Cuentan que cierto día un joven se acercó al maestro Tang Lung y le dijo: - «Abuelo, el arte marcial que usted enseña es sólo para ancianos y no sirve para nada». El maestro contestó: - «Verás, hijo mío, hay dos clases de escuelas de artes marciales: las externas y las internas. Las escuelas externas enseñan a pegar fuertes patadas; pero un burro será capaz de dar patadas más poderosas y un hombre, por mucho que entrene, nunca será tan fuerte como un elefante o un toro. Sin embargo, los maestros internos enseñamos a combatir enemigos invisibles que, además, son los más poderosos, como la vejez, la enfermedad, la ira, la maledicencia y la muerte... El practicante de Taichi que ha logrado encontrar un verdadero maestro interno sabe esquivar la enfermedad y la ira; la vejez y la maledicencia también llegarán sin pasarle factura y, cuando la muerte quiera sorprenderle, estará preparado. Así que ya ves que no es que sólo los viejos practiquemos Taichi, sino que los que practicamos Taichi... llegamos a viejos». "DEL TAI-CHI AL TAO: ESPIRITUALIDAD Y MÍSTICA EN LAS ARTES MARCIALES", de MANUEL I. FERNÁNDEZ MUÑOZ
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Manuel RodríguezEterno aprendiz... Archivos
Septiembre 2023
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