«El sabio siempre gana porque no compite». «Un viaje de mil millas comienza con el primer paso». (Lao Tsé) Muchas veces la visión inexperta de una persona que está iniciándose en el mundo del Taichi Chuan no ve mas allá de la defensa personal, la aplicación de la técnica o la visión de que se trata de una simple danza, entre otras. Otras veces ciega su estudio con el deseo de reconocimiento por cinturones, rangos y diplomas. Esto no hace mas que desviarlo del verdadero sentido de las Artes Marciales en general. Uno de los aspectos más importantes en la mentalidad de un practicante de Taichi Chuan es que debe basar sus objetivos acorde con las leyes naturales, intentando no desviarse del camino natural y buscando siempre un sentido y propósito elevado en su entrenamiento diario, uno que se base en desarrollar un buen corazón, sentimiento de creación y desarrollo interior. En el Taichi Chuan podríamos realizar, entre muchísimas más, la siguiente clasificación de pasos o niveles 1. El practicante. Basa su entrenamiento en el aprendizaje de la estructura, el movimiento y la repetición. En esta etapa el aprendiz a practicante se dedica, sobre todo, a imitar y copiar al instructor. Es una etapa muy gratificante, ya que todo es un descubrimiento fascinante para él. Esta etapa es crucial, ya que el practicante puede o entusiasmarse y seguir su entrenamiento intuyendo el camino que tiene por delante o, por el contrario, aparecer la frustración, desesperarse y darse por vencido, dejando la práctica. Por ello uno de los conceptos clave en esta etapa será la de desarrollar coraje y paciencia, así como el optimismo y el compañerismo. 2. El estudiante. Quienes están en esta etapa basan su entrenamiento tanto en la práctica como también en la teoría y los conceptos. El aprendiz a estudiante comienza a comprender, poco a poco, que sin un estudio y reflexión de lo que hace jamas podrá aspirar a comprender el arte que practica. En esta etapa pueden surgir inquietudes, deseos de superación, ganas de aprender nuevas técnicas y movimientos sin dejar de perfeccionar los ya aprendidos. También es clave el desarrollo de lazos entre estudiantes de una misma escuela, que lleva a la cooperación y la ayuda entre ellos. Su devoción es hacia el conocimiento y su concepto clave a desarrollar será la concentración, la resistencia y la paciencia. 3. El discípulo. El discípulo, además de la práctica, la teoría y los conceptos, basará también su estudio en la disciplina y lealtad a la escuela y al maestro, así como al linaje del que éste procede. El aprendiz a discípulo debe caracterizarse por una constante intención de ayudar a su escuela y sus estudiantes, apoyando en todo momento al maestro. Comprende que aún no tiene la habilidad de ver claramente el camino y, por tanto, se deja guiar. Su devoción será hacia la disciplina y el respeto al maestro, a la escuela, al linaje y al resto de estudiantes, clave para desarrollar una importante característica de cualquier artista marcial: la humildad. 4. El artista marcial. Tras años y años de correcta práctica y estudio de la teoría y los conceptos, estudiantes y discípulos comenzarán a basar su estudio, además de en todo lo anterior, en la aplicación del conocimiento en cada técnica, buscando la perfección de la misma y la mayor suavidad y relajación del movimiento. Además, se interesarán por aspectos más filosóficos y espirituales del Taichi Chuan y su interrelación con la parte técnica. El aprendiz a artista marcial refuerza su conexión a través del linaje marcial, comprendiendo que la evolución solo es posible a través de la armonía de ciertos valores (historia, tradición, filosofía, disciplina/respeto y técnica) y su conexión con la fuente primigenia (el maestro y el linaje). Por tanto, el artista marcial comienza a comprender que el verdadero sentido del Taichi Chuan es la lealtad al arte y su filosofía, desarrollando la benevolencia y la compasión. Su devoción será a la naturaleza de los opuestos complementarios del Yin y Yang y su concepto clave sera la honestidad. 5. El maestro. Basa su estudio en la filosofía del Taichi Chuan y su propio desarrollo de credo marcial. El aprendiz a maestro volverá sobre sus antiguos pasos en revisión y fortalecimientos de sus estructuras mas básicas, comprendiendo que la naturaleza del experto es el espíritu del principiante. Buscará, además, transportar cada enseñanza a su vida personal como una nueva cultura, forjando su personalidad y transformando sus códigos morales, y desarrollando un sentido especial por la perfección en los detalles mas ínfimos. En esta etapa pensamiento y acción pueden volverse uno, el sosiego se adueñará de su espíritu y el silencio será una nueva forma de comunicación con el mundo. El maestro ya no pensará en victorias o derrotas, y pronto dejará de existir como individuo y se volverá uno con el Arte. Su devoción será hacia el Wu Wei (hacer sin hacer) y sentirá la necesidad de compartir con otras personas todo lo vivido, teniendo de este modo alumnos y estudiantes, comenzando así nuevamente el ciclo. Como he comentado, podrían hacerse decenas de clasificaciones, sobre todo a un nivel mucho más técnico. Aquí me he centrado, sobre todo, en cuestiones quizá de carácter más emocional y de evolución de cualquier artista marcial.
El Taichi Chuan es un arte que, como todo, requiere disciplina, paciencia y tiempo. Si se dan estas características y se trabaja con amor, pasión y respeto, se va avanzando sin darse uno cuenta, reportando multitud de beneficios y maravillosas experiencias. (Adaptación libre de "Los 5 Estados de Evoluciòn Moo Do")
1 Comentario
ALFONSO CAMPOS LEE
27/11/2019 05:41:51 pm
Tengo 27 años de dedicarme ala MTCH ahora con el internet es mas fácil encontrar informacion gracias por publicar
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