la que moveremos gran parte de las cadenas musculares, profundizando en la respiración, la intención y la meditación en movimiento. «Bisagra que se mueve no se oxida, agua que fluye no se estanca» (Dr. Hua Tuo, 145-208 d.C). El pasado 28 de Mayo, en los Jardines del Real - Viveros, miembros de la Asociación de Jubilados del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Valencia realizaron una exhibición de Taichi Chuan y Chikung con motivo del final del curso 2014-2015. Tras varios ejercicios de preparación del cuerpo y de apertura articular, y frente a la atenta mirada de familiares, amigos y viandantes, el grupo realizó de manera coordinada, suave y armoniosa los movimientos de Baduanjin (las Ocho Piezas de Brocado), una de las formas de Chikung dinámico más conocidas tanto en China como en Occidente donde, a través del movimiento, se combina el estiramiento y relajación corporal, la respiración profunda, la intención mental y la concentración en determinados puntos y canales de acupuntura, activando así la circulación sanguínea, incrementando la vitalidad y nutriendo los órganos internos. El origen de esta tabla se atribuye al general Yue Fei (1103-1142 d.C.), importante personaje de la historia y las artes marciales chinas. Inmediatamente después de finalizar esta tabla de Chikung, se ejecutó la forma de Taichi Chuan del estilo Yang de 5 movimientos desarrollada por los maestros Wang Xiaojun y Félix Castellanos, cuyos movimientos combinan cinco de los ejercicios más típicos del estilo Yang desplazándose en las seis direcciones (avanzar, retroceder, caminar a izquierda y derecha, subir y bajar, añadiendo patadas frontales para mejorar el equilibrio), de modo que, con pocos ejercicios, se consigue mover gran parte de los grupos y cadenas musculares y, a la vez, la sangre y la energía vital (qì) por los diferentes canales de acupuntura y vasos. Esta tabla de movimientos sirve, además, como introducción a otras más largas, como la conocida forma de 24 movimientos de estilo Yang. Tras la exhibición hubo tiempo para disfrutar de un rato de masaje colectivo, realizar algunas fotografías de grupo y finalizar la mañana con una comida de hermandad, donde, en un ambiente fraterno, hubo risas, anécdotas e intercambio de regalos. La práctica correcta del Taichi y el Chikung desarrolla de la conciencia corporal, lleva a una mejor postura física, mejora la flexibilidad, aumenta el equilibrio, ayuda a respirar mejor y fomenta la armonía y paz interna, entre otros muchos beneficios. En el colectivo de los Adultos Mayores supone, por tanto, una práctica muy recomendable. Las clases de Taichi Chuan y Chikung, que se retomarán el próximo mes de Octubre, tienen lugar los martes y jueves de 10:00 a 11:30 y de 11:30 a 13:00 horas en el Salón de Actos del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Valencia (C/ Polo y Peyrolón 59) y están dirigidas por el profesor Manuel Rodríguez.
El Taichi Chuan y el Chikung pueden constituir un método preventivo y representar una vía terapéutica complementaria de utilidad para mejorar la salud de quienes sufren Trastornos Límite de la Personalidad (TLP). El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), también llamado limítrofe o fronterizo, es definido por el DSM-IV como «un trastorno de la personalidad que se caracteriza primariamente por inestabilidad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico y relaciones interpersonales caóticas». El perfil global del trastorno también incluye típicamente una inestabilidad generalizada del estado de ánimo, de la autoimagen y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación. Se incluye dentro del grupo B de trastornos de la personalidad, los llamados «dramático-emocionales». Es, con mucho, el más común de los trastornos de la personalidad. En un estudio piloto exploratorio bastante reciente realizado por José Javier Pedrosa y Ricardo Ros, del grupo DERSA (Deporte, Ergonomía y Salud) de la Universidad de Zaragoza, los investigadores han aplicado un programa que, a través del movimiento, integraba la regulación del cuerpo, la respiración y la mente, tal y como propone la práctica correcta del Taichi, el Chikung y el Mindfulness, siendo esto último una instrucción básica de las dos primeras disciplinas, en las que lo llamamos Guān (觀, observar).
El estudio se ha desarrollado durante tres meses en el servicio de psiquiatría de un centro hospitalario como actividad complementaria dentro del marco terapéutico global. Aplicado a un grupo de diez pacientes, se ha visto que esta práctica podría mejorar aspectos físicos y psicosociales, ya que tras la intervención han puntuado respirar bastante mejor (7/10), mayor disposición para sus actividades cotidianas (7/10), más facilidad para relacionarse con su entorno (5/10) y la valoran positivamente como complemento a su terapia individual (5/10). El estudio completo se puede leer aquí, a partir de la página 33. El maestro Wang Xiaojun, 4ª generación de Taichi Chuan del estilo Chen de Pekín (Xinjia) y doctor en Wushu (Kung Fu), impartirá cursos de Taichi Chuan, Chikung, meditación taoísta, ... en Valencia (España).
Del 10 al 26 de abril de 2015 ¡No pierdas esta oportunidad! Toda la información: http://www.escuelatantien.com/cursos-dr-wang-xiaojun-2/ INTRODUCCIÓN Como comentaba en el artículo "Diferencias entre Taichi y Chikung", «Chikung» y «Qigong» es exactamente lo mismo. Pese a que actualmente conocemos esta denominación, es común leer en algunos libros y páginas de Internet relacionadas con estas disciplinas el término «Daoyin» (a veces escrito «Taoyin», que es como se pronuncia) que lleva a muchos a pensar que es algo totalmente distinto. Precisamente ayer, paseando por una famosa feria en la que, entre otras cosas, se ofrecen servicios relacionados con la salud y el bienestar, me sorprendió gratamente encontrarme con un stand sobre el Taoísmo. Me acerqué a echar un vistazo y salió a mi encuentro un muchacho que, si bien al principio parecía majo, luego dio la sensación de que hablaba con cierto aire de superioridad. Con él inicié la (absurda) conversación que reproduzco a continuación: - Hola, ¿qué tal? Una pregunta, ¿sabes lo que es el Tao? - Sí, algo sé. - ¡Ah, vale! Tiene que ver con el Taoísmo y... - Sí, todo eso. Bueno, es que soy profesor de Taichi y Chikung. - ¡Ah vale, perfecto! Entonces... ¿conoces el "Daoyin"? - Sí, claro, es lo mismo que el Chikung. - No, hombre... el Chikung es de pie, pero el Daoyin es tumbado y... - Bueno.... el Chikung se practica de pie, sentado, tumbado, con posturas, movimientos, .... - No, no es así. El Daoyin es superior. (silencio incómodo...) - ¿Conoces a Mantak Chia? - Sí, un maestro de Chikung. - Primero apareció el Taichi, luego el Chikung y ahora está llegando el Daoyin. (nuevamente silencio...) - ¿Entonces no te interesa? - No, lo siento, no me interesa... ¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS ENTRE CHIKUNG Y «DAOYIN»? La diferencia principal es la siguiente: NINGUNA En ocasiones uno de los mayores errores entre algunos practicantes de estas disciplinas es diferenciar entre «Daoyin» y «Chikung» como si fuesen distintas. Como explico en la sección de Chikung, este arte ha sido conocido por muchos nombres a lo largo de la historia, y «Daoyin» (Dǎoyǐn - 導引), que se pronuncia «Taoyin» (así es como se ve escrito en algunas páginas españolas) y significa «conducir/guiar la energía», es uno de ellos. El término «Qìgōng», que se menciona por primera vez en la dinastía Ming (1368-1644), comienza a usarse en su sentido especializado actual («el arte del cultivo del Qi») a mediados del s. XX. Por otra parte, es necesario aclarar que, aunque se pronuncian de forma muy parecida, no es lo mismo el «dǎo» de Daoyin (導), que significa «guiar o conducir», que el «dào» del Taoísmo (道), que se suele traducir como «senda o camino». En muchas páginas de Internet se dice que el Daoyin es la estructura interna del Chikung y Taichi, afirmando que es la base de estas dos disciplinas. Sin embargo, algunas de las definiciones de «Daoyin» que encontramos son las siguientes:
Curiosamente, todas estas definiciones y los beneficios que se explican son idénticos al «Chikung». CONCLUSIÓN Existen aproximadamente 15.000 formas, posturas, meditaciones, etc.., de Chikung, de modo que llámalo como quieras, incluso ponle un nombre «raro» si lo que deseas es dar un toque de secretismo o un aura mística y misteriosa a algo que hace mucho dejó de serlo, o imagina que el dominio del qì (energía vital) te llevará a lanzar un Kame Hame Ha si eso te va a hacer feliz. Ahora bien, ten claro que ninguno es mejor que el otro y que, le pongas el nombre que le pongas, es Chikung. «CHIKUNG» Y «DAOYIN» ES LO MISMO. PD: Este artículo no es un ataque ni pretende desprestigiar a ningún estilo o escuela de Chikung. Se trata, simplemente, de una aclaración que viene a raíz de la conversación que mantuve, en la que se me dio información falsa y en la que se intentó desprestigiar al Chikung en favor de algo que, paradójicamente, es también Chikung.
