El Wuji (wújí - 無極) o "Vacío Absoluto" es, según la filosofía taoísta, el estado primigenio del Universo no diferenciado. Sería anterior al surgimiento del Taiji (tàijí - 太極) o "Extremo Supremo". El Wuji o “Vacío Absoluto” representa un estado anterior a todas las cosas, antes del Gran Principio Universal, en el que todo estaba turbio y silencioso, caótico y confuso, en lo que se ha venido a llamar "Gran Caos Primordial". Es el estado antes del momento de inicio de la forma, cuando el practicante está pie, erguido, en actitud reverente, concentrando su mirada hacia delante y regulando su estado físico, mental y su respiración. Este estado facilita la libre circulación del qi y el desbloqueo de los canales. En este momento es importante buscar la quietud interna a través de la relajación activa (Fang Song), es decir, la mínima tensión consciente y necesaria para que la postura no sea rígida e incómoda. Cuerpo, respiración y mente tienen que estar en calma y relajación. CUERPO:
RESPIRACIÓN: En un primer momento toma conciencia de la respiración. Limítate a observarla, sin juzgarla. Simplemente respira de forma consciente, fijándote en el proceso respiratorio: el aire entrando y saliendo por la nariz con cada inhalación/exhalación, llegando a las distintas partes del cuerpo. Pueden ayudarte preguntas como:
En principio estamos ante una respiración abdominal normal, pero si estás empezando con la práctica no trates de cambiar tu respiración, limítate a observarla y, con el tiempo y la práctica, se irá regulando sola haciéndose cada vez más lenta, fluida, profunda, silenciosa, homogénea... El simple acto de observar la respiración ya la cambia. MENTE: Hunde el qi en el dantian y lleva la atención a esa zona, aumentando el equilibrio y la estabilidad física y emocional y facilitando una respiración abdominal normal correcta. El dantian está situado a unos tres o cuatro dedos por debajo del ombligo y hacia el interior del abdomen, y se trata del centro energético de nuestro cuerpo. Puedes concentrarte en el dantian visualizándolo como una esfera roja brillante, como un Sol en tu interior del tamaño de una pelota de tenis que, con cada inspiración, se expande e ilumina y del que emana una energía sanadora que llega a cada célula de tu cuerpo. También puede funcionar la imagen de una pila o una batería que, con cada inhalación, se recarga de qi. Esa energía lleva también consigo paz, armonía y calma. Manteniendo esta posición, respirando de forma natural, lenta y profunda y llevando la atención al dantian se puede lograr el silencio interior, el vacío, la quietud. Un cuerpo, una respiración y una mente en su centro representan el Wuji, el “Gran Vacío”, también llamado a veces “el Vacío Extremo”, cuyo nombre describe el estado cósmico inicial de no diferenciación antes de la aparición de la forma (taolu). El Taiji nace del Wuji, de la "no polaridad". Es la causa de la aparición del Yin y del Yang, como un ciclo sin fin. El paso de Wuji a Taiji podría ser comparado con plantar una semilla: primero se prepara la tierra sin la semilla y luego se planta la semilla que, aunque parece inmóvil en un principio, se está preparando para convertirse, con el tiempo, en una enorme planta. Antes de iniciar la práctica, las manos y los pies aún no se han movido, pero el practicante ya se siente en una posición correcta, centrada y atenta. Este es el mecanismo: en un principio no hay movimiento aparente. Podría decirse que Cielo y Tierra están todavía en un estado de Unicidad sin forma, en la nada, el “Vacío Absoluto”; Wuji es un nombre tradicional que describe también la no diferenciación entre Yin y Yang. Sin embargo, el mecanismo de diferenciación ya existe, marcando la condición justo antes de la aparición de formas, un punto fundamental entre los impulsos opuestos de la cual emana la actividad creativa. Esta transición de la quietud externa a la preparación para el movimiento se conoce como “pasar de Wuji a Taiji”. En la posición inicial de Taiji, aunque las cuatro extremidades parecen estar todavía inmóviles, sigue funcionando el mecanismo interno del Yin y el Yang, la apertura y el cierre, el crecimiento y declive, el lleno y el vacío… así como los pensamientos y emociones y el ciclo respiratorio…, que hacen que se produzca un reajuste continuo de todas las partes del cuerpo. Aunque imperceptible para el ojo humano, este movimiento interno se produce y el practicante debe ser consciente y concentrarse en él en esta etapa. En aras de la claridad, se utiliza el término Taiji para describir la etapa inicial de preparación para el comienzo o la totalidad de la rutina de Taichi Chuan. La preparación es necesaria para establecer un equilibrio entre cuerpo, respiración y mente previos a cualquier otro movimiento. Antes de comenzar a practicar la forma de Taichi Chuan, los practicantes deben, en primer lugar, purificar su corazón y vaciar su mente de todo pensamiento. Así, aparecerán con una actitud serena y su cuerpo y su mente podrán poner en marcha la dinámica de los movimientos de la rutina. El practicante debe trabajar hacia la unión de los dos extremos (Yin y Yang) en una sola unidad para poder retornar al estado de Wuji gracias a la práctica del Taichi Chuan. Manuel Rodríguez Salvador Bibliografía:
- CHEN XIN (1933). "Illustrated Explanations of Chen Family Taijiquan". Guanghua Publishing Ltd. - COHEN, KENNETH S. (2004). “El Camino del Qigong: el arte y la ciencia de la curación energética china”. Ed. La Liebre de Marzo.
0 Comentarios
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
Manuel RodríguezEterno aprendiz... Archivos
Septiembre 2024
Categorías
Todo
|