Cada vez más instituciones públicas y privadas investigan los beneficios de las prácticas taoístas desde una visión científico-occidental, principalmente las relacionadas con el movimiento consciente. Entre otras, destaca la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, siendo uno de sus máximos exponentes el Dr. Peter Wayne, médico, docente e investigador, además de profesor de taichi y qigong (o chikung) desde hace más de 30 años. Su investigación se centra, principalmente, en la interacción mente-cuerpo a través de los mecanismos fisiológicos y psicológicos de algunas técnicas complementarias, como la acupuntura, y diferentes prácticas psicocorporales.
Basándose en sus años de investigación y docencia, ha desarrollado una propuesta de mecanismos de acción de estas prácticas taoístas en movimiento, a los que denomina “los ocho ingredientes activos del taichi y el qigong". Realiza así cierto símil con los fármacos, formados por diferentes ingredientes activos, cada uno de los cuales tiene cierta acción sobre el organismo y cuya combinación supone un verdadero efecto terapéutico para el paciente. A pesar de que cada ingrediente o principio tiene una acción por sí mismo, todos se entrelazan, interactúan e influyen entre sí de forma continua. Los ocho ingredientes propuestos son: • Conciencia, mindfulness y atención focalizada. • Intención, creencias y expectativas. • Integración estructural dinámica. • Relajación activa de mente y cuerpo. • Ejercicio aeróbico, fortalecimiento musculoesquelético y flexibilidad. • Respiración natural y más libre. • Interacción social y comunidad. • Espiritualidad encarnada, filosofía y ritual. Estos “ocho ingredientes activos” suponen un marco teórico-práctico perfectamente desarrollado, a partir del cual continuar investigando con el fin de comprender cómo actúan el taichi y el qigong y cuáles son sus beneficios sobre la salud física y mental de las personas. Manuel Rodríguez Salvador. Texto adaptado de mi tesina: "Quietud y movimiento: una revisión teórica sobre mindfulness, qigong y técnicas contemplativas daoístas" (2022). Todos los derechos reservados.
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Todos los practicantes de artes marciales somos partícipes y beneficiarios de un legado que ha sido transmitido, a lo largo de generaciones, como resultado de la vida, enseñanzas y experiencias de los grandes maestros. Ellos viven en nosotros y son parte de nosotros. Reza un antiguo proverbio chino que «quien no conoce su aldea de origen, jamás encontrará la aldea que busca». Honrar a nuestros maestros implica, por tanto, valorar, respetar y agradecer su legado, la herencia que nos han dejado. Hoy escribo para honrar y recordar a uno de ellos: el maestro Tian Qiutian. Hoy he sabido que el maestro Tian Qiutian falleció el pasado 8 de Junio de 2016 a los 83 años. Sobrino de Tian Xiuchen (discípulo de Chen Fake) y maestro del Dr. Wang Xiaojun (maestro de mi maestro, Félix Castellanos), formó parte de la 19ª generación del estilo Chen de Taichi y la 3ª generación de la línea Chen de Pekín, a cuyo reconocimiento y difusión dedicó por completo su vida. Era muy querido y respetado en Pekín tanto por practicantes como por otros maestros, además de ser un referente del estilo Chen. El pasado verano, en mi viaje a China, tuve el honor de visitar al maestro en su casa. Aún nos recuerdo, con total claridad, en ese caluroso y húmedo día, subiendo las escaleras del edificio, situado en una zona pobre de Pekín, y entrando por la puerta del hogar encontrándonos, de frente, con él. Me llamó poderosamente la atención su constante sonrisa, su generosidad, humildad y sencillez, así como la nobleza, paz y serenidad que transmitía su mirada. Me acordé, en ese momento, de aquellos grandes sabios nombrados en las historias, alejados del lujo y las riquezas, satisfechos y felices con lo poco que poseían. Y sin embargo, detrás de esa modestia, de esa sencillez, de ese recogimiento…, se encontraba un gran maestro y parte viva de la Historia del Taichi. El maestro Tian nos acogió acompañado de su mujer (gravemente enferma), sus hijos y uno de sus nietos, conviviendo todos en un reducido espacio de pocos metros cuadrados donde, pese a la más que aparente pobreza, reinaba un ambiente de felicidad. Tras la bienvenida, los saludos y presentaciones, nos ofrecieron agua y nos invitaron a sentarnos y acompañarles un rato. Sonrisas, alegría, afecto… Me conmovió especialmente la ternura con la que los hijos cuidaban a sus padres, el cariño con el que el nieto trataba a sus abuelos, la entrega amorosa del “discípulo Wang” hacia su maestro. Y es que fue este, también, un aspecto llamativo y hermoso: conocer al Dr. Wang Xiaojun, el maestro de mi maestro, en su rol de discípulo. Me hizo pensar. Y es que, al final, ¿qué somos sino eslabones de una cadena que se remonta a tiempos antiguos, transmisores de un arte ancestral que forma parte de nosotros y transforma nuestras vidas? Un arte que, al mismo tiempo, no nos pertenece y motiva, en muchos de nosotros, la necesidad de compartir este maravilloso tesoro. El encuentro con el maestro Tian Qiutian supuso uno de los más emocionantes de mi vida, y lo recordaré con especial amor y cariño. Necesité un tiempo para poder asimilar que había sido partícipe de un momento único e histórico que nunca se repetiría, que la vida me había obsequiado con un maravilloso regalo y me había recordado, una vez más, la importancia de uno de los pilares fundamentales de nuestra existencia: la familia. Pocas palabras pueden expresar lo que siento más que aquellas que sirvan de sincero agradecimiento al maestro Tian Qiutian por su dedicación y entrega al Taichi a lo largo de su historia, por la herencia que nos ha dejado y que sigue viva a través de sus sucesores. Agradecido, también, a la vida y las personas que me dieron la oportunidad de conocerlo y aprender tanto en tan poco tiempo. Si estás leyendo esto te invito a que cierres un momento los ojos y trates de recordar a tus ancestros. Sonríe y, desde lo más profundo de tu corazón, diles: «gracias por tu vida, gracias por tu legado.» En memoria del maestro Tian Qiutian (田秋田, 1933 - 2016). Visita al maestro Tian Qiutian en su casa. En la fotografía de la izquierda, por orden: Anabel Esteve, Félix Castellanos, Dr. Wang Xiaojun, Tian Qiutian, Manuel Rodríguez, Aarón Andreo. A la derecha: Manuel Rodríguez con el maestro Tian Qiutian (Pekín, Agosto 2015).
FORMACIÓN DE PROFESORES DE CHIKUNG 2016 – 2018
Comienzo en Octubre de 2016. Toda la información aquí. REUNIÓN INFORMATIVA Jueves 28 de Abril de 20:30 a 21:30 ¡Plazas limitadas! ¡Cuán maravilloso es el Taichi Chuan, cuyos movimientos siguen las leyes de la naturaleza! Continuo como una pulsera de jade, cada movimiento expresa el símbolo del Taichi. El cuerpo entero se llena de un continuo Qì, no hay desequilibrio entre lo superior y lo inferior. Apoya los pies con pasos de gato, moviendo el Qì como se enrolla la seda. En el movimiento, todo se mueve; en la quietud, todo está en calma. Arriba, el vértice de la cabeza está suspendido, y abajo el Qì se hunde en el Dantian. Relaja los hombros y baja los codos; estira la espalda y relaja el pecho. Cuando el weilu (sacro) está vertical de forma natural, el cuerpo se siente relajado y el Qì vivo. Utiliza la mente y no la fuerza, girando el cuerpo sobre la cintura. Todo sube desde la raíz, en los pies, mientras piernas y cintura se alinean perfectamente. La energía asciende por columna vertebral, y llega hasta los brazos y la punta de los dedos, porque, donde quiera que el Qì vaya, se manifiesta en el cuerpo. Todo esto depende de la mente, y nada tiene que ver con la fuerza bruta. Cuando lo lleno y lo vacío se distinguen claramente, lo duro y lo suave se adaptan a los cambios. Ying y Yang deben complementarse mutuamente, cuando al movernos de un lado a otro, giramos y cambiamos de postura. El Qì se despierta al variar la relación entre energías, y el espíritu permanece adentro. El movimiento surge de la quietud, pero incluso en el movimiento hay quietud. El espíritu dirige al Qì en su movimiento, y la palma y la muñeca están conectadas a la cintura. Nuestros pasos se adaptan a los cambios de situación, y las manos y los ojos se acomodan a las condiciones. Rapidez o lentitud siguen los movimientos del oponente; con el peso a un lado, nuestros movimientos no se retrasarán. Sin perder el contacto o sin dejar de agarrar, cada postura debe anticiparse al adversario. Después de atraer al oponente y neutralizar su energía, emitimos energía como un pozo burbujeante. Dejemos que el más fuerte agresor nos ataque, mientras cien gramos desvían mil kilos. Clásicos perdidos del Taichi
de finales de la dinastía Ching «Un viaje de 1000 Km comienza con el primer paso» (Lao Tzu) A partir del lunes 11 de Enero de 2016 comenzará un grupo de Iniciación al Taichi en la Escuela Tantien, C/ Beniopa, 1 (Valencia). Las clases tendrán lugar todos los lunes y miércoles de 20:05 a 21:20 horas.