Igualmente aclaro que esta confusa información se me dio desde un centro privado (que, por respeto, no voy a nombrar) y que nada tiene que ver con la "Asociación de Qigong de Salud", que utiliza bastante el término «daoyin» junto al de «qigong/chikung» sin diferenciarlos, y a la que recomiendo en la sección Sitios de Interés. «¿Cuál es la diferencia entre el Taichi y el Chikung?». Esta es, sin lugar a dudas, una de las preguntas más frecuentes que se plantean muchos practicantes de estas y otras disciplinas. Entre el Taichi Chuan y el Chikung existen diferencias y similitudes. Aunque hay muchas, intentaré resumirlas de forma sencilla en 9 puntos claves: 1. ¿QUÉ SIGNIFICA? El Taichi Chuan (Tàijí Quán, 太极拳) puede traducirse como «el arte del puño supremo», «el boxeo supremo», «el boxeo de la cumbre suprema» o incluso «el boxeo de las sombras». «Taichi Chuan», «Tai Chi Chuan», «Taichi», «Taichí», «Tai Chi», «Taijiquan», «Taiji Quan», «Tai Ji Quan», ..., es lo mismo. «Thai Chi», como he visto escrito en algún que otro sitio, no existe. El Chikung (Qì Gōng, 氣功) puede traducirse como «trabajo con la energía vital». «Chikung», «Chi Kung», «Qigong», «Qi Gong», ..., es lo mismo. Denominaciones raras que también he leído por ahí, como «Chi Gong» o «Qi Kung», son incorrectas. IMPORTANTE: El «chi» de «taichi» viene de «jí» y significa «punto más alto, cúspide, extremo...»; el «chi» de «chikung» viene de «qì» y significa «energía vital». Por lo tanto, hay que tener claro que ambos «chi» son diferentes y no tienen nada que ver. 2. ¿CUÁLES SU ORIGEN? El origen mitológico del Taichi se remonta al monje taoísta Zhang Sanfeng (s. XIII) y los datos históricos afirman que fue desarrollado en Chenjiagou (aldea de los Chen) por el general Chen Wanting (s. XVII). Por tanto, hablamos de que el Taichi Chuan no es un arte milenario y tiene una antigüedad que puede variar entre 300-800 años aproximadamente. El Chikung ha sido conocido por muchos nombres a lo largo de la historia china. Historiadores y antropólogos coinciden en afirmar, debido también a diversos hallazgos arqueológicos, que surgió aproximadamente en el periodo Neolítico, teniendo su origen en tradiciones chamánicas. Por lo tanto, el Chikung tiene una antigüedad de unos 4000-5000 años aproximadamente. Es importante destacar que ambas disciplinas proceden de China y están "vivas", es decir, se encuentran en constante evolución. 3. ¿QUÉ ES? El Taichi Chuan es un arte marcial interno. Apunta a moverse con la energía vital y sin excederse con la fuerza muscular, utilizando en todo momento la tensión mínima necesaria. El Chikung es una práctica milenaria utilizada para regular la energía vital, mejorar la salud física y emocional y prevenir algunas enfermedades. Si bien es cierto que existe una escuela de Chikung llamada «marcial» y cuyo objetivo es fortalecer y acondicionar el cuerpo y mejorar las habilidades de defensa y ataque en las artes marciales, el Chikung en sí mismo no es un arte marcial, esto es, sus movimientos no esconden necesariamente aplicaciones de defensa y ataque; en el caso del Taichi Chuan, pese a que sus movimientos escondan aplicaciones marciales, puede practicarse con un objetivo meramente terapéutico, como es el caso, sobre todo, de adultos mayores o con limitaciones físicas. También es necesario hacer una aclaración sobre algo que he visto escrito en varios sitios, conozco gente que me ha hablado de ello y hay "instructores" que dicen enseñar esa disciplina: el «Taichikung» no existe como tal. 4. ¿EN QUÉ SE BASA? El Taichi Chuan consistente en movimientos que corresponde a aplicaciones marciales, en combinación con la respiración y la intención. Está vinculado directamente con algunos conceptos de la Filosofía Taoísta, como el Yin y el Yang y, por sus aplicaciones terapéuticas, con aspectos de la Medicina Tradicional China. El Chikung se realiza mediante trabajos y ejercicios coordinados con una respiración consciente, la visualización y la concentración en puntos, canales de acupuntura o zonas del cuerpo. Se basa en la Medicina Tradicional China y la Teoría de los Cinco Elementos. El Taichi Chuan y el Chikung son dos formas de autoconocimiento y control de nuestro cuerpo, respiración, emociones y pensamientos, es decir, son técnicas de meditación en movimiento. 5. ¿CÓMO SE PRACTICA? El Taichi Chuan se ejercita mediante formas o taolu, consistentes en movimientos suaves y armoniosos, con aplicaciones marciales ocultas en cada uno de ellos, coordinados con la respiración. Se dice que cada una de estas formas, aunque divididas en varios movimientos, se deben ejecutar de principio a fin como si de un sólo movimiento se tratase, sin hacer ninguna parada, de forma fluida y continua. Por otra parte, en el Taichi, que se practica de pie, se estudia el uso de distintas fuerzas (Peng, Lu, Ji, An, Cái, Lie, Zhou, Kao, ...), presentes en las formas y que se pueden trabajar también con compañeros a través del Tuishou (empuje de manos). El Chikung se practica mediante movimientos, posturas o formas (que pueden ser de pie, sentados o tumbados) coordinados con la respiración. En caso de posturas se trata simplemente de hacerlas; en caso de tablas o movimientos, parados o caminando, se observa una diferenciación entre cada uno. Existen competiciones de Taichi Chuan, que incluyen la ejecución de formas, el empuje de manos y/o combates utilizando las aplicaciones marciales y principios del Taichi, a los que se les denomina Sanda o Sanshou. Desde hace relativamente pocos años también existen competiciones de Chikung, aunque personalmente creo que merecen un estudio aparte. Ambas disciplinas se ocupan de llevar a cabo las tres regulaciones: cuerpo, respiración y mente. También en ambas se utiliza la intención mental para guiar la energía vital a través del cuerpo y los canales de acupuntura. En la ejecución de las técnicas existen también similitudes (por ejemplo en ambas disciplinas se comienzan los movimientos hacia la izquierda, principios básicos, etc...) y diferencias (estiramientos, atención a determinados puntos de acupuntura, tipos de respiración, etc...), pero aquí no entraré en ellas, pues requeriría de un artículo específico. 6. ¿CUÁNTOS TIPOS/ESTILOS EXISTEN? Se habla generalmente de cinco estilos familiares de Taichi Chuan: Chen, Yang, Wu/Hao, Wu y Sun. No obstante, existen otros muchos estilos que derivan de éstos. En las artes marciales chinas los estilos suelen tener el apellido de su fundador (Chen Wanting, Yang Luchan, ...), su lugar de origen (Wudang, Shaolin, ...) o el de una característica propia del estilo (Hulei). Aunque no se conoce una cifra exacta, se habla de una cifra aproximada de unas 15.000 posturas, formas y movimientos de Chikung, que podríamos dividir en cinco grandes escuelas de Chikung: médica/terapéutica, taoísta, budista, confucionista y marcial. Según autores, podremos encontrarnos que en ocasiones se engloba a las escuelas taoísta y budista en una sola, a la que se llama escuela espiritual y meditativa. En el Taichi no existen estilos o formas con nombres de animales, como «Taichi de la Grulla», «Taichi de la Tortuga», ..., pero sí movimientos concretos en los que se nombre a alguno, como «el mono blanco ofrece la fruta» o «el dragón azul emerge del agua»; los nombres de las formas de Taichi suelen conocerse por su número de movimientos y/o estilo (forma de 36 Chen, forma de 24 Yang, ...), el orden dentro de la práctica tradicional (Yilu o Primera Rutina, Erlu o Segunda Rutina) o, en algunos casos, el nombre de una característica especial de dicha forma (por ejemplo Erlu es también conocida como «Pao Chui», que significa «Puño de Cañón»). En el caso del Chikung existen posturas, formas y movimientos con nombres de todo tipo: «Juego de los Cinco Animales», «Abrazar el Árbol», «Apuntar al águila con el arco», «Separar el Cielo y la Tierra», etc... 7. ¿QUÉ ES NECESARIO PARA APRENDER? Para obtener resultados en cualquiera de ambas prácticas es necesaria la paciencia, la perseverancia y la continuidad en la práctica. 8. ¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS? Puesto que los principios básicos de ambas disciplinas son similares, los beneficios de practicarlas son los mismos, con la única diferencia de que, en el caso del Taichi Chuan, se aprenden además técnicas que, con el debido entrenamiento, pueden servir para la autodefensa. 9. EL TAICHI CHUAN ES CHIKUNG Si bien es cierto que al final los beneficios son prácticamente los mismos, los métodos de enseñanza y aprendizaje son diferentes y es necesario complementarlos. En el Chikung el trabajo energético es más potente y complementa/completa a la perfección el entrenamiento del Taichi Chuan. De hecho considero imprescindible incorporar el Chikung en la práctica del Taichi Chuan, pues permite desarrollar la propiocepción y la conciencia de energía interna, potencia la parte terapéutica del arte, regula las emociones y ayuda a desarrollar también su aspecto marcial y sensitivo. Practicar Taichi Chuan sin Chikung lo convierte, a mi entender, en una mera gimnasia o práctica deportiva que muchas veces viene acompañada de lesiones. ¿De qué sirve poder defenderse de agentes externos y no de los internos? ¿Qué sentido tiene saber luchar contra otros sin saber luchar "contra uno mismo"? Cuando se practica correctamente el Taichi Chuan desde una visión completa y holística, llevando la atención al movimiento, la respiración y la intención, y sin descartar ninguno de sus componentes (salud, meditación en movimiento, regulación corporal, respiratoria y emocional, trabajo energético y marcialidad), se está haciendo también Chikung; sin embargo, la práctica del Chikung no requiere tener conocimientos de Taichi Chuan. Por tanto, un buen instructor de Taichi Chuan debería enseñar también Chikung a sus alumnos. A pesar de sus diferencias y similitudes, la práctica se desarrolla de muy distintas formas y cada practicante ha de saber lo que busca y desea aprender. Y lo que es muy importante: debe encontrar a un buen profesor de Taichi Chuan y Chikung capacitado para ello que sea capaz de orientar, acompañar y enseñar correctamente. Si estás de acuerdo (o no) con alguno de estos puntos, deseas completar este artículo o hacer cualquier comentario te animo; ¡¡será bien recibido!! :D Manuel Rodríguez Salvador
