«Un viaje de mil millas comienza con el primer paso» (Lao Tzu) Una de las primeras dudas que pueden surgir cuando alguien se decide a practicar un arte marcial es elegir un profesor o un centro donde se imparta. En el caso del Taichi Chuan y el Chikung existen muchos centros en los que se ofertan estas actividades y muy buenos instructores de estas disciplinas. Sin embargo, como en cualquier otra profesión, existe también gente que dice saber lo que no sabe, mucho "intrusismo laboral" y algún que otro farsante. Por ello, me gustaría dar unas pequeñas pinceladas sobre algunas características que, siempre desde mi humilde opinión, deberías tener en cuenta a la hora de elegir una escuela y un instructor de Taichi Chuan y Chikung. Escuela, estilo y linaje: En primer lugar creo que es imprescindible que el instructor pertenezca a un linaje (o siga una línea concreta), forme parte de alguna escuela o haya sido formado por un maestro especializado en Taichi y Chikung. La existencia de una escuela o linaje ya nos dice que: 1. Se sigue a un maestro o una línea de trabajo, con unas enseñanzas transmitidas durante siglos de maestro a discípulo. 2. Existe un compromiso fuerte y claro de transmitir el arte. 3. Existe un programa de enseñanza y una metodología. Es importante conocer el estilo que practica el instructor. Cada estilo difiere en determinados aspectos o técnicas, pero los principios básicos, los objetivos y los beneficios son los mismos. Conocer la línea de la escuela o de nuestro instructor nos dará muchas pistas sobre su seriedad y profesionalidad. Podría hablarse de cinco estilos familiares de Taichi Chuan: Chen, Yang, Wu, Wu/Hao y Sun. Otros estilos también reconocidos son Zhaobao, Hulei, Hunyuan o Wudang Sanfeng, entre otros. Casi siempre el nombre del estilo corresponde al apellido del creador/fundador (Chen Wangting, Yang Luchan, Sun Lutang, ...), característica del estilo (Hulei) o procedencia (Wudang), por poner algunos ejemplos. Si alguien te dice que practica y/o enseña Taichi "del Mono, la Grulla o el Oso", en realidad no es Taichi; quizá Chikung, pero a veces ni eso, sino algo inventado... Lo mismo ocurre con el Chikung, en el que hablamos de cinco escuelas: terapéutica, taoísta, budista (a veces estas dos últimas se consideran una misma escuela, a la que llaman "espiritual o meditativa"), confucionista y marcial. Por tanto, si alguien os habla del "Fitness Chikung", "Hot Chikung" o cosas así, sabed que no es Chikung. Menos aún si en los ejercicios que se trabajan se ven principios contrarios a este arte. Si la escuela o el instructor no quiere decir qué estilo se practica o no lo sabe es muy mala señal... Si un instructor de Taichi te dice algo así como «en China los maestros no dicen a sus alumnos qué estilo se practica», afirma que en Taichi no hay estilos o no sabe de qué le hablas, desconfía... Si afirma que él no hace Chikung, sino Qigong..., o que Taoyin y Chikung son disciplinas diferentes, más de lo mismo. Asimismo, cada vez surgen más "gurús" e "iluminados" que inventan estilos de la nada, sin maestros ni linaje, que se autoproclaman practicantes de "el verdadero Taichi" y/o "el verdadero Chikung" o que enfocan la práctica hacia unos tintes muy New Age... o justo lo contrario, a una práctica demasiado física y superficial. También se ve, y tristemente cada vez más, personas que hacen cursos de todo un poco y luego mezclan (que es muy diferente a especializarte en un arte y nutrirte de otras disciplinas, ojo) e incluso inventan estilos nuevos basados en las mezclas de los cursos que han hecho... Por ello es importante que te informes bien, preguntes y busques información sobre el estilo, la escuela y el instructor. Maestro, instructor y sus clases: La pertenencia de un instructor a una escuela o línea es una muy buena primera referencia. Que un instructor esté comprometido con un linaje y/o un maestro dice mucho de él. Por el contrario, personalmente suelo desconfiar de aquellos que dicen seguir a muchos maestros (que no es lo mismo que haberse nutrido de muchos maestros, ojo), enseñan muchas disciplinas distintas y/o enseñan muchos estilos de artes marciales diferentes sin especializarse en uno en concreto; mi experiencia me dice que muchas veces terminan haciendo mezclas raras... Como me dijo un profesor