El Taichi es un antiguo arte marcial interno de origen chino que se ejercita mediante movimientos suaves y armoniosos en combinación con la respiración y la intención, lo que permite el desarrollo de la relajación activa, la concentración mental, la coordinación y el desarrollo de una respiración consciente y profunda. Está vinculado directamente con algunos conceptos de la filosofía taoísta, como el Yin y Yang y, por sus aplicaciones terapéuticas, con aspectos de la Medicina Tradicional China. El Taichi es también un método de autoconocimiento de nuestro cuerpo, emociones y pensamientos: una técnica de meditación en movimiento. Las clases de iniciación al Taichi servirán como introducción a este maravilloso arte centenario comenzando desde la base a través de una rutina de movimientos corta y sencilla en la que moveremos gran parte de las cadenas musculares, profundizando en la respiración, la intención y la meditación en movimiento. Si deseas más información e inscribirte pincha aquí. Un estudio publicado en la revista Biological Psychiatry indica que el tratamiento del insomnio con Taichi o CBT reduce la inflamación en el organismo. El ensayo fue realizado en 123 adultos mayores de 55 años con insomnio, los cuales fueron aleatorizados a recibir tratamiento con CBT, Taichi o seminarios sobre la higiene del sueño. La CBT redujo los niveles circulantes de proteína C-reactiva, un marcador sistémico de inflamación, mientras que el Taichi, un estilo de vida dirigido al estrés causante de insomnio, redujo la inflamación a nivel celular. Cualquiera de los dos tratamientos revirtió la activación de vías de señalización pro-inflamatorias, manteniéndose el beneficio a lo largo de los 18 meses del período de seguimiento. En los pacientes que atendieron los seminarios no se apreció ningún cambio.
El Dr. John Krystal, editor de la citada revista, considera estos resultados una demostración de que los enfoques basados en el comportamiento y en el estilo de vida pueden mejorar la calidad del sueño, reducir el estrés y tener un impacto positivo en la salud global. Michael Irwin, científico del centro Cousins de Psiconeuroinmunología en Los Angeles y director del estudio, considera asimismo que estos enfoques representan el tercer pilar que sustenta la salud, junto con la dieta y la actividad física. Retiro de Taichi y Chikung
en el albergue Mas de Noguera (Caudiel, Castellón) el 27, 28 y 29 de Noviembre de 2015. Jian Shen Yun Qi Fa (método para tonificar el cuerpo transportando la energía) Taichi de 4 direcciones Ejercicios de Chikung para el Otoño y el Invierno. Impartido por el maestro Félix Castellanos Olivares. Toda la información aquí. El pasado 3 de Agosto tuve el placer de poder participar en la recepción de Taichi que nos hicieron a los alumnos de la Escuela Tantien de Valencia los miembros de la Asociación de Taijiquan estilo Chen de Pekín. El evento tuvo lugar en uno de los pulmones verdes de la ciudad de Pekín: el Parque del Templo del Cielo. La Asociación de Taijiquan estilo Chen de Pekín fue creada en el año 1982 por varias personas, encabezadas por el maestro Tian Xiuchen (1917-1984) con la finalidad de preservar la memoria del maestro Chen Fake (1887-1957), así como la investigación y el desarrollo del estilo que él creó. Durante la mañana los miembros de la asociación realizaron, ante la atenta mirada de practicantes y viandantes, exhibiciones de Taichi Chuan (mano vacía), Taichi Jian (espada) y Taichi Dao (sable), así como coreografías con movimientos y aplicaciones de las formas; el grupo de españoles, dirigidos por los maestros Wang Xiaojun y Félix Castellanos, realizamos una exhibición de la forma de 36 movimientos estilo Chen. Los participantes intercambiamos habilidades y buen hacer en un ambiente fraterno y nada competitivo en el que no faltaron las sonrisas, las felicitaciones y, cómo no, las fotos. El idioma y las diferentes costumbres no fueron un problema, pues todos teníamos un lenguaje común: el Taichi. Fue hermoso ver a tantas personas tan distintas practicando Taichi, desde los niños pequeños hasta personas de más de 80 años, con quienes no pude evitar recordar la famosa frase del Dr. Hua To: «bisagra que se mueve no se oxida». También me emocionó especialmente la sencillez, humildad y cercanía no sólo de los practicantes, sino sobre todo de los maestros. El encuentro estuvo dirigido, en todo momento, por las maestras Bai Shuping, Pan Ying y el maestro Wang Xiaojun, descendientes directos del linaje del estilo Chen, 4ª generación de la línea de Pekín y discípulos del maestro Tian Qiutian (3ª generación) quien, por problemas de salud, no pudo asistir, pero a quien tuve el honor de conocer días más tarde. El evento finalizó con una práctica de Taichi conjunta, un intercambio de regalos y la típica foto de familia. Texto extraído y adaptado por Paco Caracuel de la transcripción del primer curso del ciclo Tao de la Armonía, impartido por Alain Baudet y titulado El Hombre entre el Cielo y la Tierra, y publicado en la Revista de Medicinas Complementarias nº 79 Tao de la Armonía Alain Baudet Vamos a comenzar por hacer un descubrimiento del concepto, aunque no me gusta el término concepto porque, de hecho, es un anticoncepto. Cuando hable de concepto debéis pensar en anticoncepto y descubrir la finalidad de esta práctica para vosotros mismos.
El Hombre entre la Tierra y el Cielo. Podéis pensar que esto quiere decir todo y no quiera decir nada. Pero, en relación a la tradición taoísta, al concepto energético, es todo un proceso de despertar de la conciencia, de trabajar sobre la estructura, de situarse, de ponernos en relación con la Tierra y el Cielo, de organizar las energías psíquicas del Hombre… ¿Por qué Tao de la Armonía? TAO (Dào): «El Tao del que se puede hablar no es el Tao verdadero». A nivel de nuestra vida, de nuestro paso sobre la Tierra, el Tao representa el camino de la vida. Un día decidimos hacer una práctica, seguir una enseñanza, tomamos una forma de conducta, una ética, dar un sentido a nuestra vida. Cuando vivimos una situación que nos afecta, que nos ha herido, cuando hemos tocado fondo…eso nos hace comenzar de nuevo, nos pone en camino y nos hace dar un sentido más profundo y útil a nuestra vida. La traducción de Tao es sentido o dirección; dar un sentido, dirección o meta a la vida, en la vida. Esto ocurre sólo en el momento en que ya estamos preparados. Y, de hecho, nos damos cuenta de que el camino (Tao) no tiene meta, porque la meta es caminar. Y si uno piensa que ya ha llegado a algún lado, debe escapar, porque la situación es grave. Corre el riesgo de agarrarse a una práctica, a un despertar, a cualquier cosa…y ahí estamos en peligro. De hecho, en el budismo, hay una pequeña historia que cuenta que si estás en el camino y llegas a un lugar en el que no ves a Buda, debes continuar. Pero si llegas a un lugar y ves a Buda, debes escapar rápido, porque puedes estar en peligro. Realmente no es peligroso, simplemente corremos el riesgo de creernos alguien perfecto, que ha llegado a la perfección, que es un iluminado, que ya no tiene preguntas que hacerse. Es un hinchamiento del ego. Muchas veces lo que ocurre en el arte marcial o en el arte en general, es que hay personas que se creen un poco particulares. Lo que ocurre es que el ego se ha hinchado. Y eso es peligroso. La Vía a lo que lleva es a la simplicidad. Vamos a lo esencial, hacia otra visión del mundo. Y nunca hay que pararse, porque la visión corre el riesgo de hacerse pequeña. El camino es la meta, nunca se llega. ARMONÍA: A lo mejor es bueno dejar de estar siempre en conflicto, en la dualidad. Muchas enfermedades actuales están ligadas a ese sentimiento de autodestrucción. La vida, nuestras memorias, nuestra conciencia de vida han falseado la visión justa de la realidad. Vivimos en el conflicto, en la dualidad, en cierta ignorancia, que es una ignorancia sabia porque sabemos muchas cosas, pero que no las comprendemos con nuestra profundidad. Necesitamos encontrar un equilibrio, una armonía, unirnos a la Tierra. La Tierra es la fuerza de la armonía, del equilibrio; es el humus, la raíz de la humildad. Necesitamos encontrar esas fuerzas en nosotros, desarrollarlas, potenciarlas, aceptar vivir de manera armoniosa, en paz con nosotros mismos, aunque no sea perfecto, pero por lo menos tendremos esta paz interior y no necesitaremos pedir o buscar la paz exterior. Tao de la Armonía es el concepto que no es concepto. Es poder crear el ejercicio querido en el momento deseado… hacer lo que tenía que hacer en el momento que tenía que hacerlo, estar presente en el momento presente. Hacer lo que tenía que hacer cuando tenía que hacerlo y olvidarlo después. Es todo el ser que se va a despertar y va a desarrollar su sensibilidad. Vamos a utilizar el Chikung (Qigong), la respiración, la meditación….Nos vamos a situar en este contexto, intentaremos ver la idea de la estructura psíquica del Hombre en relación con la energética china y también desde el punto de vista occidental. Nuestro gran problema es que sabemos demasiadas cosas o no sabemos bastantes; o que no tenemos confianza en nosotros mismos. Cuando uno crece en energía vital, nuestra confianza aumenta y se afianza. A la vez dudamos, pero en la profundidad tenemos confianza y somos capaces de hacer cosas extraordinarias. Utilizamos una parte muy pequeña de nuestras capacidades cerebrales, entre un 3 y un 15%. Las demás, duermen. Cuando uno tiene confianza en sí mismo, se da cuenta de que es capaz de hacerlo. Esta exigencia requiere práctica. Aprender y olvidar. Somos mucho menos ignorantes de lo que pensamos….Y si tenemos técnica detrás y sabemos olvidarla, es genial. Toda la meta de los ejercicios que se realicen es volver a encontrar nuestra potencialidad, reencontrar nuestras capacidades y concentrarse, estar en la atención de la presencia de lo que hay, tener confianza, estar unido a la Tierra, centrados en nuestro eje. De hecho, son cosas muy concretas, son técnicas precisas. La práctica normal de Chikung es algo muy exigente. El Chikung no es un producto de consumo, no es algo sólo lúdico, un divertimento, una moda. Es un camino de evolución personal. Poco a poco vamos a trabajar sobre nuestra alquimia interna y nos transformaremos. Y transformándonos, uno se vuelve otra persona. No alguien extraordinario y perfecto, sino uno mismo, el que es realmente, con las imperfecciones, los defectos…No se trata de hacer superhombres o superhumanos, sino gente que se conoce a sí misma. No es algo egocéntrico. Si uno quiere abrirse verdaderamente a los demás de una manera no neurótica, sino de una manera completamente nueva y gratuita, debe conocerse y amarse a sí mismo; tener la fuerza de dar… Y practicar. No necesariamente Chikung, hay otras vías. Pero para nosotros, ya que practicamos Chikung, ésta es nuestra herramienta, el útil adaptado a este tipo de búsqueda. Aunque tampoco debemos aferrarnos demasiado a las herramientas. El artesano respeta sus útiles porque la obra de arte va a salir a través de ellas. Pero es importante no aferrarse a ellas: mi técnica, mi tai chi, mi dios…..¡es de todos! «Un viaje de 1000 Km comienza con el primer paso» (Lao Tzu) Los lunes y miércoles del 1 al 27 de Julio, de 10:00 a 11:30 horas, impartiré un curso de Iniciación al Taichi en el Antiguo Cauce del Río Turia de Valencia, a 100 m. del Puente del Real (ver mapa).