INTRODUCCIÓN La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. La dimensión positiva de la salud mental se destaca en la definición de salud que figura en la Constitución de la OMS: «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Entre muchas dolencias psicológicas, y quizá por el momento histórico, social y político que estamos viviendo actualmente, podemos destacar el estrés, la ansiedad, la ira y la depresión. De hecho la OMS afirma que cerca del 20% de la población tiene algún tipo de trastorno o problema mental de este estilo, figurando éstos entre los factores de riesgo importantes de otras enfermedades y lesiones no intencionales o intencionales. El estrés, que afecta negativamente a la salud psicológica y física de las personas, puede ser definido como el proceso que se inicia ante un conjunto de demandas ambientales que recibe el individuo, a las cuáles debe dar una respuesta adecuada, poniendo en marcha sus recursos de afrontamiento. Cuando la demanda del ambiente (laboral, social, etc.) es excesiva frente a los recursos de afrontamiento que se poseen, se desarrollarán una serie de reacciones adaptativas que implican activación fisiológica. Esta reacción de estrés, sobre todo si es excesiva, incluye una serie de reacciones emocionales negativas o desagradables, de las cuáles las más importantes son la ansiedad, la ira y la depresión. Muchas veces ansiedad y estrés se usan como sinónimos, entendiendo en ambos casos un mismo tipo de reacción emocional. Sin embargo, existen diferencias a la hora de estudiar ambos fenómenos: el estrés es un proceso más amplio de adaptación al medio, mientras que la ansiedad es una reacción emocional de alerta ante una amenaza. Dentro del proceso de cambios que implica el estrés, la ansiedad es la reacción emocional más frecuente. Si bien la existencia del estrés es necesaria (y gracias a ella hemos sobrevivido como especie a lo largo de la historia), las consecuencias de un exceso de estrés y ansiedad generan daños en el cuerpo que afectan a la calidad de vida de las personas. Algunos de los estragos más comunes causados por el estrés pueden ser obesidad y sobrepeso, pérdida del cabello, depresión, reducción del deseo sexual, menstruación irregular, acné, cuadros alérgicos, úlceras, insomnio, disminución de fertilidad, enfermedades cardíacas e incluso acelerar una crisis de asma, entre otros. El estrés y las emociones tienen una relación muy íntima: las emociones se pueden definir como un estado de ánimo que aparece como reacción a un estímulo, lo que hace pensar que el estrés pueda ser, en cierto modo, una emoción. Algunas respuestas de tipo emocional que se presentan en personas afectadas por el estrés son abatimiento, tristeza, irritabilidad, apatía, indiferencia, inestabilidad emocional, etc. MEDITACIÓN EN MOVIMIENTO Las emociones, íntimamente ligadas con el estrés, son mentales y físicas a la vez. Implican un movimiento de energía tanto en uno mismo como entre uno mismo y un objeto. Por tanto, la práctica correcta de técnicas y disciplinas relacionadas con la meditación en movimiento (Taichi, Chikung, Yoga, Alexander, Fledenkrais, …) puede ayudar a eliminar obstrucciones en el flujo de emociones para que éstas puedan expresarse airosamente en vez de quedar reprimidas o ser exteriorizadas de forma impulsiva. En los últimos años el número de estudios e investigaciones relacionadas con técnicas de Meditación en Movimiento (a veces llamadas “MM”) ha aumentado considerablemente; sin embargo, estas prácticas a menudo han sido tratadas por los investigadores como formas de ejercicio comparables a otros trabajos aeróbicos ordinarios, estiramientos o simples técnicas de relajación. Como señala Catherine Kerr, la comprensión del investigador biomédico en cuanto a lo que está sucediendo en la meditación en movimiento no suele coincidir con la de un profesor de estas técnicas: un investigador puede entender las prácticas como forma de ejercicio para reducir el estrés generalizado no muy diferente, en principio, de ir a dar un paseo, mientras que el instructor piensa en ellas como un proceso más sofisticado en el que la conciencia del practicante se coloca en regiones específicas del cuerpo para realizar cambios concretos. Esta disyunción en los puntos de vista puede llevar a problemas en el diseño de futuros experimentos y responder con claridad preguntas científicas relevantes. El uso del término "Meditación en Movimiento” fue sugerido por Larkey y supone un paso importante en el reconocimiento de las características especiales de estas prácticas. Larkey basó su definición pensando específicamente en la práctica del Taichi y el Chikung y algunas disciplinas similares en un intento de llamar la atención sobre estas formas de ejercicio y diferenciarlas de otros convencionales y, por qué no decir, a veces más de moda pero no por ello más sanos. La definición que Larkey propuso se resume en cuatro características esenciales para diferenciar las técnicas de Meditación en Movimiento de otras tantas: 1. Un estado meditativo de la mente, que incluye la conciencia en el cuerpo. En este contexto “mente” no significa “pensamiento conceptual”, sino “conciencia”, centrándose sobre todo en un trabajo espacial, interoceptivo, propioceptivo y kinestésico. Esto incluye también la atención al flujo de la respiración y la sangre, sensaciones viscerales, la experiencia del equilibrio, la orientación y la postura corporal. Esta manera de usar la atención es similar a la que se utiliza en otras formas de meditación, como la tan de moda ahora “meditación Mindfulness”, pero en el caso de la Meditación en Movimiento se requiere, además de esta, otras técnicas mentales específicas. Por ejemplo: en la práctica del Taichi y el Chikung es fácil encontrarnos con instrucciones como “sentir el aire denso, como si fuese agua”, que desarrolla el sentido kinestésico, la sensibilidad táctil, una sensación placentera de ligereza, calidez, suavidad y, al mismo tiempo, potencia. También en las técnicas de Meditación en Movimiento la mente se utiliza para dirigir el Qi; de hecho en Taichi y Chikung se repite constantemente la frase «utiliza la intención, no la fuerza física» (yòng yì bù yòng lì - 用意不用力), pues se dice que allí donde se dirija la intención, allí estará el Qi. 2. Formas de movimientos prescritos. En las disciplinas relacionadas con la Meditación en Movimiento los movimientos suelen ser específicos, ya sea un itinerario prescrito (donde la serie de movimientos es la misma y debe ser aprendida y practicada) o bien movimientos de forma libre y espontánea (donde el practicante, siguiendo siempre una serie de principios y teniendo los movimientos aprendidos, practicados e interiorizados, puede dejarse llevar libre y espontáneamente). Estos movimientos pueden ser amplios o extremadamente sutiles, casi imperceptibles al ojo humano. En el Chikung, por ejemplo, tenemos formas de movimientos de pie y sentados, y también posturas estáticas sentados, tumbados o de pie (Zhang Zhuang); en estas últimas se sigue produciendo un pequeño y sutil micro movimiento (por no hablar del movimiento del Qi y la sangre, del que el practicante es consciente). A veces algunos instructores hacen trabajos de realizar movimientos grandes y obvios dirigiéndose, poco a poco, a hacerlos más pequeños hasta casi imperceptibles; en este proceso las sensaciones interoceptivas y propioceptivas se vuelven progresivamente más intensas, aumentando también la eficacia de la práctica de esta disciplina. De hecho en Chikung muchas veces se dice que «el movimiento pequeño es mejor que el movimiento grande y ningún movimiento grande es mejor que el movimiento pequeño». También en la práctica del Taichi la mente se emplea activamente en imaginar la aplicación marcial de los movimientos y la atención a determinadas zonas y puntos de acupuntura, lo que produce ciertas sensaciones internas. 3. Una atención explícita a la respiración. La conciencia y el control de la respiración son fundamentales en las técnicas de Meditación en Movimiento y, en el caso del Taichi y el Chikung, tiene una relación muy importante con el flujo de Qi. Alterar el patrón de la respiración puede alterar el funcionamiento del sistema nervioso autónomo. Existen multitud de prácticas respiratorias que permiten liberar las emociones, calmar la mente y/o mejorar la fuerza física. En el Taichi y el Chikung el cuerpo y la respiración siempre actúan de forma sincronizada, acompasando el movimiento al ritmo respiratorio y pudiendo llegar, por tanto, a estados de conciencia profundos. En las disciplinas de Meditación en Movimiento la respiración se describe como un puente entre las funciones conscientes e inconscientes, una forma de que la mente consciente influya en las funciones inconscientes, controladas por el sistema nervioso autónomo. De hecho la influencia mutua entre respiración, sistema nervioso autónomo y las emociones es bien conocida en la literatura científica y, a lo largo de los años, se han realizado numerosos estudios relacionados con los efectos de diferentes técnicas de respiración sobre estados emocionales y mentales. 4. Un estado de relajación activa. A diferencia del significado que normalmente se da al verbo “relajar” y que evoca una situación de dejadez extrema, la relajación profunda y activa, conocida como “Fàng Sōng” (放松) en las Artes Marciales Chinas, se refiere a un estado de tono completamente equilibrado en el que cada músculo está haciendo exactamente lo que debería con la mínima tensión necesaria para ello. La tensión es un estado de hipertonía y la flojera es un estado de hipotonía; sin embargo la práctica del Taichi y el Chikung buscan un estado de eutonía. Los sistemas biológicos son sistemas complejos, que se organizan para preservar de forma óptima diferentes variables, como la temperatura o la composición química. Esto se conoce como "homeostasis", un término acuñado por Cannon. Los niveles de cortisol, por ejemplo, pueden ser un indicador de estrés, una condición presuntamente negativa; muy poco cortisol, sin embargo, es tan malo como demasiado. Uno de los objetivos del Chikung es restaurar los mecanismos innatos del cuerpo para establecer la homeostasis o equilibrio dinámico. Asimismo, las investigaciones de balanceo corporal sugieren que el Taichi y el Chikung también pueden mejorar la autorregulación postural. En el estudio de las técnicas de Meditación en Movimiento se debe tener en cuenta que el resultado deseado es un estado de equilibrio dinámico cada vez más refinado, y no un estado que se caracteriza por máximos o mínimos, tensión o dejadez. La palabra "relajar" debe utilizarse con precaución debido a su ambigüedad, y los conceptos de la teoría de los sistemas complejos pueden ser útiles en la descripción de los resultados y los procesos de meditar en movimiento. REGULAR LA MENTE Y LAS EMOCIONES (TIÁO YÌ - 调意) La práctica del Taichi y el Chikung se compone de tres procesos de regulación ( Sān Tiáo -三调), en los que cuerpo, respiración y mente interaccionan entre sí buscando una armonía entre ellos. Uno de estos procesos es la Regulación de la Mente y las Emociones (Tiáo Yì - 调意). El Taichi y el Chikung pueden ayudar a sanar y equilibrar las emociones haciendo que seamos conscientes de los componentes físicos de la ansiedad y el estrés (tensión en los hombros, ansiedad digestiva, mirada suspicaz, respiración superficial, …) y las emociones y pensamientos que nos llevan a ellos. Esto se hace a través de métodos prácticos que nos ayudan a resolver dichos problemas en su plano energético, es decir, sobre todo cuando las emociones influencian al Qi o cuando se expresan en forma de unos deficientes hábitos físicos posturales, respiratorios o en forma de tensión. Pero la relación cuerpo-respiración-mente es recíproca: el cuerpo también influencia las emociones. Ciertos hábitos respiratorios y de postura, o problemas viscerales, pueden crear actitudes psicológicas especiales. Por tanto, la práctica del Taichi y el Chikung, a través de ejercicios que permiten dirigir el Qi, nos puede permitir tratar problemas corporales, respiratorios y psicológicos de forma simultánea. ¿Cómo hacerlo? El cuerpo, la respiración y la mente emiten continuamente señales que, con una actitud y escucha o una atención mental propias del Taichi y el Chikung, se pueden detectar y corregir si son dañinas. Esto se traduce, por tanto, en un aumento de la sensibilidad y el autoconocimiento. Para ello, en primer lugar, el practicante de Taichi y Chikung debe tener una actitud de escucha y vigilancia, es decir, debe observar (Guān - 觀) tanto lo que sucede en su interior (órganos