cuando estaba haciendo la carrera, «es importante saber un poquito de todo, pero hay que especializarse en algo concreto». En mi opinión, un buen instructor debe ser una persona bien formada con un maestro, en una escuela y supervisado por un buen profesional. No te cortes a la hora de pedir información sobre el currículum del instructor para comprobar su bagaje. Existen muchas personas que, tras hacer algún que otro curso se ponen a dar clases; como ya he comentado eso no sólo es intrusismo laboral sino también un auténtico ejercicio de irresponsabilidad. Un profesional debe conocer prácticamente todos los aspectos del Taichi y el Chikung y... son muchos; memorizar una secuencia de movimientos no es saber Taichi/Chikung ni te capacita para enseñarlo. La formación como profesional de estas disciplinas requiere una inversión importante de tiempo, esfuerzo y dedicación (y dinero), a veces muchísimo más que muchas carreras universitarias y, del mismo modo que en otras profesiones es importante seguir estudiando, aquí también nos encontramos con una disciplina en la que estarás aprendiendo durante toda la vida. Creo que es esencial valorar esto al elegir un buen instructor con quien aprender. Relacionado con lo anterior están también los conocimientos teóricos de la disciplina. Un instructor debe conocer las características del estilo que practica, los nombres de las posturas básicas y los movimientos, fundamentos de anatomía, medicina china, filosofía taoísta... Un instructor bien formado no puede hablar de Taichi "estilo Chuan" o "estilo Chikung", de "Taichikung", no saber las diferencias/similitudes entre Taichi y Chikung, no diferenciar entre flexión y extensión o incluso afirmar que el Taichi viene de la India..., entre otras perlas que a veces se escuchan... También pienso que un buen instructor debe ser una persona humilde. Personalmente huyo de los que se autoproclaman a sí mismos "maestro". Tradicionalmente el título de "maestro" nunca se lo daba uno a sí mismo; por una parte lo otorgaban sus pares (otros maestros e instructores) tras años de práctica, entrenamiento y compromiso con una escuela determinada y, por otra parte, eran los propios alumnos los que le llamaban de esta forma. Por la misma razón huyo también de los profesores empeñados en demostrar tener más nivel que otros, practicar mejor estilo o tener mejores alumnos. En este mundo, tristemente, hay mucha lucha de egos y es fácil encontrarnos con profesores que, en vez de hablar de sus fortalezas, arremeten contra otros. Resumiendo: no me convencen los maestros competitivos, sino los maestros competentes. Igualmente, valoro positivamente a aquellos maestros e instructores que no siempre lo saben todo y, a su vez, tienen la capacidad y los recursos para informarse y poder responderte con posterioridad. La respuesta «no lo sé» me ha parecido siempre un signo de sabiduría, y si además viene acompañada de un «pero se lo puedo preguntar a mi maestro» me enamorará. Un buen profesor no esconde su humanidad. El maestro que siempre dice estar bien... es un mentiroso. Los maestros son seres humanos que, como el resto de los mortales, necesitan comer, ir al baño, llorar, se enfadan, tienen que llegar a fin de mes, tienen familia... Esto es algo que se ve mucho en determinados ambientes en los que se sigue a algún tipo de gurú que parece salido de alguna clase de nave espacial intentando demostrar una especie de superioridad cósmica... Como me dijo una vez alguien a quien considero un maestro: «¿cómo saber lo que es la luz si nunca has conocido la oscuridad?». Es importante que el instructor de Taichi sea una persona comprometida con el arte y el estilo que practica, con su enseñanza y transmisión y con el aprendizaje, el desarrollo y la evolución de sus alumnos. Es interesante, además, que fomente la independencia de sus alumnos: no se trata de seguir al profesor "y ya está", sino de hacer que el alumno sea capaz de ir memorizando las formas y ejercicios, interiorizarlos y hacerlos "suyos". Asimismo, me gustan los instructores que son capaces de valorar positivamente los progresos de sus alumnos y, en la medida de las posibilidades de la clase, prestan atención a cada uno de forma individual. Valoro también que el profesor tenga una visión holística del Taichi y el