El Taichi es un antiguo arte marcial interno de origen chino que se ejercita mediante movimientos suaves y armoniosos en combinación con la respiración y la intención, lo que permite el desarrollo de la relajación activa, la concentración mental, la coordinación y el desarrollo de una respiración consciente y profunda. Está vinculado directamente con algunos conceptos de la filosofía taoísta, como el Yin y el Yang y, por sus aplicaciones terapéuticas, con aspectos de la Medicina Tradicional China. El Taichi es también un método de autoconocimiento y control de nuestro cuerpo, emociones y pensamientos: una técnica de meditación en movimiento. El curso de iniciación al Taichi costará 40€, tendrá una duración total de 12 horas y servirá como introducción a este arte centenario a través de una rutina de movimientos corta y sencilla en la que moveremos gran parte de las cadenas musculares, profundizando en la respiración, la intención y la meditación en movimiento. «Bisagra que se mueve no se oxida, agua que fluye no se estanca» (Dr. Hua Tuo, 145-208 d.C). El pasado 28 de Mayo, en los Jardines del Real - Viveros, miembros de la Asociación de Jubilados del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Valencia realizaron una exhibición de Taichi Chuan y Chikung con motivo del final del curso 2014-2015. Tras varios ejercicios de preparación del cuerpo y de apertura articular, y frente a la atenta mirada de familiares, amigos y viandantes, el grupo realizó de manera coordinada, suave y armoniosa los movimientos de Baduanjin (las Ocho Piezas de Brocado), una de las formas de Chikung dinámico más conocidas tanto en China como en Occidente donde, a través del movimiento, se combina el estiramiento y relajación corporal, la respiración profunda, la intención mental y la concentración en determinados puntos y canales de acupuntura, activando así la circulación sanguínea, incrementando la vitalidad y nutriendo los órganos internos. El origen de esta tabla se atribuye al general Yue Fei (1103-1142 d.C.), importante personaje de la historia y las artes marciales chinas. Inmediatamente después de finalizar esta tabla de Chikung, se ejecutó la forma de Taichi Chuan del estilo Yang de 5 movimientos desarrollada por los maestros Wang Xiaojun y Félix Castellanos, cuyos movimientos combinan cinco de los ejercicios más típicos del estilo Yang desplazándose en las seis direcciones (avanzar, retroceder, caminar a izquierda y derecha, subir y bajar, añadiendo patadas frontales para mejorar el equilibrio), de modo que, con pocos ejercicios, se consigue mover gran parte de los grupos y cadenas musculares y, a la vez, la sangre y la energía vital (qì) por los diferentes canales de acupuntura y vasos. Esta tabla de movimientos sirve, además, como introducción a otras más largas, como la conocida forma de 24 movimientos de estilo Yang. Tras la exhibición hubo tiempo para disfrutar de un rato de masaje colectivo, realizar algunas fotografías de grupo y finalizar la mañana con una comida de hermandad, donde, en un ambiente fraterno, hubo risas, anécdotas e intercambio de regalos. La práctica correcta del Taichi y el Chikung desarrolla de la conciencia corporal, lleva a una mejor postura física, mejora la flexibilidad, aumenta el equilibrio, ayuda a respirar mejor y fomenta la armonía y paz interna, entre otros muchos beneficios. En el colectivo de los Adultos Mayores supone, por tanto, una práctica muy recomendable. Las clases de Taichi Chuan y Chikung, que se retomarán el próximo mes de Octubre, tienen lugar los martes y jueves de 10:00 a 11:30 y de 11:30 a 13:00 horas en el Salón de Actos del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Valencia (C/ Polo y Peyrolón 59) y están dirigidas por el profesor Manuel Rodríguez.
«"The Potter" (el Alfarero) es una criatura antigua que da vida a la arcilla. En su cuidado está un aprendiz que desea aprender el secreto. Ésta es su historia...» (Josh Burton)
Mantén las Trece Posturas; no las olvides. Cuando desees moverte, empieza desde la cintura. Sé sensible a los cambios, al más ligero cambio de lo lleno a lo vacío. Así dejaras que el Qì circule como un fluido por todo tu cuerpo, sin cesar. Invisible en el abrazo de la quietud yace el movimiento; y dentro del movimiento la quietud se oculta. Busca, por tanto, lo que está quieto dentro del movimiento. Si puedes abordarlo, los descubrimientos serán tuyos cuando te enfrentes al oponente. Que todo movimiento se llene de conciencia y significado. Si puedes hacerlo, el esfuerzo del no esfuerzo aparecerá. Nunca abandones la atención a la cintura. Cuando el abdomen esté ligero y libre, el Qì se estimulará. Cuando las vertebras inferiores estén erguidas, el espíritu se elevará a la parte superior de la cabeza. Todo el cuerpo debe ser flexible y suave, la cabeza suspendida como si colgara de arriba por un solo cabello. Permanece despierto, buscando el significado del propio Taiji. Si el cuerpo se dobla o estira, si se abre o se cierra, que el camino natural sea tu camino. Al principio, los estudiantes escuchan las palabras de su maestro, pero con cuidado y esfuerzo aprenden a aplicarse, y entonces la habilidad se desarrolla por sí sola. ¿Quién puede decirme cuál es el principal principio del Taiji? La mente despierta viene primero y el cuerpo le sigue. ¿Quién puede decirme cual es el significado y la filosofía del Taiji? Juventud eterna y una vida larga y saludable, que significan una primavera siempre presente. Cada una de las palabras de esta canción es valiosa y te importa; si no escuchas sus palabras, y no las sigues, seguramente desperdiciarás tu vida. Anónimo
El Taichi Chuan y el Chikung pueden constituir un método preventivo y representar una vía terapéutica complementaria de utilidad para mejorar la salud de quienes sufren Trastornos Límite de la Personalidad (TLP). El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), también llamado limítrofe o fronterizo, es definido por el DSM-IV como «un trastorno de la personalidad que se caracteriza primariamente por inestabilidad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico y relaciones interpersonales caóticas». El perfil global del trastorno también incluye típicamente una inestabilidad generalizada del estado de ánimo, de la autoimagen y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación. Se incluye dentro del grupo B de trastornos de la personalidad, los llamados «dramático-emocionales». Es, con mucho, el más común de los trastornos de la personalidad. En un estudio piloto exploratorio bastante reciente realizado por José Javier Pedrosa y Ricardo Ros, del grupo DERSA (Deporte, Ergonomía y Salud) de la Universidad de Zaragoza, los investigadores han aplicado un programa que, a través del movimiento, integraba la regulación del cuerpo, la respiración y la mente, tal y como propone la práctica correcta del Taichi, el Chikung y el Mindfulness, siendo esto último una instrucción básica de las dos primeras disciplinas, en las que lo llamamos Guān (觀, observar).
El estudio se ha desarrollado durante tres meses en el servicio de psiquiatría de un centro hospitalario como actividad complementaria dentro del marco terapéutico global. Aplicado a un grupo de diez pacientes, se ha visto que esta práctica podría mejorar aspectos físicos y psicosociales, ya que tras la intervención han puntuado respirar bastante mejor (7/10), mayor disposición para sus actividades cotidianas (7/10), más facilidad para relacionarse con su entorno (5/10) y la valoran positivamente como complemento a su terapia individual (5/10). El estudio completo se puede leer aquí, a partir de la página 33. El maestro Wang Xiaojun, 4ª generación de Taichi Chuan del estilo Chen de Pekín (Xinjia) y doctor en Wushu (Kung Fu), impartirá cursos de Taichi Chuan, Chikung, meditación taoísta, ... en Valencia (España).