internos, circulación de la sangre, respiración, equilibrio, pensamientos, emociones, …) como lo que ocurre en su exterior, es decir, el entorno que le rodea (los fenómenos de la naturaleza, las personas, las sensaciones térmicas, …). Por tanto, en el Chikung se comienza dando estos tres pasos: observar el cuerpo (Guān Shēn - 觀身), observar la respiración (Guān Xī - 觀息) y observar la mente (Guān Xīn - 觀心). En segundo lugar, el practicante debe aprender a relajar y soltar (Sōng - 松). Como el estrés tiende a agravar todas las patologías y lleva a nuestros órganos y funciones a un desgaste físico excesivo, degenerando en un estado de malestar y desequilibrio emocional, debemos trabajar la relajación activa, es decir, regular nuestro cuerpo para usar la tensión mínima necesaria para la acción que estemos realizando en cualquier momento. Dado que cuerpo, respiración y mente son indivisibles, esto implica también regular la estructura corporal, regular la respiración (haciéndola, poco a poco, más fina, silenciosa, uniforme, lenta, profunda, …) y, a su vez, “soltar la mente” de pensamientos y distracciones, pudiendo usar, para ello, distintas imágenes y visualizaciones, como por ejemplo imaginando que el cuerpo se va vaciando a través de los pies de un fluido pesado y sucio, o realizando ejercicios vibratorios o sacudidas en las que se imagine como polvo o arenilla que se desprende del cuerpo y cae al suelo (polvo que simbolizaría preocupaciones, tensiones o malestares), entre otros muchos. Quizá para muchas personas eso de “soltar la mente de pensamientos” pueda resultar complicado, apoyándose en la famosa frase de Descartes «cogito, ergo sum» («pienso, luego existo»). Sin embargo, esta argumentación filosófica tiene, en mi opinión, un serio defecto, pues puede llevar a la errónea afirmación de que «si dejas de pensar, dejas de existir». Tendemos, por tanto, a identificarnos con nuestros pensamientos. Decía Lao Tzu: «quien se identifica con el Tao, se une al Tao; quien se identifica con la virtud, se une a la virtud; quien se identifica con el defecto, se une al defecto». Así pues, si alguien se termina identificando con pensamientos como «soy débil, soy incompetente, no valgo para nada, la gente es mala, este mundo es un asco, …» puede terminar entrando en un círculo de negatividad y sufrimiento en el que el cuerpo se terminará poniendo rígido, el Qi no fluirá bien a través de los canales y derivará en desequilibrio físico y emocional, malestar e incluso enfermedad. El Taichi y el Chikung buscan llegar, a través del movimiento, a un estado de quietud, serenidad y tranquilidad (Jìng - 靜), en el que se genera un estado de autoprotección del cuerpo y la mente ante las molestias externas y las distracciones, evitando pérdidas de energía innecesarias, permitiendo a nuestro sistema nervioso y a la mente un descanso pleno y conectándonos también con la realidad del momento presente (aquí y ahora). Además, el cultivo de la quietud nos abre la comprensión de su opuesto complementario, el movimiento (Dòng - 動). Una instrucción tradicional del Taichi y el Chikung dice «durante el movimiento hay quietud, en la quietud hay movimiento» (dòng zhōng yǒu jìng, jìng zhōng yǒu dòng -動中有靜, 靜中有動). Finalmente, el practicante de Taichi y Chikung puede llegar a la vacuidad (Kōng - 空), un estado de meditación avanzado producto de un Jìng profundo, donde se está vacío de toda tensión interna y externa, del cuerpo y de la mente, y devolviéndonos al origen, la unidad con uno mismo y con el exterior y la claridad. Este estado favorece, también, la regulación de los Tres Tesoros (Sān Bǎo - 三寶), es decir, el Espíritu (Shén - 神), la Esencia (Jīng - 精) y la Energía Vital (Qì - 氣), llevando a la persona a un estado de equilibrio físico y mental, lo que se traduce en salud, bienestar y una mayor facilidad para ser propensa a la felicidad. Otro método utilizado en Chikung es utilizar la llamada “Sonrisa Interior”, considerada por la alquimia taoísta como una de las mejores prácticas para liberarnos del estrés y la ansiedad. Desde el punto de vista de la medicina occidental, sonreír ayuda a liberar tensiones y provoca el incremento de endorfinas, reduciendo el cortisol; bajando los niveles de cortisol podemos reducir los sentimientos y emociones negativas. Reír expande también los pulmones, estira y relaja los músculos del cuerpo y estimula la homeostasis; esto ejercita el cuerpo y repone el oxígeno de las células. Además, reír ayuda a aligerar emociones. Asimismo, una sonrisa pone en movimiento cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago. También está demostrado que la risa reduce el colesterol en la sangre. Y destacable es el hecho de que las personas que ríen suelen vivir más años y, de hecho, son más felices. Con la sonrisa también liberamos adrenalina (componente que incrementa la creatividad y la imaginación), dopamina (que favorece la agilidad mental) y serotonina (que posee efectos calmantes y disminuye el hambre y la ansiedad). Desde el punto de vista de la filosofía taoísta, se dice que al sonreír los órganos segregan una sustancia que alimenta todo el cuerpo, mientras que emociones como el miedo y la rabia crean toxinas que bloquean el paso del Qi afectando la salud de los órganos y el cuerpo en general. Por ello, la práctica de la Sonrisa Interior consiste en observar y regular nuestra estructura corporal y nuestra respiración y calmar la mente recordando algo o alguien que nos evoque bienestar y felicidad y dibuje una sonrisa en nuestro rostro. Teniendo presente esa sensación de alegría y visualizando el dibujo de la sonrisa en nuestra cara, se lleva esta imagen a todo el cuerpo, incluyendo músculos, órganos y entrañas, esqueleto, etc…, proyectando felicidad a cada célula de nuestro cuerpo y agradeciendo, cariñosamente, la función que realiza para nosotros. El Qi no está solamente en el cerebro o en el corazón, sino que circula por todo el cuerpo; si el Qi está sano, todo el sistema (mente, cuerpo, respiración, emociones) estará sano. INVESTIGACIONES Ha habido innumerables investigaciones sobre los beneficios de estas prácticas en la depresión, la ansiedad, la capacidad cognitiva, la inflamación, la función inmune, la artritis, tratamientos de apoyo contra el cáncer, la salud pulmonar, enfermedades cardíacas, el equilibrio, la capacidad aeróbica, la fuerza, la densidad ósea, la fibromialgia y la diabetes, por citar algunas. Un buen número de investigaciones están relacionadas directamente con la práctica del Taichi y el Chikung y sus beneficios en la mejora de la ansiedad, la depresión y otras dolencias o enfermedades afectivas y emocionales. Un número relativamente pequeño de los estudios se ha centrado en el uso de la Meditación en Movimiento para la mejora de la ansiedad y la depresión, mientras que un mayor número de estos estudios ha investigado los beneficios sobre la meditación sentados. Uno de los mejores estudios fue llevado a cabo por Wang Jisheng en el Instituto de Psicología de la Academia de Ciencias de China. El Dr. Wang evaluó la salud mental de 153 individuos que habían practicado Chikung durante menos de dos años (grupo 1) comparado con 119 individuos que habían practicado Chikung durante más de dos años (grupo 2). El grupo 2 obtuvo una puntuación positiva (p<0.05) en tales áreas representando menos características obsesivo-compulsivas, ansiedad o ansiedad fóbica, y unos buenos indicios generales de salud mental. Se encontró una significación estadística mayor cuando se comprobaron los resultados obtenidos con otros (p<0.01). El grupo 2 mostraba más sensibilidad interpersonal, menos depresión o psicosis y unas mejores puntuaciones medias. Wang dedujo que un período de práctica más prolongado tenía efectos positivos en la mayor parte de los aspectos de la salud mental. Wang también investigó el efecto del Chikung sobre el comportamiento de Tipo A (agresivo, estresado, presionado por horarios y planificaciones), que además es considerado como un factor de riesgo en las enfermedades cardíacas. En un estudio realizado sobre 233 personas, 89 de ellas practicantes de Chikung y 144 no practicantes, Wang administró un cuestionario de Tipo A a todos los individuos. El porcentaje de comportamiento de Tipo A en el grupo de Chikung fue de un 23,43%, comparado con un 51,39% en el grupo de control. Un estudio llevado a cabo por Shgemi Hayashi, del Instituto Sino-Japonés de Chikung, ha revelado que la práctica del Chikung desemboca en estados subjetivos de bienestar emocional. Basándose en un sondeo sobre 226 practicantes japoneses de Chikung, se pudo observar que aporta estabilidad emocional, mayor alegría de vivir, un descenso del egoísmo, una actitud mental más abierta, un aumento del entusiasmo y de la fuerza de voluntad, así como un mayor interés por el prójimo. Hayashi menciona que se han hallado beneficios parecidos en los estudiantes de la Escuela de Chikung de Aosora, quienes practican Chikung durante media hora diariamente antes de ir a trabajar, enumerando mejoras en la claridad mental, fuerza de voluntad, salud y felicidad. De estos y otros muchos estudios se concluye que, en general, la práctica del Taichi y el Chikung puede reducir las medidas de estrés, ansiedad y depresión comparándolas con las medidas de los grupos control. No obstante, y dada la falta de normalización de estas prácticas y la poca importancia que hasta ahora se le ha dado por parte de la medicina convencional, se ve la necesidad de realizar estudios científicos mucho más completos, rigurosos y concluyentes. CONCLUSIÓN El Taichi y el Chikung contemplan las emociones desde un punto de vista diferente al de la psicoterapia convencional, pues tienen en cuenta el modo en que las emociones afectan a la postura, la respiración y la salud de órganos internos y vísceras. El Chikung, en vez de observar únicamente los problemas psicológicos en términos de influencias pasadas o comportamientos presentes, se centra también en los bloqueos energéticos actuales. Es razonable deducir, por tanto, que trabajar conjuntamente los problemas físicos, respiratorios y mentales hacen que la mente se haga más clara y más capacitada para enfrentarse a los problemas personales o para encontrar soluciones a los conflictos que surjan. Y es necesario destacar, del mismo modo, la necesidad de que terapias convencionales y otra serie de terapias mal llamadas “alternativas” sean capaces de ir por el mismo camino complementándose y enriqueciéndose mutuamente. Asimismo, la salud mental normalmente es el resultado de una mejor salud física. La relajación activa puede fomentar la liberación y resolución de aspectos emocionales desde dos perspectivas complementarias: por un lado liberar la tensión hace que las emociones bloqueadas dentro de los músculos también se liberen y, por otro, la relajación física genera una reducción de la velocidad del metabolismo, un pulso más lento, una respiración más lenta y relajada y unas ondas cerebrales más pausadas. Estas ondas cerebrales con menor velocidad corresponden a la abertura de los rígidos lazos entre la mente consciente y la inconsciente, de modo que podemos llegar a ser más conscientes de las emociones reprimidas o inhibidas y, posiblemente, expresarlas y liberarlas de manera adecuada. Las investigaciones sugieren que la práctica correcta del Taichi y el Chikung tiene efectos positivos sobre una amplia gama de dolencias no solamente físicas, sino también mentales, y puede conducir a avances significativos