Chikung, que lo vea como algo que está en continua evolución y nutra el arte dando importancia a la investigación, la ciencia, los conocimientos occidentales, avances técnicos, beneficios de otras disciplinas, etc... Del mismo modo, creo que es imprescindible (tanto que creo estar repitiéndolo) que esté en continua formación y que, además de enseñar, tenga a su vez un maestro que le enseñe y de quien también él se pueda nutrir. Por otra parte, es importante evaluar la capacidad pedagógica del profesor y si realmente, en las clases, se nota una progresión. Ojo: los avances en el Taichi y el Chikung no pueden valorarse en 2 ó 3 sesiones; para darse cuenta de sus beneficios debes practicar de forma regular durante un tiempo. Finalmente, me parece importantísimo que el instructor de Taichi y Chikung trabaje no tanto el número de movimientos (que es importante también en la progresión), sino sobre todo la calidad de los mismos; que enfatice mucho en los principios básicos y fomente, en el alumnado, la visión espiritual del Taichi y la capacidad de llevar los principios prácticos y filosóficos de este arte a nuestra vida cotidiana. En definitiva, alguien para quien el Taichi no es un deporte, sino un estilo de vida. Lugar de enseñanza: Aunque por distintos motivos no siempre se puede dar el caso, la existencia de un centro donde impartir las clases es un elemento a favor. Para evaluarlo puedes observar los siguientes aspectos: - El feng shui: debe ser un sitio acogedor, arreglado, limpio, bien cuidado y con una estética mínimamente acorde con la disciplina que quieres estudiar. - El sonido: en la medida de lo posible debe ser un lugar silencioso o, al menos, poco ruidoso; el silencio ayuda a la meditación, la relajación y a crear un clima de paz y armonía propicio para la práctica. - La ventilación: una buena ventilación es indispensable. - Servicios mínimos: cuarto de baño (si es posible con duchas), vestuario, recepción, ... - Material: apuntes, armas, ropa y calzado, ... - Horarios: que haya variedad de horarios tanto para poder informarse como para poder asistir a clase. - Atención al alumno: una buena atención al alumno o posible futuro alumno, al que se le pueda dar información precisa y solucionar cualquier duda o conflicto. Es importante también que exista la posibilidad de visitar el centro antes de matricularse para poder evaluar mejor las instalaciones. Lo mismo sucede con la posibilidad de ver o asistir a una primera clase gratuita. Si no se te permite, algo huele mal... Es cierto que también hay muy buenos instructores que, por la razón que sea, no pueden disponer de un local donde dar clases y las imparten en un parque. En ese caso habrá que valorar los servicios que dejamos de percibir o las incomodidades propias de estos lugares, como puede ser el mal tiempo, el ruido, los viandantes, etc..., pero siempre teniendo en cuenta, y quiero remarcar esto, que el hecho de que la clase sea en un parque no implica necesariamente que el instructor no sea profesional; hay grandes maestros en los parques. La práctica al aire libre y en contacto con la naturaleza es también importante y enriquecedora, y no está reñida con la existencia de un local. Precio: El precio se debe evaluar siempre desde una perspectiva de "calidad-precio", de satisfacción y de evolución personal. En todo lo relacionado con salud creo que nunca hay que escatimar en gastos. Resumiendo: cuando uno decide practicar Taichi Chuan y Chikung, como cualquier otro arte marcial, es recomendable que busque un buen instructor y una buena escuela hasta encontrarlos. A veces no es un camino fácil, pero sí necesario. Al final merece la pena encontrar un maestro con un gran nivel técnico de Taichi y Chikung que sea, a su vez, sincero, humilde y con gran corazón que haga que te enamores, cada día más, de este maravilloso arte. «Un profesor es el que te enseña, un maestro es del que aprendes» (Séneca) «Los maestros pueden abrir puertas, pero solo tú puedes entrar» (Proverbio chino) «El maestro deja una huella para la eternidad; nunca puede decir cuando se detiene su influencia» (Henry Adams) Manuel Rodríguez Salvador
5 Comentarios