Del 10 al 26 de abril de 2015 ¡No pierdas esta oportunidad! Toda la información: http://www.escuelatantien.com/cursos-dr-wang-xiaojun-2/ «Los analfabetos del siglo XXI no serán aquéllos que no sepan leer y escribir, sino aquéllos que no sepan aprender, desaprender y reaprender» (Herbert Gerjuoy, citado por Alvin Toffler en “El Shock del Futuro”) Nan-in, un maestro japonés de la era Meiji (1868-1912) recibió cierto día la visita de un erudito, profesor en la Universidad, que acudió a preguntarle acerca del Zen. Nan-in le sirvió té. Vertió el líquido hasta llenar la taza del visitante y entonces, en vez de detenerse, siguió vertiendo té sobre ella con toda naturalidad. El profesor contemplaba absorto la escena, hasta que al fin no pudo contenerse más: - Ya está completamente llena. ¡No siga, por favor, no cabe una gota más! - Al igual que esta taza -dijo entonces Nan-in-, usted está lleno de sus propias opiniones y especulaciones. ¿Cómo puedo mostrarle lo que es el Zen a menos que vacíe primero su taza? Cuento Zen
INTRODUCCIÓN Como comentaba en el artículo "Diferencias entre Taichi y Chikung", «Chikung» y «Qigong» es exactamente lo mismo. Pese a que actualmente conocemos esta denominación, es común leer en algunos libros y páginas de Internet relacionadas con estas disciplinas el término «Daoyin» (a veces escrito «Taoyin», que es como se pronuncia) que lleva a muchos a pensar que es algo totalmente distinto. Precisamente ayer, paseando por una famosa feria en la que, entre otras cosas, se ofrecen servicios relacionados con la salud y el bienestar, me sorprendió gratamente encontrarme con un stand sobre el Taoísmo. Me acerqué a echar un vistazo y salió a mi encuentro un muchacho que, si bien al principio parecía majo, luego dio la sensación de que hablaba con cierto aire de superioridad. Con él inicié la (absurda) conversación que reproduzco a continuación: - Hola, ¿qué tal? Una pregunta, ¿sabes lo que es el Tao? - Sí, algo sé. - ¡Ah, vale! Tiene que ver con el Taoísmo y... - Sí, todo eso. Bueno, es que soy profesor de Taichi y Chikung. - ¡Ah vale, perfecto! Entonces... ¿conoces el "Daoyin"? - Sí, claro, es lo mismo que el Chikung. - No, hombre... el Chikung es de pie, pero el Daoyin es tumbado y... - Bueno.... el Chikung se practica de pie, sentado, tumbado, con posturas, movimientos, .... - No, no es así. El Daoyin es superior. (silencio incómodo...) - ¿Conoces a Mantak Chia? - Sí, un maestro de Chikung. - Primero apareció el Taichi, luego el Chikung y ahora está llegando el Daoyin. (nuevamente silencio...) - ¿Entonces no te interesa? - No, lo siento, no me interesa... ¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS ENTRE CHIKUNG Y «DAOYIN»? La diferencia principal es la siguiente: NINGUNA En ocasiones uno de los mayores errores entre algunos practicantes de estas disciplinas es diferenciar entre «Daoyin» y «Chikung» como si fuesen distintas. Como explico en la sección de Chikung, este arte ha sido conocido por muchos nombres a lo largo de la historia, y «Daoyin» (Dǎoyǐn - 導引), que se pronuncia «Taoyin» (así es como se ve escrito en algunas páginas españolas) y significa «conducir/guiar la energía», es uno de ellos. El término «Qìgōng», que se menciona por primera vez en la dinastía Ming (1368-1644), comienza a usarse en su sentido especializado actual («el arte del cultivo del Qi») a mediados del s. XX. Por otra parte, es necesario aclarar que, aunque se pronuncian de forma muy parecida, no es lo mismo el «dǎo» de Daoyin (導), que significa «guiar o conducir», que el «dào» del Taoísmo (道), que se suele traducir como «senda o camino». En muchas páginas de Internet se dice que el Daoyin es la estructura interna del Chikung y Taichi, afirmando que es la base de estas dos disciplinas. Sin embargo, algunas de las definiciones de «Daoyin» que encontramos son las siguientes:
Curiosamente, todas estas definiciones y los beneficios que se explican son idénticos al «Chikung». CONCLUSIÓN Existen aproximadamente 15.000 formas, posturas, meditaciones, etc.., de Chikung, de modo que llámalo como quieras, incluso ponle un nombre «raro» si lo que deseas es dar un toque de secretismo o un aura mística y misteriosa a algo que hace mucho dejó de serlo, o imagina que el dominio del qì (energía vital) te llevará a lanzar un Kame Hame Ha si eso te va a hacer feliz. Ahora bien, ten claro que ninguno es mejor que el otro y que, le pongas el nombre que le pongas, es Chikung. «CHIKUNG» Y «DAOYIN» ES LO MISMO. PD: Este artículo no es un ataque ni pretende desprestigiar a ningún estilo o escuela de Chikung. Se trata, simplemente, de una aclaración que viene a raíz de la conversación que mantuve, en la que se me dio información falsa y en la que se intentó desprestigiar al Chikung en favor de algo que, paradójicamente, es también Chikung.
Igualmente aclaro que esta confusa información se me dio desde un centro privado (que, por respeto, no voy a nombrar) y que nada tiene que ver con la "Asociación de Qigong de Salud", que utiliza bastante el término «daoyin» junto al de «qigong/chikung» sin diferenciarlos, y a la que recomiendo en la sección Sitios de Interés. EDITO 28/2/14: YA NO QUEDAN PLAZAS ¿Quieres viajar a China?
La Escuela Tantien de Valencia organiza, cada dos años, un viaje exclusivo, diseñado para la inmersión en la cultura, costumbres y tradiciones chinas, especialmente relacionadas con las filosofías tradicionales y el origen de las artes marciales, el Taichi y el Chikung. Este año el viaje está programado del 29 de Julio al 13 de Agosto. La reunión informativa será el próximo viernes 27 de febrero de 19:30 a 20:30 horas. El programa completo, precios y demás información la puedes consultar aquí. «¿Cuál es la diferencia entre el Taichi y el Chikung?». Esta es, sin lugar a dudas, una de las preguntas más frecuentes que se plantean muchos practicantes de estas y otras disciplinas. Entre el Taichi Chuan y el Chikung existen diferencias y similitudes. Aunque hay muchas, intentaré resumirlas de forma sencilla en 9 puntos claves: 1. ¿QUÉ SIGNIFICA? El Taichi Chuan (Tàijí Quán, 太极拳) puede traducirse como «el arte del puño supremo», «el boxeo supremo», «el boxeo de la cumbre suprema» o incluso «el boxeo de las sombras». «Taichi Chuan», «Tai Chi Chuan», «Taichi», «Taichí», «Tai Chi», «Taijiquan», «Taiji Quan», «Tai Ji Quan», ..., es lo mismo. «Thai Chi», como he visto escrito en algún que otro sitio, no existe. El Chikung (Qì Gōng, 氣功) puede traducirse como «trabajo con la energía vital». «Chikung», «Chi Kung», «Qigong», «Qi Gong», ..., es lo mismo. Denominaciones raras que también he leído por ahí, como «Chi Gong» o «Qi Kung», son incorrectas. IMPORTANTE: El «chi» de «taichi» viene de «jí» y significa «punto más alto, cúspide, extremo...»; el «chi» de «chikung» viene de «qì» y significa «energía vital». Por lo tanto, hay que tener claro que ambos «chi» son diferentes y no tienen nada que ver. 2. ¿CUÁLES SU ORIGEN? El origen mitológico del Taichi se remonta al monje taoísta Zhang Sanfeng (s. XIII) y los datos históricos afirman que fue desarrollado en Chenjiagou (aldea de los Chen) por el general Chen Wanting (s. XVII). Por tanto, hablamos de que el Taichi Chuan no es un arte milenario y tiene una antigüedad que puede variar entre 300-800 años aproximadamente. El Chikung ha sido conocido por muchos nombres a lo largo de la historia china. Historiadores y antropólogos coinciden en afirmar, debido también a diversos hallazgos arqueológicos, que surgió aproximadamente en el periodo Neolítico, teniendo su origen en tradiciones chamánicas. Por lo tanto, el Chikung tiene una antigüedad de unos 4000-5000 años aproximadamente. Es importante destacar que ambas disciplinas proceden de China y están "vivas", es decir, se encuentran en constante evolución. 3. ¿QUÉ ES? El Taichi Chuan es un arte marcial interno. Apunta a moverse con la energía vital y sin excederse con la fuerza muscular, utilizando en todo momento la tensión mínima necesaria. El Chikung es una práctica milenaria utilizada para regular la energía vital, mejorar la salud física y emocional y prevenir algunas enfermedades. Si bien es cierto que existe una escuela de Chikung llamada «marcial» y cuyo objetivo es fortalecer y acondicionar el cuerpo y mejorar las habilidades de defensa y ataque en las artes marciales, el Chikung en sí mismo no es un arte marcial, esto es, sus movimientos no esconden necesariamente aplicaciones de defensa y ataque; en el caso del Taichi Chuan, pese a que sus movimientos escondan aplicaciones marciales, puede practicarse con un objetivo meramente terapéutico, como es el caso, sobre todo, de adultos mayores o con limitaciones físicas. También es necesario hacer una aclaración sobre algo que he visto escrito en varios sitios, conozco gente que me ha hablado de ello y hay "instructores" que dicen enseñar esa disciplina: el «Taichikung» no existe como tal. 4. ¿EN QUÉ SE BASA? El Taichi Chuan consistente en movimientos que corresponde a aplicaciones marciales, en combinación con la respiración y la intención. Está vinculado directamente con algunos conceptos de la Filosofía Taoísta, como el Yin y el Yang y, por sus aplicaciones terapéuticas, con aspectos de la Medicina Tradicional China. El Chikung se realiza mediante trabajos y ejercicios coordinados con una respiración consciente, la visualización y la concentración en puntos, canales de acupuntura o zonas del cuerpo. Se basa en la Medicina Tradicional China y la Teoría de los Cinco Elementos. El Taichi Chuan y el Chikung son dos formas de autoconocimiento y control de nuestro cuerpo, respiración, emociones y pensamientos, es decir, son técnicas de meditación en movimiento. 