en el desarrollo de nuevos tratamientos contra enfermedades relacionadas con la salud mental, como el estrés, la ansiedad o la depresión. El Taichi y el Chikung están enormemente influenciados por la filosofía taoísta. Decía Lao Tzu: «abraza el trozo de madera sin tallar». Aprender, por tanto, a reconocer los propios desequilibrios, aceptarlos y, a partir de ahí, poner en práctica los principios del Taichi y el Chikung (también en la vida cotidiana) puede ayudar a las personas con estrés, ansiedad, depresión y otras enfermedades mentales a avanzar por el camino hacia su salud física y mental a paso lento… pero seguro. Manuel Rodríguez Salvador REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) - Organización Mundial de la Salud (OMS) - FONSECA MARANTE, YOSAMNE (2010). “El estrés psicológico y sus principales formas de expresión en el ámbito laboral”. Edición electrónica gratuita. - CASTELLANOS OLIVARES, FÉLIX. “Instrucciones tradicionales para Tàijí Quán y Qì Gōng”. Escuela Tantien. - COHEN, KENNETH S. (2004). “El Camino del Qigong: el arte y la ciencia de la curación energética china”. Ed. La Liebre de Marzo. - PAYNE, PETER AND CRANE-GODREAU, MARDI. “Meditative movements for depression and anxiety”. «Un viaje de mil millas comienza con el primer paso» (Lao Tzu) Una de las primeras dudas que pueden surgir cuando alguien se decide a practicar un arte marcial es elegir un profesor o un centro donde se imparta. En el caso del Taichi Chuan y el Chikung existen muchos centros en los que se ofertan estas actividades y muy buenos instructores de estas disciplinas. Sin embargo, como en cualquier otra profesión, existe también gente que dice saber lo que no sabe, mucho "intrusismo laboral" y algún que otro farsante. Por ello, me gustaría dar unas pequeñas pinceladas sobre algunas características que, siempre desde mi humilde opinión, deberías tener en cuenta a la hora de elegir una escuela y un instructor de Taichi Chuan y Chikung. Escuela, estilo y linaje: En primer lugar creo que es imprescindible que el instructor pertenezca a un linaje (o siga una línea concreta), forme parte de alguna escuela o haya sido formado por un maestro especializado en Taichi y Chikung. La existencia de una escuela o linaje ya nos dice que: 1. Se sigue a un maestro o una línea de trabajo, con unas enseñanzas transmitidas durante siglos de maestro a discípulo. 2. Existe un compromiso fuerte y claro de transmitir el arte. 3. Existe un programa de enseñanza y una metodología. Es importante conocer el estilo que practica el instructor. Cada estilo difiere en determinados aspectos o técnicas, pero los principios básicos, los objetivos y los beneficios son los mismos. Conocer la línea de la escuela o de nuestro instructor nos dará muchas pistas sobre su seriedad y profesionalidad. Podría hablarse de cinco estilos familiares de Taichi Chuan: Chen, Yang, Wu, Wu/Hao y Sun. Otros estilos también reconocidos son Zhaobao, Hulei, Hunyuan o Wudang Sanfeng, entre otros. Casi siempre el nombre del estilo corresponde al apellido del creador/fundador (Chen Wangting, Yang Luchan, Sun Lutang, ...), característica del estilo (Hulei) o procedencia (Wudang), por poner algunos ejemplos. Si alguien te dice que practica y/o enseña Taichi "del Mono, la Grulla o el Oso", en realidad no es Taichi; quizá Chikung, pero a veces ni eso, sino algo inventado... Lo mismo ocurre con el Chikung, en el que hablamos de cinco escuelas: terapéutica, taoísta, budista (a veces estas dos últimas se consideran una misma escuela, a la que llaman "espiritual o meditativa"), confucionista y marcial. Por tanto, si alguien os habla del "Fitness Chikung", "Hot Chikung" o cosas así, sabed que no es Chikung. Menos aún si en los ejercicios que se trabajan se ven principios contrarios a este arte. Si la escuela o el instructor no quiere decir qué estilo se practica o no lo sabe es muy mala señal... Si un instructor de Taichi te dice algo así como «en China los maestros no dicen a sus alumnos qué estilo se practica», afirma que en Taichi no hay estilos o no sabe de qué le hablas, desconfía... Si afirma que él no hace Chikung, sino Qigong..., o que Taoyin y Chikung son disciplinas diferentes, más de lo mismo. Asimismo, cada vez surgen más "gurús" e "iluminados" que inventan estilos de la nada, sin maestros ni linaje, que se autoproclaman practicantes de "el verdadero Taichi" y/o "el verdadero Chikung" o que enfocan la práctica hacia unos tintes muy New Age... o justo lo contrario, a una práctica demasiado física y superficial. También se ve, y tristemente cada vez más, personas que hacen cursos de todo un poco y luego mezclan (que es muy diferente a especializarte en un arte y nutrirte de otras disciplinas, ojo) e incluso inventan estilos nuevos basados en las mezclas de los cursos que han hecho... Por ello es importante que te informes bien, preguntes y busques información sobre el estilo, la escuela y el instructor. Maestro, instructor y sus clases: La pertenencia de un instructor a una escuela o línea es una muy buena primera referencia. Que un instructor esté comprometido con un linaje y/o un maestro dice mucho de él. Por el contrario, personalmente suelo desconfiar de aquellos que dicen seguir a muchos maestros (que no es lo mismo que haberse nutrido de muchos maestros, ojo), enseñan muchas disciplinas distintas y/o enseñan muchos estilos de artes marciales diferentes sin especializarse en uno en concreto; mi experiencia me dice que muchas veces terminan haciendo mezclas raras... Como me dijo un profesor cuando estaba haciendo la carrera, «es importante saber un poquito de todo, pero hay que especializarse en algo concreto». En mi opinión, un buen instructor debe ser una persona bien formada con un maestro, en una escuela y supervisado por un buen profesional. No te cortes a la hora de pedir información sobre el currículum del instructor para comprobar su bagaje. Existen muchas personas que, tras hacer algún que otro curso se ponen a dar clases; como ya he comentado eso no sólo es intrusismo laboral sino también un auténtico ejercicio de irresponsabilidad. Un profesional debe conocer prácticamente todos los aspectos del Taichi y el Chikung y... son muchos; memorizar una secuencia de movimientos no es saber Taichi/Chikung ni te capacita para enseñarlo. La formación como profesional de estas disciplinas requiere una inversión importante de tiempo, esfuerzo y dedicación (y dinero), a veces muchísimo más que muchas carreras universitarias y, del mismo modo que en otras profesiones es importante seguir estudiando, aquí también nos encontramos con una disciplina en la que estarás aprendiendo durante toda la vida. Creo que es esencial valorar esto al elegir un buen instructor con quien aprender. Relacionado con lo anterior están también los conocimientos teóricos de la disciplina. Un instructor debe conocer las características del estilo que practica, los nombres de las posturas básicas y los movimientos, fundamentos de anatomía, medicina china, filosofía taoísta... Un instructor bien formado no puede hablar de Taichi "estilo Chuan" o "estilo Chikung", de "Taichikung", no saber las diferencias/similitudes entre Taichi y Chikung, no diferenciar entre flexión y extensión o incluso afirmar que el Taichi viene de la India..., entre otras perlas que a veces se escuchan... También pienso que un buen instructor debe ser una persona humilde. Personalmente huyo de los que se autoproclaman a sí mismos "maestro". Tradicionalmente el título de "maestro" nunca se lo daba uno a sí mismo; por una parte lo otorgaban sus pares (otros maestros e instructores) tras años de práctica, entrenamiento y compromiso con una escuela determinada y, por otra parte, eran los propios alumnos los que le llamaban de esta forma. Por la misma razón huyo también de los profesores empeñados en demostrar tener más nivel que otros, practicar mejor estilo o tener mejores alumnos. En este mundo, tristemente, hay mucha lucha de egos y es fácil encontrarnos con profesores que, en vez de hablar de sus fortalezas, arremeten contra otros. Resumiendo: no me convencen los maestros competitivos, sino los maestros competentes. Igualmente, valoro positivamente a aquellos maestros e instructores que no siempre lo saben todo y, a su vez, tienen la capacidad y los recursos para informarse y poder responderte con posterioridad. La respuesta «no lo sé» me ha parecido siempre un signo de sabiduría, y si además viene acompañada de un «pero se lo puedo preguntar a mi maestro» me enamorará. Un buen profesor no esconde su humanidad. El maestro que siempre dice estar bien... es un mentiroso. Los maestros son seres humanos que, como el resto de los mortales, necesitan comer, ir al baño, llorar, se enfadan, tienen que llegar a fin de mes, tienen familia... Esto es algo que se ve mucho en determinados ambientes en los que se sigue a algún tipo de gurú que parece salido de alguna clase de nave espacial intentando demostrar una especie de superioridad cósmica... Como me dijo una vez alguien a quien considero un maestro: «¿cómo saber lo que es la luz si nunca has conocido la oscuridad?». Es importante que el instructor de Taichi sea una persona comprometida con el arte y el estilo que practica, con su enseñanza y transmisión y con el aprendizaje, el desarrollo y la evolución de sus alumnos. Es interesante, además, que fomente la independencia de sus alumnos: no se trata de seguir al profesor "y ya está", sino de hacer que el alumno sea capaz de ir memorizando las formas y ejercicios, interiorizarlos y hacerlos "suyos". Asimismo, me gustan los instructores que son capaces de valorar positivamente los progresos de sus alumnos y, en la medida de las posibilidades de la clase, prestan atención a cada uno de forma individual. Valoro también que el profesor tenga una visión holística del Taichi y el Chikung, que lo vea como algo que está en continua evolución y nutra el arte dando importancia a la investigación, la ciencia, los conocimientos occidentales, avances técnicos, beneficios de otras disciplinas, etc... Del mismo modo, creo que es imprescindible (tanto que creo estar repitiéndolo) que esté en continua formación y que, además de enseñar, tenga a su vez un maestro que le enseñe y de quien también él se pueda nutrir. Por otra parte, es importante evaluar la capacidad pedagógica del profesor y si realmente, en las clases, se nota una progresión. Ojo: los avances en el Taichi y el Chikung no pueden valorarse en 2 ó 3 sesiones; para darse cuenta de sus beneficios debes practicar de forma regular durante un tiempo. Finalmente, me parece importantísimo que el instructor de Taichi y Chikung trabaje no tanto el número de movimientos (que es importante también en la progresión), sino sobre todo la calidad de los mismos; que enfatice mucho en los principios básicos y fomente, en el alumnado, la visión espiritual del Taichi y la capacidad de llevar los principios prácticos y filosóficos de este arte a nuestra vida cotidiana. En definitiva, alguien para quien el Taichi no es un deporte, sino un estilo de vida. Lugar de enseñanza: Aunque por distintos motivos no siempre se puede dar el caso, la existencia de un centro donde impartir las clases es un elemento a favor. Para evaluarlo puedes observar los siguientes aspectos: - El feng shui: debe ser un sitio acogedor, arreglado, limpio, bien cuidado y con una estética mínimamente acorde con la disciplina que quieres estudiar. - El sonido: en la medida de lo posible debe ser un lugar silencioso