Cuentan que cierto día un joven se acercó al maestro Tang Lung y le dijo: - «Abuelo, el arte marcial que usted enseña es sólo para ancianos y no sirve para nada». El maestro contestó: - «Verás, hijo mío, hay dos clases de escuelas de artes marciales: las externas y las internas. Las escuelas externas enseñan a pegar fuertes patadas; pero un burro será capaz de dar patadas más poderosas y un hombre, por mucho que entrene, nunca será tan fuerte como un elefante o un toro. Sin embargo, los maestros internos enseñamos a combatir enemigos invisibles que, además, son los más poderosos, como la vejez, la enfermedad, la ira, la maledicencia y la muerte... El practicante de Taichi que ha logrado encontrar un verdadero maestro interno sabe esquivar la enfermedad y la ira; la vejez y la maledicencia también llegarán sin pasarle factura y, cuando la muerte quiera sorprenderle, estará preparado. Así que ya ves que no es que sólo los viejos practiquemos Taichi, sino que los que practicamos Taichi... llegamos a viejos». "DEL TAI-CHI AL TAO: ESPIRITUALIDAD Y MÍSTICA EN LAS ARTES MARCIALES", de MANUEL I. FERNÁNDEZ MUÑOZ MUESTRA DE ARTE Y CULTURA DEL TÍBET
Del 17 al 19 de Noviembre de 2014 en el Edificio Nexus de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) https://www.upv.es/pls/soalu/sic_age.VerEvento?P_EVENTO=19086&P_IDIOMA=c "Muertos de hambre" es un vídeo de Elio González y Rubén Tejerina que cuenta ya con más de 700.000 mil reproducciones en apenas 4 meses. Este título esconde una grabación cargada de sentimiento y que saca a la luz esa eterna lucha entre lo que se considera o no útil para la sociedad y la economía. «¿Todo sería igual sin artistas? Piénselo y, si después de pensarlo, su cabeza no le da ninguna conclusión, acuda al corazón y a ver qué pasa... En estos tiempos que vivimos, más que nunca necesitamos la belleza, el arte. Ahora que cada vez estamos mas deshumanizados, que la economía asfixia, que el tiempo se cuenta por las horas de oficina, que es más fácil escribir un mensaje por el móvil que mirarnos a los ojos... Ahora son imprescindibles esos Muertos de Hambre». Cuerpo, respiración y mente están íntimamente relacionados. Los procesos físicos, respiratorios, mentales y emocionales se superponen e imbrican unos con otros sin que sea posible la separación. La práctica del Taichi y el Chikung se compone de tres procesos de regulación (三调 - Sān Tiáo) en los que cuerpo, respiración y mente interaccionan entre sí buscando una armonía entre ellos. Estas disciplinas, por tanto, tienen una enorme capacidad de expresión a través de las cuales comunicamos estados físicos y emocionales. El Taichi Chuan es un ARTE marcial interno. Quienes lo practicamos somos llamados "artistas marciales". Y, como ARTISTAS, expresamos y generamos emociones. Quienes nos dedicamos a esta profesión buscamos acompañar, facilitar y posibilitar un cambio significativo en la persona atendiendo a su propio proceso personal. En el Taichi y el Chikung utilizamos la regulación del cuerpo, la respiración y la mente como herramienta para facilitar, además, la expresión y resolución de emociones, beneficiando nuestra salud en general y descubriendo nuevas vías de crecimiento personal y, por qué no, espiritual. Somos artistas y, como artistas, el mundo también nos necesita. - «Maestro, hay un asunto que me atormenta» -dijo el discípulo. - «¿De qué asunto se trata?» -preguntó el maestro. - «A veces envidio a los que reciben un obsequio a diario» -respondió el discípulo. - «Deja de preocuparte por las pequeñas cosas» -contestó el maestro. - «Aquel que se acomoda a recibir un obsequio a diario, sufrirá más que tú cuando deje de recibirlo un solo día, porque has de saber que el que nada tiene, nada pierde. Y yo te pregunto: ¿qué prefieres, uno o dos regalos?» - «Dos siempre mejor que uno, ¿no?» -dijo el discípulo. - «Siendo así, no esperes nunca nada. Porque el regalo que no se espera, siempre vale por dos» -respondió el maestro. (Autor desconocido)
Del 20 al 23 de Noviembre visitarán Valencia el Dr. Cui Yongsheng, vicepresidente del Departamento de Investigaciones Científicas y director del Departamento de Publicaciones de la Asociación China de Chikung de Salud (CHQA) y la profesora Wang Meijuan de la Universidad de Deportes de Shandong (China).
¡No te pierdas los cursos y conferencias que impartirán! Toda la información aquí. |
Manuel RodríguezEterno aprendiz... Archivos
Septiembre 2024
Categorías
Todo
|