5. ¿CÓMO SE PRACTICA? El Taichi Chuan se ejercita mediante formas o taolu, consistentes en movimientos suaves y armoniosos, con aplicaciones marciales ocultas en cada uno de ellos, coordinados con la respiración. Se dice que cada una de estas formas, aunque divididas en varios movimientos, se deben ejecutar de principio a fin como si de un sólo movimiento se tratase, sin hacer ninguna parada, de forma fluida y continua. Por otra parte, en el Taichi, que se practica de pie, se estudia el uso de distintas fuerzas (Peng, Lu, Ji, An, Cái, Lie, Zhou, Kao, ...), presentes en las formas y que se pueden trabajar también con compañeros a través del Tuishou (empuje de manos). El Chikung se practica mediante movimientos, posturas o formas (que pueden ser de pie, sentados o tumbados) coordinados con la respiración. En caso de posturas se trata simplemente de hacerlas; en caso de tablas o movimientos, parados o caminando, se observa una diferenciación entre cada uno. Existen competiciones de Taichi Chuan, que incluyen la ejecución de formas, el empuje de manos y/o combates utilizando las aplicaciones marciales y principios del Taichi, a los que se les denomina Sanda o Sanshou. Desde hace relativamente pocos años también existen competiciones de Chikung, aunque personalmente creo que merecen un estudio aparte. Ambas disciplinas se ocupan de llevar a cabo las tres regulaciones: cuerpo, respiración y mente. También en ambas se utiliza la intención mental para guiar la energía vital a través del cuerpo y los canales de acupuntura. En la ejecución de las técnicas existen también similitudes (por ejemplo en ambas disciplinas se comienzan los movimientos hacia la izquierda, principios básicos, etc...) y diferencias (estiramientos, atención a determinados puntos de acupuntura, tipos de respiración, etc...), pero aquí no entraré en ellas, pues requeriría de un artículo específico. 6. ¿CUÁNTOS TIPOS/ESTILOS EXISTEN? Se habla generalmente de cinco estilos familiares de Taichi Chuan: Chen, Yang, Wu/Hao, Wu y Sun. No obstante, existen otros muchos estilos que derivan de éstos. En las artes marciales chinas los estilos suelen tener el apellido de su fundador (Chen Wanting, Yang Luchan, ...), su lugar de origen (Wudang, Shaolin, ...) o el de una característica propia del estilo (Hulei). Aunque no se conoce una cifra exacta, se habla de una cifra aproximada de unas 15.000 posturas, formas y movimientos de Chikung, que podríamos dividir en cinco grandes escuelas de Chikung: médica/terapéutica, taoísta, budista, confucionista y marcial. Según autores, podremos encontrarnos que en ocasiones se engloba a las escuelas taoísta y budista en una sola, a la que se llama escuela espiritual y meditativa. En el Taichi no existen estilos o formas con nombres de animales, como «Taichi de la Grulla», «Taichi de la Tortuga», ..., pero sí movimientos concretos en los que se nombre a alguno, como «el mono blanco ofrece la fruta» o «el dragón azul emerge del agua»; los nombres de las formas de Taichi suelen conocerse por su número de movimientos y/o estilo (forma de 36 Chen, forma de 24 Yang, ...), el orden dentro de la práctica tradicional (Yilu o Primera Rutina, Erlu o Segunda Rutina) o, en algunos casos, el nombre de una característica especial de dicha forma (por ejemplo Erlu es también conocida como «Pao Chui», que significa «Puño de Cañón»). En el caso del Chikung existen posturas, formas y movimientos con nombres de todo tipo: «Juego de los Cinco Animales», «Abrazar el Árbol», «Apuntar al águila con el arco», «Separar el Cielo y la Tierra», etc... 7. ¿QUÉ ES NECESARIO PARA APRENDER? Para obtener resultados en cualquiera de ambas prácticas es necesaria la paciencia, la perseverancia y la continuidad en la práctica. 8. ¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS? Puesto que los principios básicos de ambas disciplinas son similares, los beneficios de practicarlas son los mismos, con la única diferencia de que, en el caso del Taichi Chuan, se aprenden además técnicas que, con el debido entrenamiento, pueden servir para la autodefensa. 9. EL TAICHI CHUAN ES CHIKUNG Si bien es cierto que al final los beneficios son prácticamente los mismos, los métodos de enseñanza y aprendizaje son diferentes y es necesario complementarlos. En el Chikung el trabajo energético es más potente y complementa/completa a la perfección el entrenamiento del Taichi Chuan. De hecho considero imprescindible incorporar el Chikung en la práctica del Taichi Chuan, pues permite desarrollar la propiocepción y la conciencia de energía interna, potencia la parte terapéutica del arte, regula las emociones y ayuda a desarrollar también su aspecto marcial y sensitivo. Practicar Taichi Chuan sin Chikung lo convierte, a mi entender, en una mera gimnasia o práctica deportiva que muchas veces viene acompañada de lesiones. ¿De qué sirve poder defenderse de agentes externos y no de los internos? ¿Qué sentido tiene saber luchar contra otros sin saber luchar "contra uno mismo"? Cuando se practica correctamente el Taichi Chuan desde una visión completa y holística, llevando la atención al movimiento, la respiración y la intención, y sin descartar ninguno de sus componentes (salud, meditación en movimiento, regulación corporal, respiratoria y emocional, trabajo energético y marcialidad), se está haciendo también Chikung; sin embargo, la práctica del Chikung no requiere tener conocimientos de Taichi Chuan. Por tanto, un buen instructor de Taichi Chuan debería enseñar también Chikung a sus alumnos. A pesar de sus diferencias y similitudes, la práctica se desarrolla de muy distintas formas y cada practicante ha de saber lo que busca y desea aprender. Y lo que es muy importante: debe encontrar a un buen profesor de Taichi Chuan y Chikung capacitado para ello que sea capaz de orientar, acompañar y enseñar correctamente. Si estás de acuerdo (o no) con alguno de estos puntos, deseas completar este artículo o hacer cualquier comentario te animo; ¡¡será bien recibido!! :D Manuel Rodríguez Salvador
Retiro de Taichi y Chikung
en Albergue Rural Mas de Noguera, Caudiel (Castellón) del 6 al 8 de febrero de 2015. Por Félix Castellanos Olivares. Toda la información aquí. INTRODUCCIÓN La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. La dimensión positiva de la salud mental se destaca en la definición de salud que figura en la Constitución de la OMS: «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Entre muchas dolencias psicológicas, y quizá por el momento histórico, social y político que estamos viviendo actualmente, podemos destacar el estrés, la ansiedad, la ira y la depresión. De hecho la OMS afirma que cerca del 20% de la población tiene algún tipo de trastorno o problema mental de este estilo, figurando éstos entre los factores de riesgo importantes de otras enfermedades y lesiones no intencionales o intencionales. El estrés, que afecta negativamente a la salud psicológica y física de las personas, puede ser definido como el proceso que se inicia ante un conjunto de demandas ambientales que recibe el individuo, a las cuáles debe dar una respuesta adecuada, poniendo en marcha sus recursos de afrontamiento. Cuando la demanda del ambiente (laboral, social, etc.) es excesiva frente a los recursos de afrontamiento que se poseen, se desarrollarán una serie de reacciones adaptativas que implican activación fisiológica. Esta reacción de estrés, sobre todo si es excesiva, incluye una serie de reacciones emocionales negativas o desagradables, de las cuáles las más importantes son la ansiedad, la ira y la depresión. Muchas veces ansiedad y estrés se usan como sinónimos, entendiendo en ambos casos un mismo tipo de reacción emocional. Sin embargo, existen diferencias a la hora de estudiar ambos fenómenos: el estrés es un proceso más amplio de adaptación al medio, mientras que la ansiedad es una reacción emocional de alerta ante una amenaza. Dentro del proceso de cambios que implica el estrés, la ansiedad es la reacción emocional más frecuente. Si bien la existencia del estrés es necesaria (y gracias a ella hemos sobrevivido como especie a lo largo de la historia), las consecuencias de un exceso de estrés y ansiedad generan daños en el cuerpo que afectan a la calidad de vida de las personas. Algunos de los estragos más comunes causados por el estrés pueden ser obesidad y sobrepeso, pérdida del cabello, depresión, reducción del deseo sexual, menstruación irregular, acné, cuadros alérgicos, úlceras, insomnio, disminución de fertilidad, enfermedades cardíacas e incluso acelerar una crisis de asma, entre otros. El estrés y las emociones tienen una relación muy íntima: las emociones se pueden definir como un estado de ánimo que aparece como reacción a un estímulo, lo que hace pensar que el estrés pueda ser, en cierto modo, una emoción. Algunas respuestas de tipo emocional que se presentan en personas afectadas por el estrés son abatimiento, tristeza, irritabilidad, apatía, indiferencia, inestabilidad emocional, etc. MEDITACIÓN EN MOVIMIENTO Las emociones, íntimamente ligadas con el estrés, son mentales y físicas a la vez. Implican un movimiento de energía tanto en uno mismo como entre uno mismo y un objeto. Por tanto, la práctica correcta de técnicas y disciplinas relacionadas con la meditación en movimiento (Taichi, Chikung, Yoga, Alexander, Fledenkrais, …) puede ayudar a eliminar obstrucciones en el flujo de emociones para que éstas puedan expresarse airosamente en vez de quedar reprimidas o ser exteriorizadas de forma impulsiva. En los últimos años el número de estudios e investigaciones relacionadas