o, al menos, poco ruidoso; el silencio ayuda a la meditación, la relajación y a crear un clima de paz y armonía propicio para la práctica. - La ventilación: una buena ventilación es indispensable. - Servicios mínimos: cuarto de baño (si es posible con duchas), vestuario, recepción, ... - Material: apuntes, armas, ropa y calzado, ... - Horarios: que haya variedad de horarios tanto para poder informarse como para poder asistir a clase. - Atención al alumno: una buena atención al alumno o posible futuro alumno, al que se le pueda dar información precisa y solucionar cualquier duda o conflicto. Es importante también que exista la posibilidad de visitar el centro antes de matricularse para poder evaluar mejor las instalaciones. Lo mismo sucede con la posibilidad de ver o asistir a una primera clase gratuita. Si no se te permite, algo huele mal... Es cierto que también hay muy buenos instructores que, por la razón que sea, no pueden disponer de un local donde dar clases y las imparten en un parque. En ese caso habrá que valorar los servicios que dejamos de percibir o las incomodidades propias de estos lugares, como puede ser el mal tiempo, el ruido, los viandantes, etc..., pero siempre teniendo en cuenta, y quiero remarcar esto, que el hecho de que la clase sea en un parque no implica necesariamente que el instructor no sea profesional; hay grandes maestros en los parques. La práctica al aire libre y en contacto con la naturaleza es también importante y enriquecedora, y no está reñida con la existencia de un local. Precio: El precio se debe evaluar siempre desde una perspectiva de "calidad-precio", de satisfacción y de evolución personal. En todo lo relacionado con salud creo que nunca hay que escatimar en gastos. Resumiendo: cuando uno decide practicar Taichi Chuan y Chikung, como cualquier otro arte marcial, es recomendable que busque un buen instructor y una buena escuela hasta encontrarlos. A veces no es un camino fácil, pero sí necesario. Al final merece la pena encontrar un maestro con un gran nivel técnico de Taichi y Chikung que sea, a su vez, sincero, humilde y con gran corazón que haga que te enamores, cada día más, de este maravilloso arte. «Un profesor es el que te enseña, un maestro es del que aprendes» (Séneca) «Los maestros pueden abrir puertas, pero solo tú puedes entrar» (Proverbio chino) «El maestro deja una huella para la eternidad; nunca puede decir cuando se detiene su influencia» (Henry Adams) Manuel Rodríguez Salvador
Cuentan que cierto día un joven se acercó al maestro Tang Lung y le dijo: - «Abuelo, el arte marcial que usted enseña es sólo para ancianos y no sirve para nada». El maestro contestó: - «Verás, hijo mío, hay dos clases de escuelas de artes marciales: las externas y las internas. Las escuelas externas enseñan a pegar fuertes patadas; pero un burro será capaz de dar patadas más poderosas y un hombre, por mucho que entrene, nunca será tan fuerte como un elefante o un toro. Sin embargo, los maestros internos enseñamos a combatir enemigos invisibles que, además, son los más poderosos, como la vejez, la enfermedad, la ira, la maledicencia y la muerte... El practicante de Taichi que ha logrado encontrar un verdadero maestro interno sabe esquivar la enfermedad y la ira; la vejez y la maledicencia también llegarán sin pasarle factura y, cuando la muerte quiera sorprenderle, estará preparado. Así que ya ves que no es que sólo los viejos practiquemos Taichi, sino que los que practicamos Taichi... llegamos a viejos». "DEL TAI-CHI AL TAO: ESPIRITUALIDAD Y MÍSTICA EN LAS ARTES MARCIALES", de MANUEL I. FERNÁNDEZ MUÑOZ "Muertos de hambre" es un vídeo de Elio González y Rubén Tejerina que cuenta ya con más de 700.000 mil reproducciones en apenas 4 meses. Este título esconde una grabación cargada de sentimiento y que saca a la luz esa eterna lucha entre lo que se considera o no útil para la sociedad y la economía. «¿Todo sería igual sin artistas? Piénselo y, si después de pensarlo, su cabeza no le da ninguna conclusión, acuda al corazón y a ver qué pasa... En estos tiempos que vivimos, más que nunca necesitamos la belleza, el arte. Ahora que cada vez estamos mas deshumanizados, que la economía asfixia, que el tiempo se cuenta por las horas de oficina, que es más fácil escribir un mensaje por el móvil que mirarnos a los ojos... Ahora son imprescindibles esos Muertos de Hambre». Cuerpo, respiración y mente están íntimamente relacionados. Los procesos físicos, respiratorios, mentales y emocionales se superponen e imbrican unos con otros sin que sea posible la separación. La práctica del Taichi y el Chikung se compone de tres procesos de regulación (三调 - Sān Tiáo) en los que cuerpo, respiración y mente interaccionan entre sí buscando una armonía entre ellos. Estas disciplinas, por tanto, tienen una enorme capacidad de expresión a través de las cuales comunicamos estados físicos y emocionales. El Taichi Chuan es un ARTE marcial interno. Quienes lo practicamos somos llamados "artistas marciales". Y, como ARTISTAS, expresamos y generamos emociones. Quienes nos dedicamos a esta profesión buscamos acompañar, facilitar y posibilitar un cambio significativo en la persona atendiendo a su propio proceso personal. En el Taichi y el Chikung utilizamos la regulación del cuerpo, la respiración y la mente como herramienta para facilitar, además, la expresión y resolución de emociones, beneficiando nuestra salud en general y descubriendo nuevas vías de crecimiento personal y, por qué no, espiritual. Somos artistas y, como artistas, el mundo también nos necesita. Del 20 al 23 de Noviembre visitarán Valencia el Dr. Cui Yongsheng, vicepresidente del Departamento de Investigaciones Científicas y director del Departamento de Publicaciones de la Asociación China de Chikung de Salud (CHQA) y la profesora Wang Meijuan de la Universidad de Deportes de Shandong (China).
¡No te pierdas los cursos y conferencias que impartirán! Toda la información aquí. El pasado jueves 23 de Octubre impartí una charla de introducción al Taichi y el Chikung en un aula del Colegio Oficial de Enfermería de Valencia, dirigida sobre todo a la Asociación de Jubilados de Enfermería que depende de dicho colegio profesional. La hora y media que duró cada conferencia la dediqué, en resumen, a responder a las siguientes cuestiones:
Todos los instructores sabemos de la importancia de entender ciertos conceptos para poder llevar a cabo la práctica del Taichi y que, cuando dedicamos un tiempo de la clase a explicarlos, algunos de nuestros alumnos comienzan a inquietarse, ponerse nerviosos, desconectan y alguno incluso puede llegar a echarte en cara que estés "perdiendo" esos minutos; la famosa expresión «come y calla» se convierte, en este contexto, en un «muévete y calla». Por tanto, esta conferencia fue una excelente oportunidad de poder explicar determinados conceptos, de forma clara y concisa, que ayuden a profundizar en este arte. Como todos sabemos, con el progreso de las civilizaciones y el rápido desarrollo de las modernas técnicas científicas la vida se hace cada vez más cómoda y próspera, lo que se ve reflejado en la extraordinaria abundancia de la vida material: medios de transporte rápidos, mecanización de las fábricas y automatización de las condiciones del trabajo. Por otro lado, los seres humanos también se enfrentan cada vez más a las angustias y ansiedades causadas por el rápido ritmo de vida laboral y cotidiana, intensas competencias y la expansión de las necesidades materiales; además con el actual estilo de vida sedentaria, la dieta rica en grasas y calorías, la costumbre de hacer deporte sin un seguimiento especializado y la grave contaminación del medio ambiente han aumentado bruscamente el número de enfermedades de la civilización moderna. Cada día hay más gente que sufre de hipertensión, hiperlipidemia, enfermedades coronarias, diabetes, gota, insomnio, psicosis, etc., dolencias que han afectado perniciosamente a la salud y a la calidad de vida de los seres humanos y que también han provocado enormes pérdidas económicas a las naciones. Al mismo tiempo, sea en Oriente o en Occidente, a medida que se prolonga la esperanza de vida, la conciencia sobre la buena salud está creciendo. Además, el alto grado de interés y la preocupación por estar sanos han promovido la profundización sobre los conocimientos sanitarios, los pensamientos y multifacéticas exploraciones de las soluciones y los métodos para resolver el problema de la sanidad. Considerando la gran influencia de los deportes sobre la sanidad fisiológica y psicológica y la capacidad de adaptación social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 1992 la Declaración de Victoria en la Conferencia Internacional sobre la Sanidad Cardíaca en Victoria (Canadá) y planteó el famoso concepto de “las cuatro piedras angulares” que promueven la sanidad humana, es decir “una dieta equilibrada, unos ejercicios físicos adecuados, dejar de fumar y beber poco, y mantener un equilibrio psicológico”. En ese encuentro los expertos señalaron que para prevenir todo tipo de enfermedades las personas debían llevar un estilo de vida saludable, por ello realizar ejercicios físicos adecuados forma una parte muy importante a la hora de mantenerse saludable, lo cual confirma la necesidad de realizar algún deporte. Los expertos en teorías deportivas de todo el mundo reconocen que el desarrollo de cualquier deporte no puede desligarse ni de la filosofía ni de la medicina. Los deportes en Oriente y en Occidente, debido a las desigualdades de los conceptos filosóficos y médicos, cuentan con características bien diferenciadas que van desde la teoría hasta la práctica. Debido a la influencia de la ideología sobre la separación física y psicológica de René Descartes y de otras teorías filosóficas de Charles Darwin que pregona que la especie que ha supervivido no es necesariamente la más fuerte sino la que ha sabido adaptarse mejor al entorno de científicos de la naturaleza, el deporte moderno occidental ha adquirido la idea del “más rápido, más alto y más fuerte”, lo cual se refleja en la preconización de la competencia y de los desafíos extremos. Al mismo tiempo, bajo la orientación de la medicina moderna, se ha formado un independiente método de entrenamiento cuyo objetivo principal trata de desarrollar cualidades físicas (velocidad, fuerza, resistencia, agilidad y flexibilidad) y psicológicas. Debido a la influencia de los pensamientos filosóficos del taoísmo, confucianismo y de la Medicina China, los deportes clásicos chinos como el tàijíquán[1] y el qìgōng[2] han desarrollado sus propias características. Dichos deportes gozan cada vez de un mayor número de seguidores debido a su seguridad física y a que pueden ser practicados sin riesgos por todo tipo de personas independientemente de su edad. Durante los más de cinco mil años de historia del desarrollo de las teorías sobre la armonía entre el hombre y la naturaleza y la unión física y mental del taoísmo, el taijiquan y el qigong enfatizan en la integración de los movimientos físicos, la correcta respiración y la orientación ideológica. Por lo tanto, ambas disciplinas deportivas poseen algunos puntos comunes como son movimientos suaves, lentos, ágiles y ligeros. Ambas prestan más atención al fortalecimiento de los órganos, de los canales energéticos principales y colaterales[3] y a la energía vital a través de los movimientos físicos, la respiración abdominal y la filosofía, a fin de lograr el efecto de la longevidad.
Pero esto no quiere decir que una vez se practica taijiquan o qigong se obtiene un resultado inmediato. Aunque los médicos ya se ha planteado la receta deportiva, es decir, para diferentes grupos de personas y diferentes síntomas se les receta diferentes tipos de deportes, cualquier actividad física necesita experimentar un proceso desde la acumulación cuantitativa hasta el salto cualitativo final. Por eso es imposible conseguir un resultado inmediato, además se necesita de un seguimiento continuo, una práctica constante y una adaptación gradual a las maneras técnicas de los movimientos, aspiraciones y conciencias. En estos aspectos, el taijiquan y el qigong presentan diferencias notables en comparación con otros deportes modernos. Estas se reflejan principalmente en tres aspectos. En primer lugar, se trata de las técnicas deportivas. La mayoría de los deportes modernos realizan movimientos rápidos por medio de la contracción de los músculos centrípetos, mientras que en el taijiquan y el qigong se practican más los movimientos centrífugos y estáticos de una manera suave y lenta. Lo cual no solo permite fortalecer la estimulación de las articulaciones, los ligamentos y los músculos, y aumentar la intensidad de los huesos, sino que también evita al máximo las lesiones causadas en los deportes modernos. Por último, el taijiquan y el qigong son deportes con movimientos menos fuertes, por lo tanto son adecuados para todas las edades. En segundo lugar, se trata del método de dominación de la respiración. Los deportes modernos por sus intensos y rápidos movimientos emplean la respiración torácica y se ajusta el ritmo y la frecuencia de la inspiración de acuerdo con los cambios de movimiento. Este método de respiración menos profunda presenta una frecuencia alta. Además, provoca la acumulación de ácido láctico y la generación de oxígeno reactivo. Por eso, después de hacer ejercicio es especialmente necesario realizar estiramientos que eliminen el ácido láctico y así evitar la acumulación de radicales libres en el cuerpo. En consecuencia los ancianos deben actuar según su capacidad a la hora de realizar deportes intensos. Por el contrario, para practicar taijiquan y qigong se emplea la respiración abdominal, que es una respiración fina, estable, lenta y duradera, con lo que se permite la plena expansión y contracción de los capilares en el tórax y en la cavidad abdominal, estimulando la capacidad de la circulación de la sangre y del oxígeno en el tórax y la absorción de metabolitos. Así se reduce la carga cardíaca. En tercer lugar, se trata del aspecto de la conciencia. La mayoría de los deportes modernos presentan movimientos automatizados, por lo que se realizan de forma inconsciente. Por su parte, el taijiquan y el qigong son todo lo contrario, pues prestan más atención a la orientación de la conciencia hacia los movimientos. Además gracias a su suavidad y lentitud, ofrecen la posibilidad de ser conscientes en cada momento de los movimientos realizados. Los movimientos “grulla blanca desplegando las alas”, “mono encogido”, “serpiente peristálticas”, “gallo dorado sobre una pata”, etc. emplean en todo momento la consciencia para su perfecta realización. La práctica de esta disciplina hace que uno se sumerja en un estado físico y psicológico natural gracias a una relajación mental y al placer físico y psicológico, que les hace situarse entre el cielo y la tierra. Después de practicarlos uno se siente ligero y sus pasos se hacen más alegres y relajados. La ciencia moderna confirma este fenómeno y su valor sanador. Así, según un estudio, cuando el cuerpo humano está relajado su cerebro segrega una gran cantidad de ß-endorfinas, neurotransmisores opioides producidos en el sistema nervioso central. Este tipo de hormona no solo tiene el efecto de dar placer sino que también puede mejorar el sistema inmunológico, prevenir el envejecimiento, mantener la salud y prolongar la longevidad. Del mismo modo, actividades como la pintura china, la caligrafía, tocar el piano y jugar al ajedrez también cuentan con el mismo efecto placentero. Además, estos ejercicios también pueden promover la relación entre el sistema nervioso y el sistema motriz, fortalecer el dominio del nervio central a las terminaciones nerviosas y prolongar el proceso de envejecimiento del cuerpo humano. En los últimos años, a medida que crece el interés por la cultura y la lengua chinas, un gran número de occidentales eligen el taijiquan y el qigong como deportes saludables. A los europeos en general y a los españoles en particular les gusta mucho realizar todo tipo de actividades deportivas, gracias a ello disfrutan de los beneficios, de las alegrías y las pasiones que los deportes suscitan. El intercambio deportivo entre China y España no solo se limita a deportes específicos como el fútbol, el baloncesto o el tenis, sino que también se coopera en aspectos como la filosofía y el espíritu deportivos. Desde 2003, Wang Xiaojun, escritor de este artículo, acude a Valencia (España) cada año a impartir conferencias y cursos de taijiquan, qigong y artes marciales, además de dar algunos consejos sobre cómo mantener la salud. Su sabiduría le ha llevado a dar clases también en Alemania, Italia, Rusia y Japón entre otros países. Esto demuestra que el taijiquan y el qigong, como representantesde las artes marciales, han despertado mucho interés en la sociedad y en el pueblo occidental. 1. El tàijíquán (太极拳) es un tipo de boxeo chino tradicional inspirado en el diagrama de la Polaridad Suprema que se caracteriza por su lentitud y movimientos suaves y ligeros. 2. El qìgōng (气功) es un sistema especial de ejercicios gimnásticos de concentración mental y control respiratorio cuyo objetivo es fomentar la calidad de la energía de la persona y fortalecer la salud 3. En medicina china los canales colaterales están considerados como una red de pasajes por donde circula la energía vital y en donde se distribuyen los puntos de acupuntura. [El artículo "Taijiquan, qigong y la vida sana de los ciudadanos contemporáneos" del Dr. Wang fue publicado en la Revista Instituto Confucio nº14] «CHI RUNNING: una nueva forma de correr basada en los principios del Taichi Chuan y el Chikung» Puedes encontrar más información sobre esta técnica en la web Chi Running (está en inglés) o en el libro "El Correr Chi: una aproximación revolucionaria a la carrera sin esfuerzo y sin lesiones", de Danny Dreyer y publicado por la editorial PAIDOTRIBO. El Chi Running es una nueva técnica que ofrece un planteamiento que promueve una técnica consciente y un Running más eficiente a través de los principios del Taichi y el Chikung. El Chi Running se centra en la integración de los músculos centrales del cuerpo y la mente para mejorar la satisfacción al correr. Antes de empezar, se necesita incidir en la técnica de carrera, marcar la respiración, una buena postura y un poco de forma física. «El Chi Running combina la concentración interna y el movimiento fluido del Taichi con la potencia y la energía del Running para dar como resultado una forma de correr más eficiente energéticamente», asegura Rebecca Smith, entrenadora de Chi Running. De esta forma, la combinación del Taichi y el Running, dos disciplinas aparentemente diferentes, tiene como objetivo hacer la carrera más consciente, disfrutando del proceso. Así, tomas consciencia de tu cuerpo y de todos tus movimientos, para canalizar mejor la energía y evitar lesiones. Correr con la técnica del Chi Running genera una mayor cercanía con el mundo de la meditación en movimiento, permitiendo ganar una mayor fortaleza mental; correr sin dolor puede ser posible, pero lo que está fuera de toda duda es que la mente es lo que termina marcando la diferencia. Esta técnica no creo que descubra nada nuevo, al menos a los practicantes de artes marciales: erguidos, centrados, alineamiento de la estructura corporal, apertura articular, relajación activa, respiración diafragmática, atención al dantian inferior, cambio de peso, equilibrio, adaptabilidad, eficiencia del movimiento, etc... Realmente porque los practicantes de artes marciales intentamos, de mejor o peor forma, (todo requiere entrenamiento, tiempo y constancia), llevar estos principios a cualquier actividad que realicemos en nuestra vida cotidiana. Sin embargo nunca está de más que se nos recuerden y se nos enseñe a aplicarlos. A muchos corredores les parecerá todo muy obvio; eso es buena señal. A otros me consta que no: salen a correr, muchas veces motivados únicamente por mejorar tiempos y con ánimo de competir y ser más rápidos que los demás, y sin tener presente su estructura corporal o su respiración cuando lo hacen. Mucha gente se centra más en la meta, cuando quizá lo realmente importante y placentero de correr sea observarse a sí mismo y disfrutar del recorrido. El Taichi y Chikung, por ejemplo, tiene también mucho de esto: disfrutar del movimiento, observarlo, ver qué sucede en cada instante, no querer llegar rápidamente a una postura sino gozar en el recorrido... A veces las lesiones, en cualquier deporte, vienen dadas a causa de estar más atentos a lo externo que a lo interno, a no observarse y escucharse a uno mismo. El cuerpo es sabio y, aunque no lo creamos, nos habla continuamente. Sobre el Chi Running se han realizado también investigaciones. Quizá el más significativo sea un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), titulado «A Comparison of Lower Extremity Joint Work and Initial Loading Rates among Four Different Running Styles». La investigación, que compara cuatro técnicas parar correr, refleja que el estilo de correr que menos impacto causa en las extremidades inferiores, que menos “fuerza de frenado” desarrolla en la ejecución del ejercicio y en el que el trabajo excéntrico de la rodilla es menor, favoreciendo una disminución del impacto de aterrizaje y una reducción natural de las fuerzas de carga corporales, es el de Chi Running. Personalmente, como practicante de Taichi Chuan y Chikung que de vez cuando sale a correr, he de decir que aplicando y poniendo en práctica los principios del Chi Running se nota una notable diferencia. Altamente recomendable para quienes creen que deporte y salud deben ir cogidos siempre de la mano. El siguiente vídeo explica (en inglés) algunos de los principios de la técnica del Chi Running: Manuel Rodríguez Salvador
La práctica correcta del Taichi y el Chikung puede fortalecer el corazón e incrementar la cantidad de sangre bombeada por minuto, de modo que se pueda enviar más oxígeno a los tejidos y eliminar más productos de deshecho. También puede hacer descender el ritmo cardíaco en reposo, regular la presión arterial, aumentar la eficacia cardíaca, disminuir el colesterol LDL (el "malo") y aumentar la circulación capilar. Uno de los estudios que documentan el efecto del Chikung sobre la hipertensión y sus estados relacionados fue conducido por el Instituto de la Hipertensión de Shanghai. Los sujetos se dividieron aleatoriamente en un grupo de Chikung formado por 122 pacientes y un grupo de control con 120 no-practicantes. Ambos grupos tomaban medicamentos comunes para la hipertensión. Se hizo un seguimiento de los sujetos durante 30 años. Al final de dicho período, el 47,76% del grupo control había fallecido, mientras que sólo un 25,41% del grupo de Chikung murió durante ese tiempo. La incidencia de ataque cerebral del grupo control fue de un 40,83% y en el grupo de Chikung de un 20,49%. La incidencia de fallecimiento debida a un accidente vascular cerebral fue de un 0,50% en el grupo control, mientras que en el grupo de Chikung fue de un 15,57%. Estos datos son muy significativos: menos de una posibilidad entre cien. Finalmente se llegó a la conclusión de que el Chikung juega un papel importante en la mejora de la auto-regulación y disminución de los factores de riesgo cerebro-vascular. El protocolo básico y los resultados del estudio de Shanghai se repitieron, 6 años después, en la Universidad Xiamen de la provincia de Fujian, con 204 pacientes hipertensos. En estas investigaciones se observó que la combinación de Chikung y de medicinas para la hipertensión era un 19% más eficaz que tomar únicamente las medicinas hipotensoras. En esta investigación el grupo de Chikung también aprendió a reaccionar menos intensamente ante factores estresantes, manteniendo una presión sanguínea más estable; tras 6 meses de práctica, la sangre en el grupo de Chikung mostraba menos tendencia a formar coágulos sanguíneos anormales y contenía niveles altos de colesterol HDL (el "bueno"), lo que generalmente reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. Igualmente el Instituto de Investigación de la Medicina Tradicional China en Tianjin publicó en 1988 un informe referente a 639 casos de hipertensión primaria tratados con una combinación de Chikung y aparatos de biofeedback; la terapia combinada demostró ser eficaz en un 85,13% de los casos, la mayor parte de los pacientes redujeron su presión sanguínea de forma significativa y mejoró su salud en general, su salud mental y el sueño. Beneficios cardiovasculares similares se han descrito respecto al Taichi Chuan. Desde la Universidad de Medicina de Pekín se observó que los estudiantes de Taichi tienen una tensión sanguínea más baja, una mayor eficacia cardíaca y menos registros anormales en el electrocardiograma que el resto de grupos de control. Según un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, el Taichi es útil para proteger el corazón y fortalecer los músculos e los adultos mayores. Los responsables de este estudio observaron que quienes habían practicado Taichi tenían una circulación 44% mejor, lo que ayudaría reducir el riesgo de hipertensión, arteriosclerosis, infarto y ataque cerebral. Otro estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Harvard (EEUU), demuestra que la combinación de los movimientos circulares, la respiración, el equilibrio y la distribución del peso de los ejercicios de Taichi son beneficiosos para las personas con insuficiencia cardíaca. Asimismo, en este estudio los investigadores encontraron que las personas que practicaron Taichi mostraron también una mejoría en la calidad de vida, el humor y la capacidad de respuesta al ejercicio.