con técnicas de Meditación en Movimiento (a veces llamadas “MM”) ha aumentado considerablemente; sin embargo, estas prácticas a menudo han sido tratadas por los investigadores como formas de ejercicio comparables a otros trabajos aeróbicos ordinarios, estiramientos o simples técnicas de relajación. Como señala Catherine Kerr, la comprensión del investigador biomédico en cuanto a lo que está sucediendo en la meditación en movimiento no suele coincidir con la de un profesor de estas técnicas: un investigador puede entender las prácticas como forma de ejercicio para reducir el estrés generalizado no muy diferente, en principio, de ir a dar un paseo, mientras que el instructor piensa en ellas como un proceso más sofisticado en el que la conciencia del practicante se coloca en regiones específicas del cuerpo para realizar cambios concretos. Esta disyunción en los puntos de vista puede llevar a problemas en el diseño de futuros experimentos y responder con claridad preguntas científicas relevantes. El uso del término "Meditación en Movimiento” fue sugerido por Larkey y supone un paso importante en el reconocimiento de las características especiales de estas prácticas. Larkey basó su definición pensando específicamente en la práctica del Taichi y el Chikung y algunas disciplinas similares en un intento de llamar la atención sobre estas formas de ejercicio y diferenciarlas de otros convencionales y, por qué no decir, a veces más de moda pero no por ello más sanos. La definición que Larkey propuso se resume en cuatro características esenciales para diferenciar las técnicas de Meditación en Movimiento de otras tantas: 1. Un estado meditativo de la mente, que incluye la conciencia en el cuerpo. En este contexto “mente” no significa “pensamiento conceptual”, sino “conciencia”, centrándose sobre todo en un trabajo espacial, interoceptivo, propioceptivo y kinestésico. Esto incluye también la atención al flujo de la respiración y la sangre, sensaciones viscerales, la experiencia del equilibrio, la orientación y la postura corporal. Esta manera de usar la atención es similar a la que se utiliza en otras formas de meditación, como la tan de moda ahora “meditación Mindfulness”, pero en el caso de la Meditación en Movimiento se requiere, además de esta, otras técnicas mentales específicas. Por ejemplo: en la práctica del Taichi y el Chikung es fácil encontrarnos con instrucciones como “sentir el aire denso, como si fuese agua”, que desarrolla el sentido kinestésico, la sensibilidad táctil, una sensación placentera de ligereza, calidez, suavidad y, al mismo tiempo, potencia. También en las técnicas de Meditación en Movimiento la mente se utiliza para dirigir el Qi; de hecho en Taichi y Chikung se repite constantemente la frase «utiliza la intención, no la fuerza física» (yòng yì bù yòng lì - 用意不用力), pues se dice que allí donde se dirija la intención, allí estará el Qi. 2. Formas de movimientos prescritos. En las disciplinas relacionadas con la Meditación en Movimiento los movimientos suelen ser específicos, ya sea un itinerario prescrito (donde la serie de movimientos es la misma y debe ser aprendida y practicada) o bien movimientos de forma libre y espontánea (donde el practicante, siguiendo siempre una serie de principios y teniendo los movimientos aprendidos, practicados e interiorizados, puede dejarse llevar libre y espontáneamente). Estos movimientos pueden ser amplios o extremadamente sutiles, casi imperceptibles al ojo humano. En el Chikung, por ejemplo, tenemos formas de movimientos de pie y sentados, y también posturas estáticas sentados, tumbados o de pie (Zhang Zhuang); en estas últimas se sigue produciendo un pequeño y sutil micro movimiento (por no hablar del movimiento del Qi y la sangre, del que el practicante es consciente). A veces algunos instructores hacen trabajos de realizar movimientos grandes y obvios dirigiéndose, poco a poco, a hacerlos más pequeños hasta casi imperceptibles; en este proceso las sensaciones interoceptivas y propioceptivas se vuelven progresivamente más intensas, aumentando también la eficacia de la práctica de esta disciplina. De hecho en Chikung muchas veces se dice que «el movimiento pequeño es mejor que el movimiento grande y ningún movimiento grande es mejor que el movimiento pequeño». También en la práctica del Taichi la mente se emplea activamente en imaginar la aplicación marcial de los movimientos y la atención a determinadas zonas y puntos de acupuntura, lo que produce ciertas sensaciones internas. 3. Una atención explícita a la respiración. La conciencia y el control de la respiración son fundamentales en las técnicas de Meditación en Movimiento y, en el caso del Taichi y el Chikung, tiene una relación muy importante con el flujo de Qi. Alterar el patrón de la respiración puede alterar el funcionamiento del sistema nervioso autónomo. Existen multitud de prácticas respiratorias que permiten liberar las emociones, calmar la mente y/o mejorar la fuerza física. En el Taichi y el Chikung el cuerpo y la respiración siempre actúan de forma sincronizada, acompasando el movimiento al ritmo respiratorio y pudiendo llegar, por tanto, a estados de conciencia profundos. En las disciplinas de Meditación en Movimiento la respiración se describe como un puente entre las funciones conscientes e inconscientes, una forma de que la mente consciente influya en las funciones inconscientes, controladas por el sistema nervioso autónomo. De hecho la influencia mutua entre respiración, sistema nervioso autónomo y las emociones es bien conocida en la literatura científica y, a lo largo de los años, se han realizado numerosos estudios relacionados con los efectos de diferentes técnicas de respiración sobre estados emocionales y mentales. 4. Un estado de relajación activa. A diferencia del significado que normalmente se da al verbo “relajar” y que evoca una situación de dejadez extrema, la relajación profunda y activa, conocida como “Fàng Sōng” (放松) en las Artes Marciales Chinas, se refiere a un estado de tono completamente equilibrado en el que cada músculo está haciendo exactamente lo que debería con la mínima tensión necesaria para ello. La tensión es un estado de hipertonía y la flojera es un estado de hipotonía; sin embargo la práctica del Taichi y el Chikung buscan un estado de eutonía. Los sistemas biológicos son sistemas complejos, que se organizan para preservar de forma óptima diferentes variables, como la temperatura o la composición química. Esto se conoce como "homeostasis", un término acuñado por Cannon. Los niveles de cortisol, por ejemplo, pueden ser un indicador de estrés, una condición presuntamente negativa; muy poco cortisol, sin embargo, es tan malo como demasiado. Uno de los objetivos del Chikung es restaurar los mecanismos innatos del cuerpo para establecer la homeostasis o equilibrio dinámico. Asimismo, las investigaciones de balanceo corporal sugieren que el Taichi y el Chikung también pueden mejorar la autorregulación postural. En el estudio de las técnicas de Meditación en Movimiento se debe tener en cuenta que el resultado deseado es un estado de equilibrio dinámico cada vez más refinado, y no un estado que se caracteriza por máximos o mínimos, tensión o dejadez. La palabra "relajar" debe utilizarse con precaución debido a su ambigüedad, y los conceptos de la teoría de los sistemas complejos pueden ser útiles en la descripción de los resultados y los procesos de meditar en movimiento. REGULAR LA MENTE Y LAS EMOCIONES (TIÁO YÌ - 调意) La práctica del Taichi y el Chikung se compone de tres procesos de regulación ( Sān Tiáo -三调), en los que cuerpo, respiración y mente interaccionan entre sí buscando una armonía entre ellos. Uno de estos procesos es la Regulación de la Mente y las Emociones (Tiáo Yì - 调意). El Taichi y el Chikung pueden ayudar a sanar y equilibrar las emociones haciendo que seamos conscientes de los componentes físicos de la ansiedad y el estrés (tensión en los hombros, ansiedad digestiva, mirada suspicaz, respiración superficial, …) y las emociones y pensamientos que nos llevan a ellos. Esto se hace a través de métodos prácticos que nos ayudan a resolver dichos problemas en su plano energético, es decir, sobre todo cuando las emociones influencian al Qi o cuando se expresan en forma de unos deficientes hábitos físicos posturales, respiratorios o en forma de tensión. Pero la relación cuerpo-respiración-mente es recíproca: el cuerpo también influencia las emociones. Ciertos hábitos respiratorios y de postura, o problemas viscerales, pueden crear actitudes psicológicas especiales. Por tanto, la práctica del Taichi y el Chikung, a través de ejercicios que permiten dirigir el Qi, nos puede permitir tratar problemas corporales, respiratorios y psicológicos de forma simultánea. ¿Cómo hacerlo? El cuerpo, la respiración y la mente emiten continuamente señales que, con una actitud y escucha o una atención mental propias del Taichi y el Chikung, se pueden detectar y corregir si son dañinas. Esto se traduce, por tanto, en un aumento de la sensibilidad y el autoconocimiento. Para ello, en primer lugar, el practicante de Taichi y Chikung debe tener una actitud de escucha y vigilancia, es decir, debe observar (Guān - 觀) tanto lo que sucede en su interior (órganos internos, circulación de la sangre, respiración, equilibrio, pensamientos, emociones, …) como lo que ocurre en su exterior, es decir, el entorno que le rodea (los fenómenos de la naturaleza, las personas, las sensaciones térmicas, …). Por tanto, en el Chikung se comienza dando estos tres pasos: observar el cuerpo (Guān Shēn - 觀身), observar la respiración (Guān Xī - 觀息) y observar la mente (Guān Xīn - 觀心). En segundo lugar, el practicante debe aprender a relajar y soltar (Sōng - 松). Como el estrés tiende a agravar todas las patologías y lleva a nuestros órganos y funciones a un desgaste físico excesivo, degenerando en un estado de malestar y desequilibrio emocional, debemos trabajar la relajación activa, es decir, regular nuestro cuerpo para usar la tensión mínima necesaria para la acción que estemos realizando en cualquier momento. Dado que cuerpo, respiración y mente son indivisibles, esto implica también regular la estructura corporal, regular la respiración (haciéndola, poco a poco, más fina, silenciosa, uniforme, lenta, profunda, …) y, a su vez, “soltar la mente” de pensamientos y distracciones, pudiendo usar, para ello, distintas imágenes y visualizaciones, como por ejemplo imaginando que el cuerpo se va vaciando a través de los pies de un fluido pesado y sucio, o realizando ejercicios vibratorios o sacudidas en las que se imagine como polvo o arenilla que se desprende del cuerpo y cae al suelo (polvo que simbolizaría preocupaciones, tensiones o malestares), entre otros muchos. Quizá para muchas personas eso de “soltar la mente de pensamientos” pueda resultar complicado, apoyándose en la famosa frase de Descartes «cogito, ergo sum» («pienso, luego existo»). Sin embargo, esta argumentación filosófica tiene, en mi opinión, un serio defecto, pues puede llevar a la errónea afirmación de que «si dejas de pensar, dejas de existir». Tendemos, por tanto, a identificarnos con nuestros pensamientos. Decía Lao Tzu: «quien se identifica con el Tao, se une al Tao; quien se identifica con la virtud, se une a la virtud; quien se identifica con el defecto, se une al defecto». Así pues, si alguien se termina identificando con pensamientos como «soy débil, soy incompetente, no valgo para nada, la gente es mala, este mundo es un asco, …» puede terminar entrando en un círculo de negatividad y sufrimiento en el que el cuerpo se terminará poniendo rígido, el Qi no fluirá bien a través de los canales y derivará en desequilibrio físico y emocional, malestar e incluso enfermedad. El Taichi y el Chikung buscan llegar, a través del movimiento, a un estado de quietud, serenidad y tranquilidad (Jìng - 靜), en el que se genera un estado de autoprotección del cuerpo y la mente ante las molestias externas y las distracciones, evitando pérdidas de energía innecesarias, permitiendo a nuestro sistema nervioso y a la mente un descanso pleno y conectándonos también con la realidad del momento presente (aquí y ahora). Además, el cultivo de la quietud nos abre la comprensión de su opuesto complementario, el movimiento (Dòng - 動). Una instrucción tradicional del Taichi y el Chikung dice «durante el movimiento hay quietud, en la quietud hay movimiento» (dòng zhōng yǒu jìng, jìng zhōng yǒu dòng -動中有靜, 靜中有動). Finalmente, el practicante de Taichi y Chikung puede llegar a la vacuidad (Kōng - 空), un estado de meditación avanzado producto de un Jìng profundo, donde se está vacío de toda tensión interna y externa, del cuerpo y de la mente, y devolviéndonos al origen, la unidad con uno mismo y con el exterior y la claridad. Este estado favorece, también, la regulación de los Tres Tesoros (Sān Bǎo - 三寶), es decir, el Espíritu (Shén - 神), la Esencia (Jīng - 精) y la Energía Vital (Qì - 氣), llevando a la persona a un estado de equilibrio físico y mental, lo que se traduce en salud, bienestar y una mayor facilidad para ser propensa a la felicidad. Otro método utilizado en Chikung es utilizar la llamada “Sonrisa Interior”, considerada por la alquimia taoísta como una de las mejores prácticas para liberarnos del estrés y la ansiedad. Desde el punto de vista de la medicina occidental, sonreír ayuda a liberar tensiones y provoca el incremento de endorfinas, reduciendo el cortisol; bajando los niveles de cortisol podemos reducir los sentimientos y emociones negativas. Reír expande también los pulmones, estira y relaja los músculos del cuerpo y estimula la homeostasis; esto ejercita el cuerpo y repone el oxígeno de las células. Además, reír ayuda a aligerar emociones. Asimismo, una sonrisa pone en movimiento cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago. También está demostrado que la risa reduce el colesterol en la sangre. Y destacable es el hecho de que las personas que ríen suelen vivir más años y, de hecho, son más felices. Con la sonrisa también liberamos adrenalina (componente que incrementa la creatividad y la imaginación), dopamina (que favorece la agilidad mental) y serotonina (que posee efectos calmantes y disminuye el hambre y la ansiedad). Desde el punto de vista de la filosofía taoísta, se dice que al sonreír los órganos segregan una sustancia que alimenta todo el cuerpo, mientras que emociones como el miedo y la rabia crean toxinas que bloquean el paso del Qi afectando la salud de los órganos y el cuerpo en general. Por ello, la práctica de la Sonrisa Interior consiste en observar y regular nuestra estructura corporal y nuestra respiración y calmar la mente recordando algo o alguien que nos evoque bienestar y felicidad y dibuje una sonrisa en nuestro rostro. Teniendo presente esa sensación de alegría y visualizando el dibujo de la sonrisa en nuestra cara, se lleva esta imagen a todo el cuerpo, incluyendo músculos, órganos y entrañas, esqueleto, etc…, proyectando felicidad a cada célula de nuestro cuerpo y agradeciendo, cariñosamente, la función que realiza para nosotros. El Qi no está solamente en el cerebro o en el corazón, sino que circula por todo el cuerpo; si el Qi está sano, todo el sistema (mente, cuerpo, respiración, emociones) estará sano. INVESTIGACIONES Ha habido innumerables investigaciones sobre los beneficios de estas prácticas en la depresión, la ansiedad, la capacidad cognitiva, la inflamación, la función inmune, la artritis, tratamientos de apoyo contra el cáncer, la salud pulmonar, enfermedades cardíacas, el equilibrio, la capacidad aeróbica, la fuerza, la densidad ósea, la fibromialgia y la diabetes, por citar algunas. Un buen número de investigaciones están relacionadas directamente con la práctica del Taichi y el Chikung y sus beneficios en la mejora de la ansiedad, la depresión y otras dolencias o enfermedades afectivas y emocionales. Un número relativamente pequeño de los estudios se ha centrado en el uso de la Meditación en Movimiento para la mejora de la ansiedad y la depresión, mientras que un mayor número de estos estudios ha investigado los beneficios sobre la meditación sentados. Uno de los mejores estudios fue llevado a cabo por Wang Jisheng en el Instituto de Psicología de la Academia de Ciencias de China. El Dr. Wang evaluó la salud mental de 153 individuos que habían practicado Chikung durante menos de dos años (grupo 1) comparado con 119 individuos que habían practicado Chikung durante más de dos años (grupo 2). El grupo 2 obtuvo una puntuación positiva (p<0.05) en tales áreas representando menos características obsesivo-compulsivas, ansiedad o ansiedad fóbica, y unos buenos indicios generales de salud mental. Se encontró una significación estadística mayor cuando se comprobaron los resultados obtenidos con otros (p<0.01). El grupo 2 mostraba más sensibilidad interpersonal, menos depresión o psicosis y unas mejores puntuaciones medias. Wang dedujo que un período de práctica más prolongado tenía efectos positivos en la mayor parte de los aspectos de la salud mental. Wang también investigó el efecto del Chikung sobre el comportamiento de Tipo A (agresivo, estresado, presionado por horarios y planificaciones), que además es considerado como un factor de riesgo en las enfermedades cardíacas. En un estudio realizado sobre 233 personas, 89 de ellas practicantes de Chikung y 144 no practicantes, Wang administró un cuestionario de Tipo A a todos los individuos. El porcentaje de comportamiento de Tipo A en el grupo de Chikung fue de un 23,43%, comparado con un 51,39% en el grupo de control. Un estudio llevado a cabo por Shgemi Hayashi, del Instituto Sino-Japonés de Chikung, ha revelado que la práctica del Chikung desemboca en estados subjetivos de bienestar emocional. Basándose en un sondeo sobre 226 practicantes japoneses de Chikung, se pudo observar que aporta estabilidad emocional, mayor alegría de vivir, un descenso del egoísmo, una actitud mental más abierta, un aumento del entusiasmo y de la fuerza de voluntad, así como un mayor interés por el prójimo. Hayashi menciona que se han hallado beneficios parecidos en los estudiantes de la Escuela de Chikung de Aosora, quienes practican Chikung durante media hora diariamente antes de ir a trabajar, enumerando mejoras en la claridad mental, fuerza de voluntad, salud y felicidad. De estos y otros muchos estudios se concluye que, en general, la práctica del Taichi y el Chikung puede reducir las medidas de estrés, ansiedad y depresión comparándolas con las medidas de los grupos control. No obstante, y dada la falta de normalización de estas prácticas y la poca importancia que hasta ahora se le ha dado por parte de la medicina convencional, se ve la necesidad de realizar estudios científicos mucho más completos, rigurosos y concluyentes. CONCLUSIÓN El Taichi y el Chikung contemplan las emociones desde un punto de vista diferente al de la psicoterapia convencional, pues tienen en cuenta el modo en que las emociones afectan a la postura, la respiración y la salud de órganos internos y vísceras. El Chikung, en vez de observar únicamente los problemas psicológicos en términos de influencias pasadas o comportamientos presentes, se centra también en los bloqueos