En una revisión de 26 estudios publicados en Preventive Cardiology (Spring 2008), el Dr. Yeh informó que en el 85% de los ensayos, el Taichi regula la presión sanguínea. Según un estudio publicado por el Periódico de la Sociedad Americana de Geriatría, la práctica del Taichi ayuda a reducir la tensión alta. Un estudio publicado en Archives of Physical Medicine and Rehabilitation revela que este el Taichi mejora la circulación sanguínea. En un estudio de la Universidad Nacional de Taiwán, en un año de práctica de Taichi mejoró significativamente la salud: disminución de la presión arterial, mejora de los niveles de colesterol HDL, triglicéridos, insulina y proteína C reactiva en personas con alto riesgo de enfermedad cardíaca. El estudio, que se publicó en 2008 en el Diario de Medicina Alternativa y Complementaria, no encontró mejoría en un grupo control que no llegó a practicar Taichi. Ya en 1968 algunos médicos occidentales, como el cardiólogo Louis Brinberg, recomendaban practicar Taichi Chuan como método de ejercicio suave y diario aconsejable para pacientes cardíacos. Muchos hospitales del planeta están demostrado una lentitud vergonzosa a la hora de seguir el consejo de éste y otros muchos científicos.... Referencia bibliográfica: COHEN, KENNETH S. (2004). “El Camino del Qigong: el arte y la ciencia de la curación energética china” (cap. 9). Ed. La Liebre de Marzo. El siguiente cuestionario está diseñado para ayudarle a descubrir cómo las Cinco Fases actúan e interactúan dentro de usted. Las letras (A-E) se refieren a cada una de las Cinco Fases. Indique con un número en el espacio al final de cada frase la intensidad de su respuesta: - Si le caracteriza fuertemente, ponga un «3» en el espacio. - Si le caracteriza algo, ponga un «1». - Si se siente ambivalente o indiferente al respecto, ponga un «0». - Si su respuesta es definitivamente negativa («¡Yo no soy así!»), ponga un «-2». Cuando haya acabado sume los números de respuestas positivas (+) y negativas (-) en cada apartado en relación a cada letra: la suma total para «A», «B», etc. Hágalo antes de mirar la clave de interpretación para que no le influya en el diagrama de las Cinco Fases al final del cuestionario para perfilar sus patrones particulares. Mire cuáles son las Fases que tienen puntuaciones positivas más altas y vea si están en posiciones opuestas o contiguas: la Madera y el Fuego y la Tierra están en posiciones contiguas, mientras que la Madera y el Metal, el Fuego y el Agua están en posiciones opuestas. Las Fases contiguas con puntuaciones altas reflejan una relación de apoyo («ciclo Sheng») fuerte. Las Fases opuestas con puntuaciones altas reflejan una relación de conflicto («ciclo Ke») fuerte. Las puntuaciones negativas también sugieren un conflicto con una Fase opuesta. En este contexto, conflicto no es necesariamente bueno o malo; representa el potencial para el movimiento y el cambio así como la inestabilidad. Si todas las puntuaciones del diagrama se parecen bastantes, es decir, que difieren en un valor tan solo de 1-3, puede ser necesario que vuelva al cuestionario, repase sus respuestas y elimine aquellas que son solo «+1». Esto ayudará a acentuar el contraste numérico entre las Fases. Responda además a las preguntas del final del cuestionario y vea si puede clasificar sus respuestas como más pertenecientes a una Fase que a otra. Si el patrón que aparece refleja o no su tipo principal es una pregunta que tal vez precise ser considerada más a fondo para responderse. Al final se revelará por sí solo un patrón, y tendrá la sensación de saber quién es dentro de este paradigma. Utilice estas preguntas y/o las frases del cuestionario para hacer cinco afirmaciones sobre usted que le parezcan precisas para describirle. Puede utilizar estas frases, junto con el gráfico, para identificarse según el modelo de las Cinco Fases.
Si te apetece, comparte tus impresiones, dificultades al realizar el test... ¿Estás de acuerdo con tu resultado? [Este cuestionario está extraído del Capítulo 7 del libro "Entre el Cielo y la Tierra: los Cinco Elementos en la Medicina China", de Harriet Beinfield y Efrem Korngold y publicado por la Ed. Liebre de Marzo. Este libro, junto con otros, aparece recomendado en la sección Lecturas Recomendadas.]
El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) consiste en un rango de síntomas que incluyen cansancio físico y mental, dolor de cabeza, disturbios de sueño, dificultad en la concentración y dolor muscular entre otros. En el año 2002 se estimó que alrededor de 0.4% de la población de Reino Unido (lugar donde se realizó el presente estudio) sufría de SFC. Los tratamientos farmacológicos más comunes incluyen el uso de antidepresivos, inductores de sueño y pastillas para el dolor. Debido al alto nivel de reacciones adversas registrados en el uso de estos medicamentos, las terapias complementarias, incluyendo mesoterapia, meditación y osteopatía, son recomendadas para aliviar los síntomas de la enfermedad. La Medicina Tradicional China considera al SFC como un reflejo de la desarmonía y descenso de la energía del organismo con bloqueos, estancamientos y cambios en la circulación de la energía o Qi, que resultan en la enfermedad. La interrupción del flujo energético se manifiesta como dolor, fatiga y disturbios anímicos. El Chikung es una de las prácticas más completas que existen para mejorar y regular el estado energético del cuerpo, llegando a curar algunas enfermedades. LA INVESTIGACIÓN. PARTICIPANTES Y PROTOCOLOS El reclutamiento de voluntarios para la investigación se realizó a partir de médicos generalistas que trataban pacientes con la enfermedad. Estos pacientes fueron incluidos en la investigación luego de haberse comprobado los síntomas de SFC por un periodo mayor a tres meses. En total se reclutaron 18 participantes, todas de sexo femenino y de entre 25 y 55 años de edad. Catorce participantes concluyeron las prácticas requeridas por la investigación con más de un 90% de asistencia a clases. Estas participantes debieron asistir a una clase semanal de Chikung, donde aprendían una rutina de varios minutos llamada Tai Yi Shen Qi Gong, y luego se sentaban durante cinco minutos a meditar. Un maestro certificado de Chikung con 20 años de experiencia impartía las clases. Las practicantes repitieron la rutina durante 6 meses y les fue pedido asimismo practicar en su casa a diario. MEDICIONES Y RESULTADOS OBTENIDOS
Para las mediciones se establecieron como base previa de comparación ciertos parámetros controlados dos semanas previas al comienzo de la práctica de Chikung, tales como salud física (movilidad, equilibrio, dolor, etc.), salud mental (ansiedad, depresión, sensación de bienestar, etc.) y estado general de la persona (calidad de sueño, trabajo, estrés, sociabilidad, etc.). Luego se realizaron mediciones a los tres y seis meses de comenzado el estudio. A las participantes también se les solicitó llevar un registro de sueño según los criterios del Servicio de Salud Nacional del Reino Unido que consta de diversas variables como interrupción de sueño, tiempo total dormido, calidad del mismo, etc. En los resultados de las mediciones se comprobó que la utilización del Chikung como terapia para el SFC fue positiva. Se reportaron mejoras significativas en la vitalidad de las participantes, disminución en los problemas de sueño, mayor actividad social, sensación de bienestar y disminución de estrés. Los mayores cambios se vieron reflejados durante los primeros tres meses de práctica y luego se mantuvieron con leve ascenso durante los tres meses siguientes. CONCLUSIONES Las evidencias sugieren que tanto una simple sesión de Chikung como la práctica prolongada de la disciplina pueden producir cambios positivos en las características psicológicas y el sistema inmune de los practicantes. Este estudio piloto sugiere que la práctica regular de Chikung reduce el dolor y mejora la calidad de sueño, la vitalidad y funcionamiento físico de pacientes con SFC. Asumiendo que el Chikung sea un tratamiento potencial para los síntomas de esta enfermedad, los mecanismos de acción serían interesantes de estudiar. Estos mecanismos incluyen el incremento de oxígeno y disminución de dióxido de carbono en la sangre, que eliminaría sustancias generadoras de dolor y potenciaría la circulación de sustancias que calman el dolor como las endorfinas. Asimismo, los movimientos lentos del Chikung y la respiración calmada afectan al sistema muscular de manera positiva mejorando la tonicidad y elasticidad de los músculos. Por otro lado, el presente estudio posee varias limitaciones debido a que la muestra es demasiado pequeña y sólo constituida por mujeres. En resumen este estudio sugiere que el Chikung sí puede mejorar los síntomas del SFC luego de una práctica prolongada. A su vez el Chikung es un tratamiento sin efectos colaterales y cuyos beneficios van más allá de la enfermedad tratada. Es importante ampliar los estudios relacionados a este tema utilizando una muestra mayor de participantes para poder descartar el efecto placebo y realizar mediciones más concretas de los beneficios. Artículo original: “Qigong Ameliorates Symptoms of Chronic Fatigue: A Pilot Uncontrolled Study” (Evidence-based Complementary and Alternative Medicine. 2007. Oxford Journals). Del 1 al 7 de Agosto de 2014 Lezuza (Albacete) Por: Félix Castellanos Olivares (5ª generación del estilo Chen de Pekín) Un interesante retiro de verano donde podrás iniciarte o profundizar en la práctica del Taichi Chuan (Taiji Quan) del estilo Chen de Pekín (Xinjia) y Chikung (Qigong) terapéutico.
La Escuela Tantien de Valencia sigue el programa del Instituto Chino de Medicina Tradicional y Wushu, cuyo presidente es el Dr. Wang Xiaojun de la Universidad de Deportes de Pekín. La tradición, el arte y la ciencia son la base fundamental del sistema. Podrás encontrar toda la información aquí. Este verano... ¡¡anímate y concédete una pausa para darle años a la vida y vida a los años!! La semana pasada visitó El Hormiguero el neurólogo y fisiólogo valenciano Álvaro Pascual-Leone, profesor de neurología en la Harvard Medical School y una de las figuras más destacadas del panorama internacional en la investigación acerca de cómo funciona la plasticidad neuronal y cómo se puede aplicar la estimulación magnética transcraneal con finalidades terapéuticas. En el programa el Dr. Pascual-Leone habló de la Reserva Cerebral o Funcional, un concepto ligado a la Reserva Cognitiva que se refiere a la capacidad del cerebro de dedicar recursos a diferentes cosas a la vez de forma flexible. Entre otras cosas, afirmó que «la Reserva Cerebral o Funcional se puede mejorar haciendo Taichi». |
Manuel RodríguezEterno aprendiz... Archivos
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