energéticos actuales. Es razonable deducir, por tanto, que trabajar conjuntamente los problemas físicos, respiratorios y mentales hacen que la mente se haga más clara y más capacitada para enfrentarse a los problemas personales o para encontrar soluciones a los conflictos que surjan. Y es necesario destacar, del mismo modo, la necesidad de que terapias convencionales y otra serie de terapias mal llamadas “alternativas” sean capaces de ir por el mismo camino complementándose y enriqueciéndose mutuamente. Asimismo, la salud mental normalmente es el resultado de una mejor salud física. La relajación activa puede fomentar la liberación y resolución de aspectos emocionales desde dos perspectivas complementarias: por un lado liberar la tensión hace que las emociones bloqueadas dentro de los músculos también se liberen y, por otro, la relajación física genera una reducción de la velocidad del metabolismo, un pulso más lento, una respiración más lenta y relajada y unas ondas cerebrales más pausadas. Estas ondas cerebrales con menor velocidad corresponden a la abertura de los rígidos lazos entre la mente consciente y la inconsciente, de modo que podemos llegar a ser más conscientes de las emociones reprimidas o inhibidas y, posiblemente, expresarlas y liberarlas de manera adecuada. Las investigaciones sugieren que la práctica correcta del Taichi y el Chikung tiene efectos positivos sobre una amplia gama de dolencias no solamente físicas, sino también mentales, y puede conducir a avances significativos en el desarrollo de nuevos tratamientos contra enfermedades relacionadas con la salud mental, como el estrés, la ansiedad o la depresión. El Taichi y el Chikung están enormemente influenciados por la filosofía taoísta. Decía Lao Tzu: «abraza el trozo de madera sin tallar». Aprender, por tanto, a reconocer los propios desequilibrios, aceptarlos y, a partir de ahí, poner en práctica los principios del Taichi y el Chikung (también en la vida cotidiana) puede ayudar a las personas con estrés, ansiedad, depresión y otras enfermedades mentales a avanzar por el camino hacia su salud física y mental a paso lento… pero seguro. Manuel Rodríguez Salvador REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) - Organización Mundial de la Salud (OMS) - FONSECA MARANTE, YOSAMNE (2010). “El estrés psicológico y sus principales formas de expresión en el ámbito laboral”. Edición electrónica gratuita. - CASTELLANOS OLIVARES, FÉLIX. “Instrucciones tradicionales para Tàijí Quán y Qì Gōng”. Escuela Tantien. - COHEN, KENNETH S. (2004). “El Camino del Qigong: el arte y la ciencia de la curación energética china”. Ed. La Liebre de Marzo. - PAYNE, PETER AND CRANE-GODREAU, MARDI. “Meditative movements for depression and anxiety”. El Wuji (wújí - 無極) o "Vacío Absoluto" es, según la filosofía taoísta, el estado primigenio del Universo no diferenciado. Sería anterior al surgimiento del Taiji (tàijí - 太極) o "Extremo Supremo". El Wuji o “Vacío Absoluto” representa un estado anterior a todas las cosas, antes del Gran Principio Universal, en el que todo estaba turbio y silencioso, caótico y confuso, en lo que se ha venido a llamar "Gran Caos Primordial". Es el estado antes del momento de inicio de la forma, cuando el practicante está pie, erguido, en actitud reverente, concentrando su mirada hacia delante y regulando su estado físico, mental y su respiración. Este estado facilita la libre circulación del qi y el desbloqueo de los canales. En este momento es importante buscar la quietud interna a través de la relajación activa (Fang Song), es decir, la mínima tensión consciente y necesaria para que la postura no sea rígida e incómoda. Cuerpo, respiración y mente tienen que estar en calma y relajación. CUERPO:
RESPIRACIÓN: En un primer momento toma conciencia de la respiración. Limítate a observarla, sin juzgarla. Simplemente respira de forma consciente, fijándote en el proceso respiratorio: el aire entrando y saliendo por la nariz con cada inhalación/exhalación, llegando a las distintas partes del cuerpo. Pueden ayudarte preguntas como:
En principio estamos ante una respiración abdominal normal, pero si estás empezando con la práctica no trates de cambiar tu respiración, limítate a observarla y, con el tiempo y la práctica, se irá regulando sola haciéndose cada vez más lenta, fluida, profunda, silenciosa, homogénea... El simple acto de observar la respiración ya la cambia. MENTE: Hunde el qi en el dantian y lleva la atención a esa zona, aumentando el equilibrio y la estabilidad física y emocional y facilitando una respiración abdominal normal correcta. El dantian está situado a unos tres o cuatro dedos por debajo del ombligo y hacia el interior del abdomen, y se trata del centro energético de nuestro cuerpo. Puedes concentrarte en el dantian visualizándolo como una esfera roja brillante, como un Sol en tu interior del tamaño de una pelota de tenis que, con cada inspiración, se expande e ilumina y del que emana una energía sanadora que llega a cada célula de tu cuerpo. También puede funcionar la imagen de una pila o una batería que, con cada inhalación, se recarga de qi. Esa energía lleva también consigo paz, armonía y calma. Manteniendo esta posición, respirando de forma natural, lenta y profunda y llevando la atención al dantian se puede lograr el silencio interior, el vacío, la quietud. Un cuerpo, una respiración y una mente en su centro representan el Wuji, el “Gran Vacío”, también llamado a veces “el Vacío Extremo”, cuyo nombre describe el estado cósmico inicial de no diferenciación antes de la aparición de la forma (taolu). El Taiji nace del Wuji, de la "no polaridad". Es la causa de la aparición del Yin y del Yang, como un ciclo sin fin. El paso de Wuji a Taiji podría ser comparado con plantar una semilla: primero se prepara la tierra sin la semilla y luego se planta la semilla que, aunque parece inmóvil en un principio, se está preparando para convertirse, con el tiempo, en una enorme planta. Antes de iniciar la práctica, las manos y los pies aún no se han movido, pero el practicante ya se siente en una posición correcta, centrada y atenta. Este es el mecanismo: en un principio no hay movimiento aparente. Podría decirse que Cielo y Tierra están todavía en un estado de Unicidad sin forma, en la nada, el “Vacío Absoluto”; Wuji es un nombre tradicional que describe también la no diferenciación entre Yin y Yang. Sin embargo, el mecanismo de diferenciación ya existe, marcando la condición justo antes de la aparición de formas, un punto fundamental entre los impulsos opuestos de la cual emana la actividad creativa. Esta transición de la quietud externa a la preparación para el movimiento se conoce como “pasar de Wuji a Taiji”. En la posición inicial de Taiji, aunque las cuatro extremidades parecen estar todavía inmóviles, sigue funcionando el mecanismo interno del Yin y el Yang, la apertura y el cierre, el crecimiento y declive, el lleno y el vacío… así como los pensamientos y emociones y el ciclo respiratorio…, que hacen que se produzca un reajuste continuo de todas las partes del cuerpo. Aunque imperceptible para el ojo humano, este movimiento interno se produce y el practicante debe ser consciente y concentrarse en él en esta etapa. En aras de la claridad, se utiliza el término Taiji para describir la etapa inicial de preparación para el comienzo o la totalidad de la rutina de Taichi Chuan. La preparación es necesaria para establecer un equilibrio entre cuerpo, respiración y mente previos a cualquier otro movimiento. Antes de comenzar a practicar la forma de Taichi Chuan, los practicantes deben, en primer lugar, purificar su corazón y vaciar su mente de todo pensamiento. Así, aparecerán con una actitud serena y su cuerpo y su mente podrán poner en marcha la dinámica de los movimientos de la rutina. El practicante debe trabajar hacia la unión de los dos extremos (Yin y Yang) en una sola unidad para poder retornar al estado de Wuji gracias a la práctica del Taichi Chuan. Manuel Rodríguez Salvador Bibliografía:
- CHEN XIN (1933). "Illustrated Explanations of Chen Family Taijiquan". Guanghua Publishing Ltd. - COHEN, KENNETH S. (2004). “El Camino del Qigong: el arte y la ciencia de la curación energética china”. Ed. La Liebre de Marzo. (Cuento Zen) Dos monjes viajeros, el maestro y su joven discípulo, estaban de viaje hasta que llegaron a un río donde encontraron a una joven mujer. La mujer estaba preocupada porque tenía que cruzar el río, pero no lo hacía porque temía la afluencia de agua que en ese momento estaba bajando. Llevaba en su mano una pequeña bolsa, con hierbas medicinales. Preocupada por la corriente y por retrasarse en la vuelta a casa, se dirigió a los dos monjes y les preguntó si la podían llevar al otro lado. El joven monje dudó, pero el otro la levantó rápidamente sobre sus hombros, la llevó al otro lado del río, y la dejó en la orilla. Ella le dio las gracias y se alejó. El maestro la saludó inclinándose, uniendo las palmas de sus manos sobre su pecho, como es costumbre en esas tierras.
Siguieron durante 5 horas viajando, y el joven monje estaba removido y cabizbajo. Como indican sus enseñanzas, los monjes no pueden tocar a las mujeres. Incapaz de mantenerse en silencio, finalmente habló: - «¡Maestro, siempre nos has enseñado a evitar cualquier contacto con mujeres, pero tu levantaste a aquella y la llevaste!» Respondió el maestro, con una mirada llena de compasión: - «Hermano, hace cinco horas que la dejé al otro lado del río, mientras que tú todavía la estás cargando». |
Manuel RodríguezEterno aprendiz... Archivos
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